Salvador Illa (PSC) ha ganado las elecciones autonómicas del 12M en Cataluña de una forma incontestable, aunque siga en el aire su posible nombramiento como President de la Generalitat al no haber obtenido una mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario. Su investidura está a expensas de que ERC decidida darle su apoyo para alcanzar los 168 diputados (Comuns Sumar ya ha tendido una mano al ganador así que sus votos para reeditar un tripartito estarían confirmados). Y en esa victoria sin paliativos de los socialistas han jugado un papel vital y decisivo el Baix Llobregat y L’Hospitalet que se han volcado literalmente con la candidatura del exministro de Sanidad.
El análisis de los resultados en el territorio genera dos axiomas irrefutables. El primero, que el territorio metropolitano es el gran caladero español de votos socialistas. Y el segundo, que el procés independentista está muerto y enterrado si depende del Baix y L’Hospitalet, pues los partidos separatistas no han aglutinado ni el 30% de los sufragios. Todo lo contrario que las fuerzas constitucionalistas puras (PP y VOX) y las tibias (PSC) que sí suman sus apoyos rompen la barrera del 60%.
El gran triunfador de las elecciones al Parlament de Catalunya es, sin duda alguna, Salvador Illa, más aún en el Baix y L’Hospitalet que en el global de Cataluña. El candidato socialista ha recabado el 27.96% de los votos en Cataluña (lo que le confiere 42 escaños), pero esta cifra se dispara hasta el 36% en el Baix y el descomunal 42.52% en L’Hospitalet.
También es inapelable en el Baix y L’Hospitalet la recuperación del PP de Alejandro Fernández, que en el ámbito autonómico pasa de 3 a 15 diputados (10,97%). Los populares también han fraguado su resurrección desde el territorio: son segunda fuerza en L’Hospitalet (13,87%) y la tercera en el Baix (12.69%), pero pisándole los talones a la segunda (ERC, 13.32%), separadas por un exiguo medio punto.
En L’Hospitalet, los republicanos ocupan la tercera plaza por los pelos con el 10.8%, a menos de un punto de distancia del cuarto, que es Vox (10.01%). Los números de ERC en el territorio son un reflejo –amplificado- de su debacle en toda Cataluña, donde han perdido 12 asientos en el Parlament (de 32 a 20) además de la presidencia de la Generalitat. Aun así, retienen el 13.68% de los sufragios.
Otro dato reseñable de los resultados del 12M en el territorio es que Junts dista mucho de ser el referente del independentismo que puede presumir de ser en el conjunto de Cataluña, como segunda fuerza política detrás del PSC (35 escaños y un 21, 61% de los votos). En L’Hospitalet, los votantes del fugado Carles Puigdemont caen hasta el 7,7% (poco más de una tercera parte de la media catalana y relegados al quinto puesto en las preferencias electorales de la segunda ciudad de Cataluña). Tampoco pasan del 12.11% en el Baix (solo algo más de la mitad de los resultados de toda Cataluña), lo que los sitúa como cuarta fuerza en la comarca. Sin embargo, no se pude descartar del todo que su líder opté a la presidencia de la Generalitat si se produce una carambola que implica la sumisión de ERC a cambio de que Pedro Sánchez siga como Presidente del Gobierno.
Asímismo, la formación de Ignacio Garriga se mantiene estable en el Baix Llobregat y sube ligeramente en L’Hospitalet, donde es la cuarta más votada, por delante de Junts (10,01%) mientras que es quinta en el conjunto del Baix Llobregat (9.58%). La nota negativa del constitucionalismo es que se certifica la desaparición de Ciutadans (Cs fue la opción más votada por abrumadora mayoría en 2017) pues apenas recoge 1.156 papeletas (el 1.26%) en L’Hospitalet y 3.917 (el 1,1%) en el Baix.
Tampoco consiguen resultados relevantes en el territorio el separatismo extremo de la CUP y de Aliança Catalana. Los primeros no pasan de los 9.704 votos (2.73%) en el Baix y de 1.982 (2.16%) en L’Hospitalet, mientras que la formación de Sílvia Orriols únicamente acapara 6.087 papeletas en el Baix (1.71%) y 1.115 en L’Hospitalet (1.21 %), unos guarismos peores incluso que los de Cs en la segunda ciudad catalana. A nivel autonómico, los cupaires caen respecto a los comicios de 2021 (pierden 5 diputats) mientras que el partido de la alcaldesa de Ripoll se estrena en las urnas muy tímidamente (arranca sus dos primeros parlamentarios)
El otro gran derrotado del 12M en la comarca es Comuns-Sumar que se precipita hasta la sexta plaza tanto en L’Hospitalet (6.340 votos y el 6.91% del escrutinio) como en el Baix Llobregat (24.759 papeletas que suponen el 6.97% del total), aunque sus números son mejores que en el conjunto de Cataluña donde no pasa del 5,82%. La irrelevancia de la coalición comunista puede cristalizar si sus seis diputados (dos menos que en 2021) no sirven para que Salvador Illa sea el próximo President de la Generalitat de Cataluña.