Las autoridades policiales han logrado desmantelar una organización criminal juvenil multidelictiva, autodenominada “Los Demons de Ciudad Meridiana” o “LCDM”, en un operativo conjunto de la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona. La investigación conjunta HELLCAT-WARRIORS, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 23 de Barcelona, ha logrado detener a once miembros de la banda tras realizar registros en domicilios de varios municipios de los alrededores de Barcelona, uno de ellos en L’Hospitalet.
La organización estaba compuesta por individuos de origen latinoamericano en su mayoría. Los miembros de la banda han sido detenidos por presuntos delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, así como pertenencia a una organización criminal. Se les imputa, además, la participación en delitos violentos, como tres robos con fuerza, dos delitos de lesiones y un robo con violencia.
En su carrera delictiva, los miembros de esta organización criminal compartían algunas señas de identidad que los unían. Los investigadores han llegado a la conclusión de que "Los Demons de Ciudad Meridiana" pretendían organizarse con una estructura similar a los colectivos delictivos de sus países de origen, aunque adoptando una autonomía e identidad propia.
La organización contaba con una estructura criminal clásica, con una ordenación estable y perdurable, jerarquía en diferentes niveles y distribución de roles y tareas específicas entre sus miembros para garantizar el éxito de sus actividades delictivas. La organización operaba principalmente en el distrito Nou Barris de Barcelona, hasta llegar a hacerse con el control delincuencial de ese territorio.
La investigación ha demostrado que la organización tenía en su poder armas de fuego y armas blancas, como machetes, hachas, cuchillos, defensas extensibles o catanas. Estas armas podrían ser utilizadas para cometer delitos y agredir a miembros de organizaciones criminales con las que tienen rivalidad por el control del tráfico de drogas.
Además, varios de los investigados habrían recibido cantidades de dinero en sus cuentas bancarias, que habrían sido denunciadas por estafa bancaria. Además, se ha detectado que varios investigados se han suscrito a diferentes plataformas prestadoras de servicios, necesarias para llevar a cabo actividades delictivas como el phishing y el smishing.
En los últimos meses, el grupo investigado ha experimentado un aumento gradual en la ostentación de su violencia a través de las redes sociales. Según ha informado la Guardia Civil, “los delincuentes han desarrollado un sentimiento de impunidad y han asumido el control y monopolio delictivo en su área geográfica de operaciones”.
A raíz de su creciente actividad en redes sociales, los operativos policiales han procedido realizar doce entradas y registros, el pasado 30 de abril, en varios domicilios vinculados a la organización. En total, los agentes han detenido a once personas, cuyas edades oscilan entre los 17 y los 27 años.
Los detenidos han acumulado un total de 53 antecedentes policiales por diferentes tipos delictivos: robos con fuerza, robos con violencia e intimidación, tráfico de drogas, lesiones, amenazas y estafas bancarias.
Además, durante los registros, los agentes han incautado una plantación indoor de marihuana, con 81 plantas, así como diversas sustancias estupefacientes, sustancias precursoras y de corte, una prensa utilizada para fabricar drogas de diseño, balanzas de precisión y envoltorios para la venta al menudeo. La valoración económica total de estos elementos se estima en 28.138 euros.
Los agentes han intervenido, además tres armas de fuego y munición, así como varias armas blancas (cinco machetes, cinco cuchillos de grandes dimensiones y una catana). Además de armas, los agentes han incautado más de 24.000 euros en efectivo en los once domicilios, así como 15 patinetes eléctricos, así como numerosas joyas (de posible procedencia ilícita).