Desde hace más de un año, el Hospital de Bellvitge (HUB) ha incluido la administración de esketamina como tratamiento en los pacientes con depresión resistente. Los datos obtenidos desde su primera aplicación confirman una mejora significativa en aquellos pacientes que han experimentado una descompensación grave de la enfermedad durante mucho tiempo y han fracasado en numerosos tratamientos anteriores.
A finales del año 2022, la Agencia Europea del Medicamento (EME) aprobó el uso de la esketamina para los casos de depresión resistente en los que se haya fracasado previamente al menos dos líneas de tratamiento antidepresivo adecuado.
La esketamina es un derivado de la ketamina, un compuesto químico comúnmente utilizado en anestesia general, que ha demostrado generar cambios positivos en el cerebro de las personas con depresión.
El Dr. Sergi López, especialista de la Unidad de Depresión Resistente del HUB, se ha mostrado optimista a raíz de los resultados, pero ha advertido que “hay que ser prudente con los resultados, ya que todavía no tenemos datos de la evolución a largo plazo”. Al tratarse de un tratamiento relativamente nuevo, todavía no se dispone de la suficiente experiencia con el fármaco como para definir los resultados del tratamiento entre los seis meses y el año de su administración.
El fármaco se autoadministra mediante un espray nasal, siempre bajo la supervisión y asistencia de profesionales médicos y de enfermería en el hospital. Según los datos preliminares de los primeros pacientes tratados con esketamina en el Hospital de Bellvitge, la vía intranasal propicia un inicio de la acción antidepresiva más rápido que con los fármacos tradicionales, además de evitar el metabolismo hepático y la absorción gastrointestinal.
Tras cada administración de esketamina, se mantiene al paciente en observación en el centro durante aproximadamente 90 minutos para controlar ciertos efectos secundarios transitorios. Según los datos registrados, los principales efectos adversos del fármaco incluyen un aumento de la presión arterial, náuseas, cefaleas, mareo y episodios leves de disociación.
A pesar de los efectos secundarios, los datos iniciales de los pacientes tratados en el Hospital evidencian que la esketamina muestra un buen perfil de tolerancia y seguridad, lo que la convierte en una opción viable para aquellos pacientes que no han tenido éxito con los tratamientos farmacológicos para combatir la depresión.
El pasado 21 de marzo, el Hospital de Bellvitge organizó una jornada, junto con otros centros como el Hospital de Sant Pau (Barcelona), centrada en la consolidación de las unidades de neuromodulación y terapias avanzadas. En el marco de esta jornada, se creó un debate en torno a los datos preliminares de los primeros pacientes tratados con esketamina en el Hospital de Bellvitge.
Una de las conclusiones del debate ha sido la necesidad de mantener una coordinación entre los psiquiatras de los centros de salud mental de adulto (CSMA) y los centros hospitalarios de atención psiquiátrica del territorio. Según los especialistas, esta cooperación será fundamental para el seguimiento de los pacientes y la evaluación a medio y largo plazo de la eficacia del tratamiento con esketamina.