Un sangriento doble parricidio ha salpicado cruelmente este viernes el Baix Llobregat. Un hombre, vecino de Molins de Rei, ha matado a su madre en el barrio barcelonés de Sant Martí y después ha matado a su padre en una vivienda de la urbanización Vallpineda de Molins de Rei. Tras perpetrar el doble crimen, el presunto autor se ha suicidado en una zona boscosa próxima a su vivienda, según las primeras informaciones policiales..
Los Mossos d’Esquadra –en concreto la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Metropolitana de Barcelona y de la Región Metropolitana Sur- han abierto una investigación para esclarecer lo sucedido por mandato del juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona -en funciones de guardia- que se ha hecho cargo del caso, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La magistrada del Juzgado 30 ha decretado el secreto de las actuaciones y ha ordenado al levantamiento de los cadáveres, en coordinación con el forense, según las mismas fuentes.
Los tristes sucesos se han descubierto hacia las 10.00 horas. A esa hora, los Mossos d’Esquadra, alertados por una llamada, han descubierto el cadáver de una mujer de edad avanzada con signos de violencia en el interior de su domicilio particular, sito en el número 73 de la barcelonesa calle Lope de Vega. Lo primero han hecho los agentes al acudir al lugar ha sido intentar contactar con los familiares más directos de la víctima (su marido y su hijo) ya que ninguno de ellos se encontraba en el domicilio ni había informado del cadáver o lo había reclamado.
Fuentes policiales han explican que en la mayoría de muertes violentas suele haber familiares implicados, así que se han iniciado las pesquisas para localizar al marido de la víctima y a su hijo, por si pudieran tener algún tipo de implicación en los hechos. Esta línea de investigación ha llevado a los Mossos d’Esquadra a desplazarse hasta la segunda residencia de la familia –ubicada en el número 16 de la avenida Verge de Montserrat, en la urbanización Vallpineda de Molins de Rei, en el entorno de Collserola.
Una hora después de localizarse el cadáver de la madre hacia las 11:00 h.) los agentes han accedido al interior vivienda, los agentes han encontrado los cadáveres del padre y del hijo. El del padre, con signos evidentes de haber muerto de forma violenta, y el del hijo víctima de un suicidio
Aunque la investigación sigue abierta y no han trascendido todos los datos del suceso, todo apunta a que el hijo, que presuntamente padecía problemas mentales, habría sufrido un brote psicótico y habría asesinado a la madre, en principio sin que se tenga evidencia de que se haya utilizado ningún arma –ni blanca ni de fuego- lo que hace pensar que ha muerto estrangulada o asfixiada.
Tras matar a la madre, el presunto homicida se habría subido a su padre en un coche –al parecer un Ford rojo- y habría conducido hasta la segunda residencia en Molins de Rei. Una vez allí, ambos habrían entrado en el domicilio donde el hijo habría acabado con la vida de su padre de la misma manera que con la de su madre, Después, el presunto asesino se habría suicidado.
El presunto autor material del crimen, que según el vecindario padecía concretamente Asperger, estaba al cuidado de sus padres desde hace años (esa era su única ocupación) no era una persona violenta sino afable. Este mismo testimonio de allegados avala la hipótesis del brote psicótico del presunto homicida que baraja la policía, pero también abre la puerta a que el doble parricidio pueda enmascarar una violenta forma de eutanasia no deseada.
Algunos conocidos de la familia han explicado que el padre, de 90 años de edad, estaba muy mal de salud y que la madre había sufrido hace unos días un ictus que la habría dejado bastante tocada. Estas fuentes se decantarían porque el hijo hubiera decidido acabar con la vida de sus padres (y con la suya propia) para acortar sufrimientos a todos. Por eso se habría suicidado después del macabro crimen.
A primera hora de la tarde la juez se ha personado en el domicilio familiar de Molins de Rei, donde se ha proseguido recogiendo indicios, una vez levantado el cadáver de la madre en el barrio barcelonés de Sant Martí. El Ayuntamiento de Molins de Rei ha decretado un minuto de silencio por el parricidio.