El Baix Llobregat y el Vallès Occidental están más cerca por carretera. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible (Mitma), Óscar Puente, ha inaugurado este viernes el nuevo tramo de la autovía B-40 que enlaza Olesa de Montserrat con Viladecavalls, y por lo tanto, con Terrassa. Según fuentes del Mitma, la nueva infraestructura será “clave” para mejorar la movilidad en el territorio e impulsar el crecimiento de la zona que funciona como dos auténticos motores del sector industrial. Las obras han costado 293 millones de euros (IVA incluido).
Tras años de parálisis de las obras, solo justificable a medias, el nuevo tramo de la B-40 completa los dos que ya funcionaban desde 2010 pero que daban un nimio servicio vial en números absolutos: el que une Abrera con Olesa y (separado de este) el que conecta Terrassa y Viladecavalls. De esta forma, el ampliado vial de circunvalación conecta ahora de forma directa Abrera (y por tanto la A2 y de rebote la AP7, que en un futuro tendrá enlace directo) con Terrassa y las autopistas C-58 y C-16.
Gracias a la prolongación, la B-40 empieza ya a ser funcional para reconducir el tráfico (especialmente el pesado), aunque parcialmente, como la vía perimetral de gran capacidad más exterior a la capital barcelonesa. “La infraestructura conllevará una redistribución del tráfico de medio y largo recorrido por la red de carreteras catalanas”, han asegurado desde el MItma, lo que mejorará “la movilidad y la seguridad” de miles de conductores.
El nuevo tramo de autovía que acerca el Baix y el Vallès Occidental tiene una longitud de 6,1 kilómetros y se espera que soporte un tráfico medio diario de 43.000 vehículos, de los que 20% serán camiones. “Quien quiera ir de Sabadell hacia El Bruc desde este viernes recortará más de 13 kilómetros y se ahorrará diez minutos”, ha explicado Óscar Puente. La autovía tiene tres carriles por calzada (de 3,50 metros de ancho cada uno) y dos arcenes: uno interior (de 1,50 m,) y otro exterior (de 2,50 m). Además, las dos calzadas están protegidas y separadas por una mediana de anchura variable, con una distancia mínima entre ellas de tres metros.
Según fuentes ministeriales, la entrada en servicio del vial permitirá, solo durante el primer año de funcionamiento, “evitar la emisión a la atmósfera de 28.000 toneladas de CO2, además de ahorrar costes operativos a las empresas e incrementar la seguridad vial”. Además, las obras se han aprovechado para reparar el vertedero descontrolado de Ferner de Can Faves, cuyos residuos han sido excavados y reubicados de forma controlada dentro del enlace ejecutado de la B-40 con la autopista C-16.
El ramal recién estrenado de la B-40 ha sido equipado con los últimos avances y tecnologías, atraviesa la Serra d’en Ribes mediante los túneles de Voltrera (formados por dos tubos de 1.250 metros de longitud conectados entre si por cuatro galerías, dos para peatones y otras dos para vehículos de emergencia, y cuenta con ocho viaductos que salvan barrancos y cauces fluviales.
Los túneles de Voltrera está dotados de modernas instalaciones de seguridad y explotación, como una red de drenaje para evitar posibles vertidos contaminantes al medio ambiente. Ventiladores reversibles, alumbrado eficiente con tecnología LED, protección contra incendios y un sistema de cámaras HD fijas para la detección automática de incidentes (DAI) que se controla desde un centro operativo situado en la boca del lado de Olesa de Montserrat.
Durante el acto inaugural, Puente ha recordado que esta semana se ha alcanzado un acuerdo con la Generalitat para prolongar el tramo ya en servicio de la B-40 mediante la construcción de la Ronda Nord (antigua Cuarto Cinturón) “un corredor” que enlazará el Baix Llobregat con Terrassa y Sabadell (la denominada Ronda Nord), un “corredor que conectará las dos capitales del Vallès con el Baix Llobregat”. Tras la consecución del acuerdo “ya se ha iniciado la tramitación”, ha confirmado Puente. El titular de Transportes también ha recordado otras obras del Estado en ejecución en la zona, como la B-25 en Sant Boi, o previstas como el acondicionamiento de la A-2 entre Igualada y Martorell y la mejora de los accesos al Port de Barcelona.