Las empresas Cementos Molins y Damm se unen al proyecto de construcción de las balsas de Molins de Rei, impulsado por la Comunidad de Usuarios de Aguas de la Vall Baixa y Delta del Llobregat (CUADLL). El proyecto busca mejorar el aprovechamiento sostenible de las aguas subterráneas con la expansión de las balsas cerca del río Llobregat.
El proyecto de CUADLL ha diseñado varias infraestructuras para la captación y canalización del agua del río, y la consecuente recarga del acuífero Vall Baixa y Delta. La producción anual del acuífero (60 hm3) es comparable a la capacidad de la desalinizadora y depuradora del Prat, la más grande de Europa para el abastecimiento urbano.
Las balsas de recarga de Molins de Rei son esenciales para el uso sostenible del acuífero de la Vall Baixa y Delta del Llobregat. Las balsas abarcan un total de 14.000 m2: una captación en el río, una pequeña balsa de decantación y cuatro balsas de infiltración.
La construcción de la infraestructura se ha dividido en dos fases. La primera, financiada por CUADLL y el Programa Interreg Sudoe a través de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), se llevó a cabo entre 2021 y 2022.
La segunda fase del proyecto ha comenzado este año 2024 y cuenta con la cofinanciación de Cementos Molins y Damm, cuyas sedes están ubicadas en el Baix Llobregat. Además, ambas empresas tienen pozos en el acuífero de la Vall Baixa y Delta.
"El desarrollo sostenible es una prioridad para Cementos Molins, así que colaborar en este proyecto nos llena de orgullo”, ha expresado Carlos Martínez, director de Desarrollo Corporativo y Sostenibilidad. “Esta iniciativa demuestra claramente nuestro compromiso con el medio ambiente, las comunidades locales y otras empresas y entidades que comparten nuestra visión”.
Según Enric Queralt, director técnico de CUADLL, "para lograr un acuífero sostenible, es importante implementar medidas como las balsas de recarga”. Estas balsas permiten aumentar la capacidad de almacenamiento del acuífero, algo muy beneficioso en tiempos de sequía.
Conectando las nuevas balsas al agua regenerada de la depuradora del Prat, el proyecto propone cerrar el ciclo del agua en respuesta a la actual sequía. Esta solución innovadora permite la reinfiltración del agua regenerada en el acuífero, mejorando así su calidad y contribuyendo a su autodepuración natural.
Se ha llevado a cabo la selección de la ubicación de las balsas siguiendo criterios hidrogeológicos, ya que se encuentra en una de las zonas de infiltración más eficientes del río en la Vall Baixa. Además, su proximidad a los humedales de Molins de Rei permite una complementariedad ecológica entre ambas infraestructuras.