Castellví de Rosanes ha aprobado la nueva ordenanza municipal gubernativa de sequía en el pleno municipal de diciembre de 2023. Este texto regula las medidas que podrá aplicar el Ayuntamiento en el abastecimiento de agua y en sus usos durante episodios de escasez, como los que están ocurriendo. La ordenanza, validada por unanimidad, sigue el modelo propuesto por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).
El Ayuntamiento aplicará estas medidas de reducción del consumo del agua para garantizar el servicio público de abastecimiento solo durante los periodos de sequía declarados por la Agència Catalana de l'Aigua. Se requerirá obligatoriamente la colaboración de las entidades suministradoras (en el caso de Castellví, Agbar) con las medidas dictadas por la autoridad municipal. Esta ordenanza también indica las sanciones que se deberán aplicar en cada momento, en caso de que algún usuario incumpla las restricciones en vigor.
La Agència Catalana de l'Aigua ha mandado una ordenanza modelo al Ayuntamiento, según ha indicado el regidor de Servicios municipales externalizados, Joan Carles Almirall, que se ha encargado de presentar este texto en el pleno. Esta ordenanza modelo contiene "las restricciones que puede tomar el Ayuntamiento en estos casos, así como de lo que se puede y no se puede hacer", según ha imformado Almirall.
En el debate plenario, Victoria Castellanos Núñez, regidora portavoz de Juntos por Castellví, ha expresado su respaldo a la ordenanza y ha lamentado que "la ACA no haya otorgado antes subvenciones para la red de agua potable dirigidas a los ayuntamientos". Además, ha deseado que el nuevo pliego del servicio municipal de agua también contribuya a invertir en mejoras en la red. Por último, Núñez ha insistido en la necesidad de solicitar a Agbar que solucione los escapes "con mayor celeridad". Por su parte, la portavoz de Fem Poble-ERC, Anna Gil, ha expresado su acuerdo con la ordenanza, aunque "hubiera preferido que se personalizara el texto literal del ACA en algunos aspectos para el caso de Castellví". En relación a la sequía, Gil ha comentado que "la situación actual de abastecimiento es muy preocupante", por lo que, según ella, la ordenanza es necesaria. Además, ha destacado las medidas extraordinas de la ordenanza, que "nos obligan a replantear nuestros hábitos de consumo".
Por su parte, el alcalde, Adrià Camino, ha advertido de que "esta ordenanza no es solo para ser aprobada y quedarnos aquí", sino que considera necesario, para el buen funcionamiento del municipio, "implementar una serie de medidas adicionales". El alcalde ha recordado que, desde el inicio de su mandato, el Ayuntamiento ha estado invirtiendo en la red municipal tanto como les ha sido posible. "Hemos aprovechado cada oportunidad de subvención relacionada con el agua", ha resaltado Camino. Actualmente, el Ayuntamiento está a la espera de confirmar si se les concederán nuevas subvenciones por un total de 900.000 euros, que han solicitado hace unas semanas para poder llevar a cabo la reparación de la red municipal. El alcalde ha destacado que en términos de inversión en la red, "debido a las limitaciones presupuestarias del municipio, el Ayuntamiento se ha visto obligado a depender principalmente de subvenciones". No obstante, ha asegurado que "se esfuerzan por no dejar escapar ninguna oportunidad". Según el alcalde, el pliego del agua es una de las principales prioridades actuales, por lo que se espera lanzar la licitación a principios del próximo año. Además, "se está trabajando para corregir los errores presentes en la licitación actual y poder invertir inicialmente en la red", ha asegurado Camino.