La alcaldesa de Esplugues de Llobregat, Pilar Díaz (PSC), encabezó a principios del pasado mes de octubre una delegación a Múnich con el objetivo de atraer inversores para los proyectos estratégicos que está desplegando la ciudad en los ámbitos de las ciencias de la salud y la inteligencia artificial.Lo hizo en la Expo Real, una de las más importantes ferias internacionales de inversión inmobiliaria de Europa. Díaz presentó el proyecto Porta Barcelona y otras líneas estratégicas en el campo de la innovación que van a consolidar Esplugues como nuevo motor económico del área metropolitana.
El municipio del Baix Llobregat es una nueva área de centralidad metropolitana. Precisamente, uno de los grandes activos de la ciudad es su privilegiada localización, junto a la entrada noroeste de Barcelona, entre la Ronda de Dalt, la B-23 y la N-340. A su más que óptima comunicación por carretera hay que añadir la cercanía del aeropuerto y del puerto. El tranvía comunica Esplugues con Barcelona y otros municipios metropolitanos, y está prevista la llegada también de la línea 3 del metro.
Un estudio Aretian Urban Analytics and Design, una consultora de diseño y análisis urbano especializada en distritos de innovación en todo el mundo, señala la ubicación central de Esplugues como una de las cualidades clave para convertirse en ciudad de oportunidades.
El ayuntamiento lleva dos años trabajando para convertir el municipio en un distrito metropolitano de la innovación a partir de cuatro líneas estratégicas que, además, aspira a beneficiarse de las sinergias que genere la cercanía de diversas instituciones académicas y de investigación existentes en el propio municipio y en el entorno, ya en el término de Barcelona. Entre ellas, se encuentran el Hospital de Sant Joan de Déu, la Universidad de Barcelona y las escuelas de negocios IESE y ESADE. Y, en un futuro, el campus del Hospital Clínic en la Diagonal. Todo este conjunto es la gran baza con la que la ciudad busca atraer talento y empresas.
“Estamos preparando la ciudad para impulsar estas cuatro líneas de innovación”, explica la alcaldesa Pilar Díaz. “Desde hace una década —añade—, hemos creado las bases de planeamiento y repensado la ciudad para generar ocupación de calidad”. Según Díaz, el objetivo es generar un ecosistema de la economía del conocimiento que facilite las sinergias con el tejido empresarial actual y futuro.Las cuatro líneas estratégicas mencionadas por la alcaldesa tienen que ver con el sector médico y biotecnológico; el alimentario y de la nutrición; la innovación urbanística, y la inteligencia artificial y la ciencia de los datos. “Tenemos a punto de caramelo los tres primeros”, asegura Díaz.
La primera línea de innovación impulsada por el consistorio se centra en el campo biomédico. Se estima que generará casi 10.000 nuevos empleos. El Hospital de Sant Joan de Déu y el futuro Clínic ejercerán de motores para su desarrollo. El hospital infantil inauguró además en 2022 el Pediatric Cancer Center Barcelona, que es el primer centro monográfico de oncología pediátrica de España y el segundo de Europa. Este nuevo equipamiento puede atender hasta 400 casos nuevos anuales, un 35% más que antes de su apertura.
Sant Joan de Déu promueve, asimismo, el centro Unicas Networks, pendiente de construcción, con el objetivo de tejer una red de centros hospitalarios en Europa para mejorar el diagnóstico y la asistencia de pacientes con enfermedades minoritarias.
Actualmente, Sant Joan de Déu forma parte también del clúster biomédico alrededor del Hospital de Bellvitge, en L’Hospitalet, junto con el Hospital Duran y Reynalds, los centros de investigación ICO e Idibell y el campus de medicina y ciencias de la salud de la Universidad de Barcelona. Este clúster se complementará con empresas del sector gracias al suelo que generará el plan director Biopol que, entre otras actuaciones, prevé soterrar la Granvia en Bellvige a semejanza de lo que se hizo en la plaza Europa.
Díaz confía en que las sinergias entre todos estos centros se reforzarán con la futura instalación en la zona deportiva universitaria de la Diagonal de la ampliación del Hospital Clínic. De este modo, esta zona del área metropolitana repartida entre Barcelona, L’Hospitalet y Esplugues se convertirá en uno de los polos de concentración biomédica más importantes de Europa.
La segunda línea estratégica prevista en el desarrollo del distrito de innovación de Esplugues es consolidar un hub alimentario que, además de actuar en el campo de la nutrición, añade otros relacionados con las ciencias de la salud, en concreto en el terreno farmacéutico y del deporte. Este sector, además de dialogar con el biomédico, cuenta como referencia en Esplugues con la planta de Nestle, entre otras empresas de este ámbito. El estudio de Aretian Urban Analytics and Design calcula que las actividades de esta línea estratégica generarán algo más de 3.000 nuevos puestos de trabajo.
La innovación en urbanismo y su desarrollo sostenible conforma la tercera línea estratégica. Se calcula que va a generar unos 7.250 nuevos empleos y se podrán crear sinergias con las escuelas de ingeniería de caminos, arquitectura y urbanismo de Barcelona. La cuarta línea que completará el distrito de conocimiento de Esplugues es el que lleva algo más de retraso y tiene que ver con la inteligencia artificial, las ciencias de datos y el software. En este caso, la previsión es que genere algo más de 3.000 nuevos empleos.
El estudio de Aretian Urban Analytics and Design concluye que el futuro distrito de la innovación de Esplugues tiene el potencial de convertirse en un nodo galvanizador de la economía de conocimiento. La imagen de este distrito serán las dos torres en construcción que ya se erigen en el área de Finestrelles, un complejo que se complementará con otros cuatro edificios muy cerca del Hospital de Sant Joan de Déu. El conjunto, presidido por los dos rascacielos, se conocerá como Porta Barcelona.
Una de las torres, de casi 100 metros de altura, será un hotel. La otra de destinará a oficinas. La totalidad del complejo suma 90.000 metros cuadrados de techo, de los que 47.000 corresponderán a oficinas; 34.000 serán para el hotel y otros tipos de alojamientos; 4.200 se destinarán a comercios en planta baja, y 4.500 se cederán para equipamiento público. Unas 7.000 personas trabajarán y se alojarán en Porta Barcelona. Las promotoras Sacresa y Emesa invertirán 250 millones de euros en el complejo, que se prevé esté listo en 2026 e incluirán 18.000 metros cuadrados de verde.
“Este proyecto aporta valor a Esplugues y toda el área metropolitana y es la mejor forma de atraer talento”, señala la alcaldesa. Díaz rechaza que el desarrollo de las líneas estratégicas que darán forma al distrito biotecnológico acabe configurando una ciudad de dos velocidades. “La ciudad tiene una cohesión social muy elevada. No podríamos desarrollar distritos de innovación y dejar a gente atrás”, asegura.
Para la alcaldesa, todo este proyecto tiene sentido si acaba habiendo “un beneficio social más allá del económico”. No nos despistaremos —añade— de consolidar una Esplugues inclusiva, sostenible e inteligente. Si trabajas bien la innovación, la ciudad prospera”. III
Montesa y el Rayo Amarillo |
Están programadas un total de 2.105 viviendas, de las que más del 50% serán protegidas. De estas, 750 serán de alquiler protegido. El 70% del nuevo barrio de Montesa se destinarán a equipamientos públicos, zonas verdes y viales. Entre los equipamientos, se construirá una nueva comisaría de la policía local, un centro cívico y la ampliación de la escuela Folch i Torres. A estos, hay que añadir la reforma de la Vil·la Victòria, una casa modernista protegida que se convertirá en un espacio de juego para todas las edades. La importancia del proyecto de Montesa va más allá de Esplugues. La nueva zona residencial cumplirá la función de coser el área metropolitana y llenará el vacío y mejorará la conexión de la ciudad con las vecinas Cornellà y L’Hospitalet. III |