La propuesta filtrada del President de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès (ERC),de utilizar el Aeropuerto Josep Tarradellas de Barcelona-El Prat en una inédita configuración de 'pistas independientes' (lo que acarrea sobrevuelos sobre zonas habitadas y una fuerte contaminación acústica), ha caído este jueves como una bomba en los municipios del Delta del Llobregat. Pero el artefacto ha sido rápidamente desactivado, porque los alcaldes de los cuatro municipios más afectados por la hipotética implantación del proyecto (El Prat, Viladecans, Gavà y Castelldefels) han salido en tromba a la palestra para oponerse de forma rotunda a una propuesta con marcados tintes “electoralistas”, según los ediles. Hasta el ministro de Transportes (Miteco), Óscar Puente, ha negado la mayor, enviando directamente a la papelera por “inviable” la alternativa unilateral de Aragonès, que nadie conocía ni se esperaba.
La propuesta del Govern consistía básicamente en que durante los meses de julio y agosto (de 10.00 a 14.00 horas) las pistas pratenses funcionaran de forma independiente, es decir, aceptando tanto despegues como aterrizajes. Actualmente, El Prat funciona con la configuración de pistas segregadas que contempla despegues por la tercera pista (la más próxima al mar) y aterrizajes por la pista principal (la más alejada). De esta forma se evita el sobrevuelo de zonas habitadas, especialmente en los despegues, ya que los aviones viran en dirección al mar antes de pasar por encima de Gavà-Mar. Según el Govern, funcionando con pistas independientes se podría pasar de los 78 vuelos por hora actuales a los 90 movimientos, el máximo previsto en la declaración de impacto ambiental, lo que fomentaría las conexiones intercontinentales.
Para fundamentar su propuesta, el plan de Aragonès esgrimía su no afectación a los espacios naturales protegidos de El Remolar y la Ricarda (este último amenazado por una hipotética prolongación de la tercera pista). Además, el plan venía acompañado de la histórica reivindicación de que la Generalitat se incorpore a la gestión de los aeropuertos catalanes (desplazando a la empresa público-privada AENA) lo que, de soslayo, permitiría dar más protagonismo a los aeropuertos de Reus y Girona, que asumirían los vuelos que no caben en Barcelona beneficiándose de una futura interconexión con trenes de alta velocidad.
Pero tras el anuncio sorpresa, al President le han llovido los palos desde el territorio y desde el resto de administraciones, lo que vaticina que su plan no llegará a buen puerto. El que ha disparado primero, y más fuerte, ha sido el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler (Comuns) que ha tildado el proyecto de "broma electoralista” que se ha guardado para la precampaña a las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo cuando “ha tenido todo el tiempo del mundo", ha evidenciado Mijoler. “La campaña electoral no es momento para jugarse a los dados el futuro del aeropuerto de El Prat”, ha sentenciado el alcalde, quien deja claro a la menor oportunidad que su ciudad se opone “frontalmente a cualquier ampliación” de las instalaciones.
La alcaldesa de Gavà, Gemma Badia (PSC), que ha en una rueda de prensa convocada de forma urgente tras conocerse la filtración, ha advertido con contundencia que “Gavà jamás aceptará que el Aeropuerto de El Prat funcione con pistas independientes. Es una línea roja que haremos lo que haga falta porque nadie traspase”. Punto. Badia ha incidido en que el “unilateral e inviable” plan del President Aragonès, “vulnera el compromiso de garantizar la paz acústica en los municipios del entorno aeroportuario y rompe los consensos. Esta propuesta es una absoluta falta de respeto a los vecinos. La indignación y la decepción es máxima”, ha sentenciado.
El alcalde de Castelldefels, Manu Reyes (PP) ha criticado la “electoralista” propuesta de Aragonés y que no se haya consultado previamente con el territorio. “Nos afecta directamente y no se ha hablado con nosotros. Nos hemos enterado por la prensa” que ha filtrado la noticia, se ha quejado Reyes. El alcalde de Viladecans, Carles Ruiz (PSC), ha puntualizado que no es el momento de “proponer ocurrencias” sino “de dialogar con el territorio y buscar soluciones”.
Uno de los puntos más críticas por los alcaldes del Delta ha sido que la medida esté tan acotada –en meses y franjas horarias- y afecte a tan pocos vuelos (sólo el 1,2%), porque lo que se necesita es una solución global., “Ni el aeropuerto ni la economía se gestionan dos meses en el año y por unas horas. Esto demuestra la inoperancia del Gobierno actual para abordar el presente y el futuro de Cataluña”, ha disparado Mijoler desde El Prat.
Badia le ha apuntado que nunca la solución puede pasar porque los vecinos de Gavà-Mar (el barrio más afectado por una configuración de pistas independientes) sea “cerrar ventanas dos meses en el año y solo cuatro horas y expulsar a los vecinos del barrio”, comprándole las viviendas o aislándoselas, como propone el Govern. “Seguro que hay alternativas más serias”, ha respondido la alcaldesa, recordando que su está “a favor de mejorar, desarrollar y promocionar el aeropuerto, pero no a cualquier precio. Se tiene que hacer bien y se puede hacer bien. No puede ser una pesadilla para los vecinos”, ha recalcado
Mijoler ha emplazado al Govern y al resto de administraciones implicadas a “abrir un debate sereno y serio sobre un asunto crucial como el futuro de la infraestructura después de las elecciones”. “Tenemos cuatro años para debatir este modelo serierdad y rigor porque no se trata de contraponer patos y vecindario sino de qué modelo queremos para el aeropuerto y para el país”, ha subrayado el alcalde de El Prat, quien ha aprovechado la coyuntura para reclamar al ejecutivo de Aragonès que apruebe la ampliación de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que blindaría la laguna de la Ricarda y que sigue pendiente “desde hace meses”, pese a los anuncios y las promesas.