Durante el primer año después de un infarto agudo de miocardio (IAM), los pacientes que sobreviven tienen un riesgo significativamente mayor de experimentar nuevos eventos cardiovasculares, incluyendo la muerte cardiovascular.
En una colaboración público-privada entre el Área de Enfermedades del Corazón del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) y Novartis, se ha desarrollado el proyecto Artemis, una herramienta pionera en el uso inteligente de datos que podría revolucionar la prevención en los doce meses posteriores al infarto.
El próximo jueves 30 de mayo, el Hospital de Bellvitge presentará este nuevo proyecto en el Congreso de la Sociedad Catalana de Cardiología. El Hospital ha estado implementando la herramienta desde 2021, como parte de su Programa de Cardiología Preventiva y Comunitaria (postIAM).
El proyecto Artemis es el primero de su tipo a nivel nacional. Gracias a un panel de control digital, ofrece una visión en tiempo real del estado de los pacientes que han sufrido un infarto, identificando a aquellos con mayor riesgo y anticipándose a posibles complicaciones mediante intervenciones preventivas más efectivas. La herramienta combina la reingeniería de procesos con la metodología de gestión Lean y el uso de datos inteligentes para tomar decisiones médicas.
La Dra. Oona Meroño, cardióloga, directora del Programa de Cardiología Preventiva y Comunitaria (postIAM) y co-coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del HUB, ha afirmado que gracias a este proyecto el Hospital “puede monitorizar en tiempo real la evolución de los pacientes”. Según ha explicado la Dra. Meroño, “hasta ahora las visitas de seguimiento eran el único modo de conocer las incidencias de los pacientes durante este periodo”. Con el proyecto Artemis, los profesionales “pueden valorar muchos parámetros de analíticas, datos biométricos y otras pruebas médicas que pueden influir en la evolución del paciente”, según ha explicado la Dra. “Con este nuevo sistema, podemos intervenir cuando sea oportuno, dar una atención especializada a los pacientes y mejorar los resultados a largo plazo”, ha añadido.
El Hospital de Bellvitge dispone, además, de un programa multidisciplinar que ofrece seguimiento a más de 250 pacientes al año durante los doce meses posteriores al alta hospitalaria tras un infarto. Durante este periodo, el Hospital trabaja coordinadamente con los centros de atención primaria de cada paciente, para ofrecer todos los elementos necesarios para la rehabilitación y recuperación de los pacientes.
Según ha explicado la Dra. Meroño, este programa aborda el control de los factores de riesgo cardiovascular en la prevención secundaria, incluyendo el entrenamiento físico, el autocuidado y una dieta adecuada, así como el apoyo psicológico. Según la Dra., “se puede reducir enormemente la mortalidad si los pacientes adquieren hábitos de vida saludable, como dejar de fumar y manejar adecuadamente la medicación, y si siguen un programa de rehabilitación cardíaca”.