La playa del Remolar, en Viladecans, permanecerá cerrada hasta el próximo 31 de julio. El Área Metropolitana (AMB) ha finalizado el cierre perimetral de la playa, entre las desembocaduras de la riera de Sant Climent y la del estaño del Remolar, con el objetivo de favorecer la nidificación de especies protegidas como el chorlitejo patinegro.
La playa del Remolar es una playa natural que ha sido declarada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) e incluida en la Red Natura 2000. Para proteger su fauna, todos los años, desde 2001, la playa se cierra temporalmente y se transforma en un pequeño refugio para las especies de aves, donde pueden alimentarse y reproducirse sin verse afectadas por la actividad humana.
Como alternativa hasta el mes de agosto, las playas de la Murtra y la Pineda estarán abiertas al uso, con servicios y una zona de aparcamiento habilitados.
Daniel Palacios, jefe del servicio de playas del AMB, ha asegurado que el cierre de la playa "facilitará la preservación ambiental y la mejora de la biodiversidad, manteniendo el equilibrio con los usos sociales de la playa". Aunque las playas de la metrópolis son un espacio público altamente transitado (con más de 11 millones de usuarios), "también son espacios naturales de alto valor ecológico", según ha constatado Palacios. La playa del Remolar, y otras playas del entorno barcelonés, son el hábitat de muchas especies de aves, como el chorlitejo patinegro (en catalán, 'corriol camanegre').
Esta especie goza de protección autonómica y estatal, y habita el ecosistema litoral, concentrándose sobre todo en el delta del Ebro. Sin embargo, hasta los años 1990-2000, la zona del delta del Llobregat también era un hábitat predilecto para esta especie. Con el cambio de milenio, el 85% de las parejas del chorlitejo han desaparecido: han pasado de ser 150 a tan solo unas 25. Esta especie es muy sensible a los impactos en las playas, como a la presencia de humanos, los ataques y molestias causadas por los perros, y las ratas depredadoras. Su periodo de nidificación (entre primavera y verano) coincide, además, con la época de afluencia de las playas.