Empieza la temporada de verano para las playas metropolitanas, un verano enormemente afectado por la crisis por sequía y la regresión de sus playas. Los temporales de este invierno y primavera han dejado huella en la costa, especialmente en las playas del Delta del Llobregat.
Pero no todo es cambio climático y borrascas: Ramon Torra, gerente del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ha subrayado la “artificialización de la costa” como una de las principales causas de la irrefrenable regresión de las playas. A fin de cuentas, las playas del entorno metropolitano son espacios naturales, pero increíblemente transitados y afectados por la actividad humana, con más de 11 millones de usuarios cada año. Esta “artificialización” de la playa deriva de “la creación de puertos marítimos y de la deficiente planificación urbanística”, ha añadido Torras.
La sequía, el otro gran reto de este verano, ha llevado a limitar el uso de las duchas y los ‘lavapiés’ al máximo. En algunos municipios, las restricciones se han flexibilizado levemente, mientras que en otros su uso está completamente deshabilitado.
La regresión de la costa implica cambios constantes en la morfología de las playas, como la reducción de su anchura. Ante estas modificaciones, el AMB ha tenido que replanificar y adaptar la gestión de sus playas. La administración metropolitana ha invertido 480.000 euros en la renovación de las instalaciones y el mobiliario de las playas, afectados por los temporales de invierno.
En las playas de Castelldefels, Gavà y Viladecans, el AMB ha instalado nuevas pasarelas, sumando un total de 1.250 metros de infraestructura entre los tres municipios. Los temporales han afectado también a las dunas de las playas de Gavà y Viladecans, por lo que el AMB ha invertido en la instalación de más de 600 metros para cerrar estas zonas.
Además de ‘curar’, el AMB también ha trabajado en ‘prevenir’. Según los estudios del AMB, en los últimos cuatro años se han producido temporales fuera de las temporadas habituales, con episodios fuertes de oleaje a principios de otoño y a mediados de primavera.
Para conseguir que sus actuaciones sean lo más resistentes a futuros temporales posibles, el AMBV ha llevado a cabo varios estudios sobre la orientación del oleaje, el viento y las condiciones climáticas de los temporales que azotan las costas mediterráneas. De este modo, el AMB ha podido adaptar la distribución del mobiliario y las instalaciones de la playa para minimizar los daños en caso de temporal.
Los temporales y el efecto del hombre en la costa han llevado a cambios en la morfología de las playas. Estos espacios están enormemente condicionados por factores externos como el viento, la lluvia, la presión atmosférica y los temporales de oleaje. Las playas metropolitanas son ligeramente diferentes de lo que eran en la temporada de 2023: su forma, su inclinación, sus peldaños… ya no son los mismos. De hecho, las playas de la zona metropolitana cuentan actualmente con un 20% menos de superficie que en verano de 2023.
El AMB ha estudiado las características de las playas tras los temporales, para colocar el mobiliario, las infraestructuras y los equipamientos adaptándose a la nueva realidad de sus playas.
Además, el AMB sigue trabajando en la construcción de unas playas 100% accesibles e inclusivas. Año tras año, organiza pruebas piloto de nuevas medidas y mejoras para facilitar el uso a todas las personas. Por ejemplo, el AMB ha instalado 80 metros de pasarelas de una anchura adaptada a las personas con movilidad reducida en las playas de El Prat.
El AMB ha colaborado con la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) para elaborar un estudio de la accesibilidad del mobiliario, equipamientos e instalaciones de las playas metropolitanas. Gracias a este estudio, el AMB seguirá trabajando en mejorar e implementar nuevas medidas para asegurar la accesibilidad de su costa.