La comarca se llena de luz, colores, libros y flores por Sant Jordi, este martes 23 de abril. La tradición de regalar una rosa roja sigue con vida, año tras año, pero las nuevas modas han traído nuevos colores a los ramos. Según los estudios de los expertos, en los años anteriores a la pandemia, las rosas de colores, incluso las ‘arcoíris’, estaban en auge, ganando popularidad a la versión más tradicional. No obstante, en estos últimos años, la rosa roja ha vuelto a ser la estrella de la jornada.
El juego de cromatismos de la flor ofrece grandes posibilidades de creatividad y originalidad: aquellos que prefieren ir ‘a lo seguro’ y ‘a lo de siempre’ optan por una rosa roja, y los más atrevidos pueden hacer un ramo de colores variopintos.
Para ir más allá de meras estadísticas, los expertos han analizado el simbolismo de los colores de las rosas, para aquellos que quieran buscarle un sentido más poético a las flores que regalan. Como bien dicen, en la variedad está el gusto, y en este caso, el significado.
El primer color que nos viene a la cabeza si pensamos en rosas es, sin duda, el rojo. El rojo, el más tradicional, el color de la pasión y el reflejo del poder del amor: es la flor ideal para regalar a tu pareja. En el lado opuesto, tenemos el blanco: el blanco se ha relacionado a lo largo de la historia con la pureza.
La pureza y la inocencia que se esconden detrás del tono blanco se ejemplifica claramente en los vestidos de novia. Esto mismo lo podemos trasladar a las rosas: una rosa blanca muestra un amor sincero, eterno, perfecto para regalarle a alguien que queremos tener para siempre en nuestras vidas, y que amamos fielmente y con toda nuestra alma pase lo que pase.
Ahora bien, si quieres tener un detallito con un amigo, puedes optar por una rosa amarilla. El amarillo simboliza el poder de la amistad, pero también de la felicidad: es el color perfecto para decirle a tus amistades que aprecias vuestro fuerte lazo, y que su presencia en tu vida te hace un poquito más feliz.
El azul también tiene una fuerte carga simbólica. Esta tonalidad, elegante y profunda, simboliza el misterio de lo desconocido, la incertidumbre del porvenir (en el mejor de los sentidos). Una rosa azul puede ser la opción ideal para regalarle a alguien que estás conociendo, y aún no sabes si pronto cambiará a rojo (o a blanco), para mostrarle la intriga y las ganas de descubrir el nuevo vínculo. Por otro lado, también puede relacionarse con aquello ‘inalcanzable’, por lo que es el color perfecto para regalarle a alguien a quien admiramos profundamente, o a ese amor ‘platónico’ que quizás nunca florezca.