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El Hospital Sant Joan de Déu revoluciona la medicina con un tratamiento único en el mundo

Redacción | Viernes 08 de marzo de 2024
Investigadores del Hospital Sant Joan de Déu han aplicado por primera vez una terapia génica en un niño menor de 4 años con distrofia de Duchenne. Este ensayo clínico internacional busca frenar la progresión de la enfermedad, que produce debilidad muscular progresiva. Hasta ahora, solo se habían tratado pacientes mayores de 4 años. El tratamiento ha sido exitoso y se espera poder ofrecerlo a más niños menores de 4 años en el futuro.

Varios investigadores de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Sant Joan de Déu han aplicado por primera vez en la historia una terapia génica para el tratamiento de la distrofia de Duchenne en un niño menor de 4 años. Esta investigación se ha realizado en el marco de un ensayo clínico internacional, activo y abierto para este tipo de pacientes, en el que están implicados seis centros de diferentes países.

El equipo de la Unidad de Ensayos de Sant Joan de Déu, liderado por Andrés Nascimento, ha sido el primero de todo el mundo en incluir a un paciente menor de 4 años y hacer la infusión de este tratamiento de terapia génica. El Hospital de Sant Joan de Déu se ha consolidado como un hospital de renferencia, al haber sido el primer centro en actividar este estudio. Gracias a esto, el Hospital prevé que pronto se pueda ofrecer la oportunidad de acceder a este tratamiento a un mayor número de niños menores de 4 años.

La distrofia de Duchenne es una patología genética infrecuente, dentro del grupo de las enfermedades minoritarias, que está ligada al cromosoma X y produce debilidad progresiva. Los niños se diagnostican en los primeros años de vida y sus músculos se van deteriorando progresivamente. Alrededor de los 3 y 4 años es cuando se pone en evidencia esta debilidad, llegando a perder la capacidad de caminar sobre los 12 a 14 años. Hoy en día no existe ningún tratamiento que ofrezca una curación o una mejoría de los síntomas de la enfermedad, por lo que es muy difícil combatirla. Las únicas terapias que existen intentan retrasar la progresión, pero aún no son capaces de lograr estabilizar el cuadro clínico.

El diagnóstico y el tratamiento tempranos son esenciales

La terapia génica y, además, aplicada lo antes posible, es la opción terapéutica más prometedora para frenar esta distrofia de origen genético. Hasta ahora solo se habían tratado pacientes mayores de 4 años, con resultados positivos. El éxito de este tratamiento ha permitido conseguir la aprobación de la agencia americana de medicamentos y alimentos (FDA) de este tratamiento para los pacientes de 4 a 5 años.

Al tratarse de una enfermedad de carácter progresivo, cuanto más tiempo pasa, más tejido muscular se pierde. Tras la pérdida del músculo, el organismo del paciente sustituye este tejido por grasa y fibrosis. Por este motivo, es importante ofrecer el tratamiento antes de que el daño muscular sea irreversible.

El primer tratamiento en un niño menor de 4 años

“Nuestro equipo ha incluido ya al primer niño de todo el mundo en este nuevo ensayo, denominado Envol, a la espera de que el resto de centros se sumen, y ya estamos estudiando a otras familias para poder seguir tratando a estos niños con terapia génica”, ha informado Andrés Nascimento, jefe de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Sant Joan de Déu y miembro del grupo de Investigación Aplicada en Enfermedades Neuromusculares del Instituto de Investigación Sant Joan de Déu Barcelona.

Nascimiento ha explicado que “el tratamiento se ha administrado hace ya varias semanas, y el paciente se ha mantenido estable, sin efectos secundarios y a la espera de poder confirmar los resultados positivos en su evolución". El experto ha asegurado que las expectativas son altas, "ya que los cambios que puede generar esta terapia génica se producen sobre un tejido muscular más preservado”.

La terapia génica como tratamiento de la distrofia Duchenne

La aparición de la terapia génica es un avance importante para los pacientes pediátricos de Duchenne. Uno de los retos de esta terapia era el tamaño del gen de la distrofina, que es muy grande y no puede ser introducido a través de los vectores virales (adenovirus modificados) que se encargan de transportar al gen nuevo a las células para que se incorpore en ellas. Hace unos años, se observó un colectivo de pacientes que habían llegado a edades adultas avanzadas con dolor muscular, aumento de enzimas musculares, ciertas dificultades de movilidad y alteraciones motoras, pero conservaban la capacidad de andar. Esos individuos tenían alteraciones en el gen de la distrofina, que daban lugar a versiones más pequeñas pero funcionales de la proteína, conocidas como microdistrofinas.

Esa observación sugirió que la presencia de microdistrofina, aunque en menor cantidad o tamaño, podría proporcionar cierta protección contra los síntomas graves de la distrofia muscular de Duchenne. Basándose en esos hallazgos, los científicos comenzaron a explorar la posibilidad de utilizar la microdistrofina como una opción terapéutica para los pacientes con distrofia muscular de Duchenne. A partir de ahí, se pusieron en marcha todas las pruebas preclínicas.

El estudio 'Embark'

El laboratorio Sarepta ha diseñado la terapia génica, que se ha ido estudiando por fases, a través del estudio 'Embark'. El laboratorio ha promovido las fases 1 y 2 del estudio, que han mostrado datos de seguridad y eficacia. Gracias al éxito de estas primeras fases, se ha podido desarrollar y realizar el ensayo de la fase 3, especializada en pacientes de entre 4 y 8 años.

En la fase 3 del estudio Embark han participado doce pacientes de entre 4 y 8 años. En el ensayo clínico, esta microdistrofina se asocia a un adenovirus modificado con capacidad para incorporar este nuevo material genético a las células musculares. Los primeros niños tratados de esta franja de edad han tolerado bien el tratamiento y han mejorado su función motora de manera significativa. Estos datos serán evaluados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en espera de su aprobación.

El ensayo 'Envol'

Hace pocas semanas, se ha iniciado el ensayo clínico Envol en menores de 4 años. El ensayo espera poder incluir en una primera etapa a diez pacientes de entre 3 y menos de 4 años, según los resultados de seguridad de este grupo. Posteriormente, se permitirá participar a pacientes menores de 3 a 2 años, y hasta a niños de meses –que, de hecho, aún no han nacido–. Este ensayo busca determinar la seguridad y el impacto del tratamiento precoz.

En este ensayo internacional, participan seis centros, del Reino Unido, Italia, Holanda, Francia, Bélgica y España. El Hospital Sant Joan de Déu ha incluido al primer paciente, y por el volumen de pacientes y las familias que ya están a la espera, confía en poder incluir al menos a unos cuatro pacientes, siendo de nuevo (igual que en el ensayo 'Embark') el centro que mayor número de pacientes aporta.

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