La reciente conclusión de la reforma de la comarcal C-245 (avenida de la Constitució) a su paso por Castellefels ha dejado atrás años de molestias a los vecinos, restricciones de tráfico y alguna que otra protesta de comerciantes por los de las consecuencias negativas de las obras. Pero al final, como se entendía que el sufrimiento, además de pasajero, era por un bien mayor –la reordenación del víal y su uso preferente para los autobuses y los ciclistas, entre otras mejoras, la resignación hizo que el malestar no fuera a mayores.
Sin embargo, el final de las obras ha traído una mayúscula sorpresa a los usuarios de la avenida: los autobuses no siempre utilizan el carril bus. En concreto, no circulan por el que atraviesa el centro de la glorieta de la plaza Colom, sino que la circunvalan por el exterior de la rotonda como el resto del tráfico viario. Aunque las habladurías apuntan en otra dirección (aunque son eso, habladurías) la medida se ha tomado por motivos de seguridad, según fuentes municipales.
La plaza Colom es uno de los principales nudos de acceso a Castelldefels desde la autopista C-32- En ella desemboca la avenida del Canal Olímpic, que también conecta con la playa y el centro comercial Ànec Blau, entre otros equipamientos El tercer brazo de la encrucijada es la avenida de Manuel Girona, uno de las vías vertebradoras del barrio de El Castell-Poble Vell y portal de entrada a barrios de montaña como Vista Alegre o Can Vinader. La avenida Constitució –eje longitudinal de la plaza- es el principal enlace por carretera con el casco urbano de Gavà y lleva también a Viladecans, Sant Boi y Cornellà. Tres líneas de autobús (CF1, CF 2 y L95) utilizan parcialmente la glorieta porque no disponen de carril propio (porque circulan por el eje de las avenidas Canal Olímpic y Manuel Girona y otras cuatro atraviesan la plaza de este a oeste (L99, M5 y los nocturnos N16 y N19 por el carril bus de la C-245.
Al llegar a la plaza, procedentes de Gavà o del centro de Castelldefels, los autobuses que circulan por la avenida Constitució por su renovado carril bus también la salvan por la rotonda, en lugar de continuar recto por el recién construido carril segregado que atraviesa el centro de la glorieta como sería natural, y que actualmente está barrado con una línea de conos, como puede apreciarse en las fotografías adjuntas, lo que impide el paso de vehículos.
Aunque el carril bus que atraviesa la rotonda ha sido construido ex profeso para el paso del transporte público (y así consta en los planos originales del proyecto), el Ayuntamiento de Castelldefels ha decido dejarlo inoperativo después de realizar “diferentes estudios y comprobaciones” que han concluido que “la situación más segura para los vehículos” es que circulen por la rotonda, según fuentes municipales. Es decir, siguiendo “la disposición actual”.
La explicación es sencilla. “Dado que los autobuses tampoco pierden demasiado tiempo (utilizando la rotonda como el resto del tráfico rodado) se ha considerado más adecuado mantener esta situación (giro por la glorieta) y no hacer que los vehículos pasen por el carril bus central. El objetivo es garantizar la seguridad”, han remarcado las mismas fuentes. Y es que, al parecer, el paso de los buses por el centro de la plaza distorsionaría la circulación, en un punto muy transitado, y complicaría la regulación semafórica, lo que podría derivar en retenciones y colisiones por despistes o infracciones.
Pero los cuchicheos populares apuntaban en otra dirección: que los autobuses no utilizaban el carril segregado central porque debido a su anchura no permitían el paso a la vez de dos convoyes que circularan en sentidos opuestos. El Ayuntamiento de Castelldefels desmiente completamente esta teoría de los vecinos: “Sí que caben los dos autobuses”, ha asegurado un portavoz.
Por su parte el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) responsable última de las líneas de autobús interurbanas que pasan por la rotonda y que deberían utilizar el carril cerrado del interior de la plaza, ha dejado claro que no tiene nada que ver con que el cambio en el recorrido porque el consistorio local “es el responsable de regular la circulación de los autobuses per las vías urbanas” y por tanto, el único que conoce “las causas por las que no circulan las líneas” afectadas por el carril bus que secciona la plaza Colom, lo que también descarta que las dimensiones de los buses tengan algo que ver con la llamativa decisión.