El colegio Teide de Viladecans tendrá como propietario el próximo curso a un inversor chino, que se ha convertido en el salvador de un centro educativo con más de 40 años de historia y 230 niños escolarizados. La escuela concertada estaba gestionada en un régimen de cooperativa de familias y ya había anunciado su cierre ante la pérdida de matrículas por la baja natalidad en el municipio del Baix Llobregat. “Llevábamos cuatro años que no teníamos suficientes alumnos. De cara al curso siguiente era muy difícil poder continuar con la situación económica que arrastramos”, reconoce Núria Fuertes, directora del Teide, sobre un drama que el señor Ran Liang ha evitado tras hacerse con la titularidad durante los próximos cinco años, con la única condición de que impartan la lengua oriental en horario lectivo.
La propuesta generó consenso entre las familias, que pasaron en tan solo un mes del llanto, por digerir el fin del proyecto educativo, a la alegría por mantener abierta la escuela. “Buscamos diferentes opciones y todas habían sido negativas. Fue una gran sorpresa cuando apareció Liang. La decisión se ha tomado en menos de dos semanas. Fue muy sorprendente. Tenía muy claro que quería intentarlo”, recuerda Núria sobre el rápido interés del empresario asiático. Su vínculo con la escuela Teide llegó a través de Xiaobing Wang, la responsable del Centro Cultural Chino de Manresa que logró que el colegio concertado cediese sus instalaciones los domingos para impartir clases abiertas de chino a todo aquel que tuviera interés en aprender.
“Se enteró que la escuela estaba a punto de cerrar. Ella conocía a la persona que sabía que podía estar interesada en el tema educativo, aunque sus empresas no tienen relación y dijo que simplemente le podría interesar. Finalmente vino a la escuela. Quería saber toda la información y llegaron a un acuerdo de esta cesión”. Así se fraguó el inicio de una nueva relación, en la que la voluntad de Liang es seguir siendo una escuela catalana. “No quieren que sea un centro chino al estilo British o Liceo Francés. Simplemente desea una centro donde haya un peso de la cultura china”., relata Núria.
Los alumnos de P-3 hasta cuarto de la ESO contarán el próximo curso con una asignatura de la lengua oriental en la sexta hora que poseen los centros concertados. “Quitaremos horas de inglés, que se pueden recolocar en otro tipo de materias que habitualmente se hacen en catalán, como plástica”. Esta iniciación a una nueva cultura es el fruto de un acuerdo que “beneficia” a los alumnos. “Es muy difícil para aprender, pero ya sabemos que cualquier idioma cuanto antes empieces más posibilidades de éxito”, reconoce la directora del Teide sobre una oportunidad que las familias celebran, aunque de manera precavida.
“Suena raro, no entraba en los planes de nadie que tu hijo aprenda chino, pero puede ser una buena opción para el futuro antes que plantearse el cierre y tener que cambiar de colegio”, admite Jessica Juárez, madre de dos hijos que podrán seguir en el colegio Teide el curso que viene. “Salimos ganando. Les van a enseñar chino con canciones, juegos y manualidades. No será el típico libro y a estudiar. Si aprenden algo, pues bueno es”. Sin embargo, algunos padres son más escépticos ante el futuro del centro a manos del empresario chino. “Te agarras a esta opción porque no hay otra. Hay familias que marcharán porque piensan que van a convertir el colegio en privado. No se lo acaban de creer”.
El centro ha asegurado que el objetivo de la futura titularidad es hacer un proyecto educativo con “viabilidad a largo plazo” y con “una amplia” previsión de futuro, “mucho más allá” de los cinco años que contempla el acuerdo inicial. “El hecho de vivir en una sociedad abierta y multicultural ha llevado al señor Liang y la señora Wang a proponer un proyecto de futuro singular: la introducción progresiva de la lengua china y el refuerzo del inglés. Queremos que todos los alumnos cuando acaben su escolaridad en nuestro centro conozcan cuatro idiomas: el catalán, el castellano, el inglés y el chino”, culminan desde el colegio Teide, que ha informado a los Servicios Territoriales del Baix Llobregat y el Departamento de Educación del proceso previo y de los cambios que se prevén a partir del curso próximo.
Los alumnos han celebrado la continuidad del colegio, aunque antes de la inesperada aparición del inversor, algunos padres trataron de evitar el cierre por todas las vías pese a la delicada situación económica del colegio. Una fortaleza que derivó en la creación de ‘Salvemos la Escuela Teide de Viladecans’, un grupo que creó una recogida de firmas por internet a través de una campaña de ‘Change.org’ y convocó el pasado 14 de febrero una manifestación frente al Ayuntamiento de Viladecans, como señal de protesta. “Hubo un poco de lucha de las familias para que los niños pudieran seguir juntos. Algunos están desde P-3 juntos”. Incluso lloraron en la jornada de movilización. “Sobre todo la clase de quinto de Primaria, que está muy unida, También las familias, que ya se emocionaron en la primera asamblea de socios en la que se habló del cierre”.
En el caso de Jessica optó por no alertar de la situación a su hija de cuatro años y su hijo de siete, con autismo: “El cambio de rutina le afecta más y lo pensaba gestionar diferente cuando tuviera las cosas más claras”. Ahora, sus dos pupilos podrán seguir aprendiendo en el mismo colegio rodeado de sus amigos gracias a la aparición de Riang Liang, quien ya ha informado que los alumnos llevarán uniforme a partir de septiembre. “Regalará uno a cada niño el primer año y hará reformas por el edificio”. Pequeños cambios con los que tratará de remontar la situación de una escuela con una sola línea que se llamará Escuela Teide Internacional. “Su idea es que el colegio continúe de la misma manera 40 años más. Otra cosa es que de aquí a cinco años no consiga remontar el número de matrículas y la escuela no sea viable económicamente. A partir de aquí, supongo que ellos tomarán decisiones sobre qué hacer con la escuela. Pero eso es como cualquier otra empresa”, apunta la directora del centro educativo.
Ante el posible cierre de la escuela, en la actual preinscripción para el curso 2024-25, que acaba el 20 de marzo, los Servicios Territoriales de Educación estudiaron la reubicación de los alumnos entre el resto de escuelas e institutos de Viladecans. “Nos propusieron si queríamos ir en grupo a una escuela pública que había cerrado una línea. Había esa posibilidad de que fuesen allí, pero las familias no les acabó de convencer. Era un ambiente triste y de mucha inquietud y nerviosismo de cara al curso que viene. Muchos llevamos muchos años en la escuela y en junio nos quedábamos en la calle”. Una conjetura que evitó el inversor chino, quien ya afronta la ardua tarea para conseguir alumnos de cara al próximo curso. “Vamos tarde. Para muchas familias nuestra escuela estaba cerrada, no era una posibilidad que contemplaban. Esto nos irá en contra este curso. Las familias ya han hecho las puertas abiertas y ya tienen la decisión tomada”, lamenta Núria Fuertes. Pese a ello, desde el centro tratarán de buscar nuevos alumnos hasta el próximo 9 de septiembre, fecha en la que comienza el curso 2024/25. III
¿Quién es quién? |
Por su parte, el papel de Xiaobing Wang ha sido providencial para la continuidad del Teide. La mujer de origen chino lleva 15 años viviendo en Manresa, donde fundó con otras cinco personas la Asociación Centre Cultural Chino, que preside. También es profesora de chino en la Universidad de Manresa y a partir de ahora será la nueva coordinadora del colegio de Viladecans, que seguirá educando a los más jóvenes tras cuatro décadas en activo. III |