El temporal de este lunes 29 de abril ha dejado rastros en varios puntos de la costa central catalana. En Gavà ha provocado la regresión de las playas, calles inundadas en las zonas bajas (como los polígonos industriales). La zona agrícola de Gavà también ha sufrido inundaciones, lo que ha tenido consecuencias nefastas para los cultivos.
Según ha informado Ecologistes en Acció - Les Agulles, los efectos sobre el medio ambiente en el Baix Llobregat han sido muy graves. El temporal ha causado el derrame de aguas fecales desde Gavà hacia dos tramos: primero, hacia la Riera de les Parets, y luego hacia la Riera dels Canyars. Estos dos tramos afectados son competencia municipal de Gavà.
Según ha documentado Ecologistes en Acció, “un gran río de aguas negras y malolientes” ha descendido por la Riera de les Parets, que está completamente canalizada a través del área urbana. Después, esta riera contaminada ha seguido su curso hasta la Riera dels Canyars, camino al mar, tras unirse con las aguas pluviales que fluyen naturalmente desde el Massís del Garraf.
Ecologistes en Acció ha denunciado que estas aguas fecales, además de los excrementos del alcantarillado, han arrastrado una gran cantidad de residuos sólidos (como plásticos, latas, toallitas y chatarra) que estaban acumulados en la riera debido a la falta de mantenimiento.
El impacto ambiental es evidente en el curso fluvial, con agua negra y putrefacta y una disminución significativa en la población de pájaros. Sin embargo, el impacto también es grave en el mar: además de las bacterias fecales y los fosfatos presentes en las aguas residuales urbanas, estos episodios arrastran una gran cantidad de sólidos hacia el mar, afectando a la biodiversidad.
Estos episodios son ya un fenómeno recurrente, “debido al sistema de colectores totalmente deficitario, al no haber separación entre aguas pluviales y fecales”, han denunciado los ecologistas. Durante años, Ecologistes en Acció ha insistido ante las autoridades municipales para que se realice un plan de inversiones para instalar una red separativa de aguas pluviales y fecales. Las aguas pluviales deben dirigirse a las rieras, mientras que las fecales deben ir a la depuradora. No obstante, Gavà todavía no cuenta con esta red; por lo tanto, cada vez que llueve, el tubo único que contiene todas las aguas colapsa y derrama su contenido en los aliviaderos de la riera.