El colector interceptor de Castelldefels que este lunes se rompió, provocando la llegada de aguas residuales a la playa de La Pineda ha dejado por fin de contaminar la costa, después de tres largos días. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y la compañía Aigües de Barcelona han confirmado este jueves que ya ha cesado “el vertido forzoso en discontinuo de aguas residuales”, pero que todavía se trabaja a destajo para reparar la conducción y llevar a la depuradora las aguas fecales que siguen atrapadas en una corredera Maestra que, en circunstancias normales, solo conduce aguas pluviales.
La estratégica cañería de la red de saneamiento -que comunica Les Botigues de Sitges con la Estación Depuradora (EDAR) de Gavà-Viladecans, atravesando Castelldefels y que recoge todas las aguas residuales domésticas que se generan a su paso - se partió a la altura del camino de la Pava, en el término municipal de Gavà, pero las aguas negras acabaron llegando a la playa de Las Palmeras y al espacio natura de la Olla del Rei, ambos en Castelldefels. La avería provocó que cesara el bombeo de agua hacia la depuradora.
Desde que se detectó la rotura, los técnicos metropolitanos y de Aigües de Barcelona han trabajado de forma coordinada para mitigar los daños del vertido al medio ambiente. La primera actuación llevada a cabo ha sido el desbrozado de la zona y la instalación de un well-point, un sistema de secado que ha permitido excavar para reparar la cañería. Una vez localizado el punto de fractura –para lo que se ha utilizado un robot equipado con una cámara- se ha conectado un by pass para trasvasar el agua sucia, que se ha retirado utilizando un total de 15 camiones cuba. “Se ha minimizado el vertido al medio”, han asegurado fuentes metropolitanas.
En paralelo, se ha abierto la barrera de arena de la playa de La Pineda, en la zona próxima a la plaza de las Palmeras, para dar salida al agua de los colectores de aguas pluviales de Castelldefels y bajar el caudal de la corredora Maestra. La rotura ha sido de tales dimensiones que ha habido que reponer un tramo de seis metros de tubería y sustituirlo por uno nuevo, ya que la complejidad de la fractura impedía repararlo desde el exterior. También se han reforzado los tramos adyacentes para prevenir futuros incidentes.
El accidente, y el posterior vertido de aguas negras, del lunes era bastante previsible. Es de dominio público que el colector interceptor de Castelldefels se ha quedado obsoleto y acumula en su historial más reciente varios episodios de vertidos de aguas residuales y de roturas. Lo más lamentable es que una vez se supere el actual incidente, continuará el riesgo de que vuelva a producirse un episodio similar, por lo menos hasta dentro de dos años largos, que es lo que puede tardar en construirse el nuevo colector previsto para sustituir al actual.
Conocedor de esta situación de riesgo medioambiental, el consejo del AMB aprobó en noviembre del año pasado el Estudio de alternativas y el Estudio de impacto ambiental para la construcción de una nueva canalización. El 30 de enero, el AMB solicitó a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) la firma de un convenio de colaboración para financiar las obras de ejecución del proyecto de nueva cañería, que ascienden 8 millones de euros. A día de hoy, se está pendiente de que la Generalitat de Cataluña tramite la preceptiva declaración de impacto ambiental del proyecto lo que sitúa el posible inicio de las tan necesarias obras a finales del 2025.