La expresión ‘sin filtros’”, referida a expresarse sin ambages ni tapujos, le venía que ni pintada al gran Rubianes y ciertamente ejerció de persona y personaje sin filtros en tiempos en los que lo políticamente correcto era poco menos que comulgar con ruedas de molino.
Lo cierto es que resulta muy complicado, a mí me lo parece, ejercer como el maestro Rubianes. Se espera de nosotros que seamos prudentes en el uso del lenguaje, que lo conveniente es la ambigüedad, que lo correcto y cortés es no polemizar en el ámbito de lo social, familiar y profesional para no herir susceptibilidades.
Sin embargo, nos piden continuamente que seamos sinceros, que demos nuestra opinión sin reparos, que no callemos si nuestro criterio es contrario a lo que escuchamos… pero es difícil, muy difícil no ponernos filtros porque, en realidad, a lo que aspiramos, la mayoría, es a no alterar nuestro pequeño ecosistema de relaciones para que la rueda social, familiar y laboral siga girando sin abruptas interrupciones por un exceso de sinceridad, por mucho que nos la demanden.
PALOMA BRAVO (Madrid) escribe una obra en la que el lenguaje desinhibido y profundamente realista y sincero de las protagonistas incide significativamente en el comportamiento y en los acontecimientos que desarrolla la trama de la novela. Licenciada en Derecho y Máster en Periodismo, debutó como escritora en 2010 con ‘La novia de papá’ , obra que precede a títulos como ‘Tres mujeres solas’, ‘Solos’ o ‘Las incorrectas’’, entre otros varios que incluyen tanto novelas como cuentos infantiles.
SIN FILTROS (Paloma Bravo. Contraluz Editorial, 2023) En una entrevista publicada en El Correo XL Semanal (13/10/2023), Paloma Bravo nos adelanta que “…es una novela sobre madres y sobre cuánto nos condicionan y condicionamos a nuestros hijos, y lo difícil que es hacerse mayor.”
Elena, Ana y Sofía son las protagonistas de una historia, en realidad varias historias que convergen hasta convertirse en una sola, que se adentra en los frágiles territorios en los que habitan nuestras relaciones familiares, el entorno social y laboral en el que nos movemos, el escenario cambiante, a menudo caótico e imprevisible, del acompañamiento que hacemos a nuestros hijos en su proceso de crecer y en la inquietante constatación del deterioro físico y mental de nuestros padres, a los que habremos de acompañar en un viaje que está plagado de obstáculos sin tener una hoja de ruta programada o un manual de instrucciones para entender las múltiples variables que presentan tanto la adolescencia como la vejez.
Si algo tienen en común ambas etapas es que tanto adolescentes como mayores, por lo general, se comunican con el resto de los mortales con un lenguaje carente de filtro y, claro, hay que estar muy mentalizados para no sucumbir al torrente de sinceridad y atrevimiento con el que se expresan.
En la entrevista mencionada anteriormente, Paloma Bravo sobre el tema del libro, también se manifiesta con claridad meridiana: “Está muy bien cuando eres tú la que va sin filtros; pero cuando te cruzas con alguien que va sin ellos, te puede hacer muchísimo daño…”
¿Qué cuál es mi humilde opinión? Pues que también me gustaría decir siempre lo que pienso, sin filtros. De hecho, me lo había prometido al entrar en los 60 (me parecía una edad para concederme ciertas licencias) …pero he descubierto que tal vez me convenga posponer semejante meta, al menos otra década más. Y para entonces…ya veré si aún me doy la misma respuesta que el admirado José Mota se otorga en no pocas ocasiones: “Hoy no…¡mañaaana!”
¡A disfrutar de una lectura sin filtros, lector@s empedernid@s! III