Fue un jueves aciago de 2021 cuando salió de las instalaciones de Nissan su último vehículo producido en la Zona Franca de Barcelona, una pick up Navara. La noticia materializaba un rumor persistente que empezó a tomar cuerpo año y medio antes con un anuncio que ponía fin a nuestros 40 años de relación con la empresa nipona. “Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”, cantaba Gardel en un alarde de romanticismo. Pero al terremoto para nuestro desarrollo industrial se le sumaba la desesperación en los hogares de más de 2.500 profesionales, víctimas colaterales del fin de un ecosistema laboral que podía llegar a fabricar 200.000 coches al año. Soplaban malos vientos, no había un plan industrial sólido para reconvertir los empleos.
Hubo alternativas que, por un tiempo, dieron lugar a esperanza, como el interés de la automotriz GWM o el hub de descarbonización de QEV, pero no fructificaron. La primera retiró su propuesta pese a recibir una contraoferta mejorada del Gobierno de España y de la Generalitat de Cataluña, mientras que la segunda acabó su periplo con un escándalo mayúsculo que llevó el proyecto a una situación insostenible. Se hacía difícil vislumbrar claridad en un cielo oscurecido, las puertas del laberinto se habían cerrado para esos profesionales que, más allá de perder provisionalmente su empleo, recibían el golpe de que sus posibilidades en la Zona Franca habían dejado de existir. En el caso de los jóvenes, fue duro; no me cabe en la cabeza la angustia de quienes fueron arrojados al desempleo cuando la edad juega en tu contra.
Sin embargo, en un nuevo giro de guión, a principios de marzo de este 2024 EV Motors adquirió el hub de Nissan haciéndose con el 40% de la participación de QEV, allanando el camino a la entrada de nuevos inversores. Esto, finalmente, cristalizó en la firma del histórico acuerdo del viernes 19 de abril, oficializándose que la empresa china Chery escogía la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca para proceder al ensamblaje de las piezas del Chery Omoda 5. El camino ha tenido sus dificultades: la llegada de Chery a Cataluña estuvo muy cerca de darse en 2010, pero se frustró en el último momento. Ahora, el esfuerzo de los sindicatos se centra en los puestos de trabajo que estaban en el aire desde el cierre de Nissan.
Que Barcelona se haya convertido en un nodo estratégico para la expansión de Chery en Europa es una noticia extraordinaria para nosotros. Para calibrar las dimensiones de esta empresa, es significativo poner en valor que es el grupo automovilístico principal exportador de China en las últimas décadas. “¿Qué magnitud representa este dato?”, se preguntarán. La respuesta simplificada no deja lugar a dudas: “El equivalente a todo el mercado español”. Las palabras de Zhang Guibing, presidente de Chery, han tenido eco internacional: “(…) Queremos convertir a Barcelona en una de nuestras principales plataformas mundiales de exportación”. Que una empresa sólida, en expansión y líder de mercado invierta en nosotros es un factor determinante en aras de mitigar el desempleo, fomentando las posibilidades de desarrollo y el prestigio de Cataluña como tierra de oportunidades, de lo que cabe esperar un efecto de llamada a futuras inversiones. Tengan presente que no fuimos la única ciudad europea que aspiraba a ser sede de su fábrica, lo que habla muy bien de nuestro potencial en la competencia por ser un polo industrial relevante.
En fechas recientes han tenido lugar distintas iniciativas de relación con China, como la celebración en el pasado mayo de los 23 años de hermanamiento entre Shangái y Barcelona (con presencia del primer teniente de alcalde de Shangái, Hua Yuan), la actuación de la Ópera Wu de Zhejiang (21 de junio) y la exposición Un mundo de cómic. Un mundo de cómics cercano a la literatura y a la ilustración china y española (con presencia del Viceministro de Comunicación del Gobierno de la República Popular China, Hu Kaihong) (23 de junio). En estos eventos estuvo presente el Cónsul General de China en Barcelona en funciones, Hu Aimin, y organizaron el evento el Consulado General de China en Barcelona y LinkChina. Con estos precedentes en el corto plazo es fácil adivinar que nuestras relaciones bilaterales con China tienden a ensancharse. Un acierto, si les interesa mi opinión.
Hemos hablado con Lingling Xu, prestigiosa especialista de China de la Consultoría LinkChina, quien amablemente nos ha informado sobre cómo es el proceso de implantación de una empresa del gigante asiático en España, para que los lectores de El Llobregat visualicen con la máxima claridad cómo ha sido la llegada de Chery. Lingling Xu nos ha explicado los pasos legales y administrativos necesarios, que son iguales a los de otros países.
Nos ha indicado que es necesario que la empresa matriz en China acuerde la creación de una filial en España, con unos estatutos que cumplan nuestras leyes. También se necesita un Certificado Negativo de Denominación, que confirma que no hay otra empresa con el mismo nombre. Luego, hay que abrir una cuenta bancaria en España y depositar en ella el capital social. Después, se firma ante notario para obtener la escritura pública de constitución de la sociedad. Con esto se consigue un Código de Identificación Fiscal (CIF) Provisional para inscribir la empresa en el Registro Mercantil y en el Registro de Inversiones Extranjeras. Finalmente, se solicita el CIF Definitivo y se completan los trámites con hacienda y la Seguridad Social. Cabe destacar que este proceso multiescalonado se simplificó a finales de 2023, permitiendo que los documentos sólo necesiten ser apostillados en lugar de requerir legalización diplomática.
A propósito de las oportunidades y los retos que se presentan con la llegada de Chery, el Cónsul General Hu Aimin tuvo la amabilidad de compartir sus reflexiones con El Llobregat. Resaltó la situación de España como cuarta economía de la Unión Europea (UE), con grandes capacidades en áreas como la agricultura especializada, la fabricación de automóviles, los productos biofarmacéuticos y las energías renovables. También se mostró interesado en que en los últimos años el Gobierno español ha promovido enérgicamente la transformación digital y ecológica de nuestra economía, haciendo hincapié en que China y España deberían seguir reforzando sus conversaciones, explorando el potencial de cooperación y profundizando en las inversiones y la cooperación en las áreas pertinentes. En cuanto a los desafíos, Hu Aimin se refirió a las medidas comerciales y de inversión restrictivas contra China que la UE ha introducido recientemente, limitando el comercio normal y la inversión de empresas chinas en Europa. Dijo que estas prácticas han distorsionado el entorno de la competencia en el mercado y que no sólo han deteriorado el entorno empresarial de la Unión Europea, sino que “(…) también han socavado gravemente la confianza de las empresas a la hora de llevar a cabo la cooperación comercial normal entre China y la UE, lo que no favorece el desarrollo de la propia economía de la UE ni favorece los intereses de sus consumidores”.
Hu Aimin manifestó que “(…) China está dispuesta a reforzar la comunicación y la coordinación con todas las partes para resolver las fricciones y diferencias a través del diálogo y la consulta bajo el principio de la mercantilización, promover la cooperación industrial, lograr beneficios mutuos y resultados beneficiosos para todos, y proporcionar un entorno abierto, justo, equitativo, no discriminatorio y predecible para que las empresas de ambas partes lleven a cabo la cooperación comercial y de inversión. La reciente decisión de la Unión Europea de decidir imponer más aranceles a los vehículos eléctricos importados de China viola el principio de libre mercado y es un revés para nuestros esfuerzos por abordar el cambio climático global”.
Quien tiene un amigo chino tiene un tesoro y, en lo que respecta a la llegada de Chery a Barcelona, mi interpretación de este nuevo escenario es que nuestra ciudad ha dado un paso de gigante en crecimiento económico y en proyección internacional.
Desde Wuhu a Barcelona, la puerta de Europa |
Chery es una empresa china de propiedad estatal con sede en Wuhu, fundada en 1997, y se enfoca en nuevas tecnologías e innovación. Este proyecto industrial refuerza la posición de España como el segundo mayor productor de vehículos en Europa. Chery fue fundada en 1997 como una empresa estatal. En sus primeros años, se centró en la producción de automóviles pequeños y económicos para el mercado interno chino. A medida que Chery ganó experiencia y reconocimiento en el mercado chino, comenzó a explorar oportunidades en el extranjero. En 2001, exportó sus primeros vehículos a Oriente Medio y América Latina. Alianzas estratégicas: Chery estableció alianzas con otras marcas automovilísticas, como Fiat y Jaguar-Land Rover. Estas colaboraciones ayudaron a Chery a mejorar su tecnología y expandir su presencia global. En los últimos años, Chery ha puesto un fuerte énfasis en la fabricación de vehículos eléctricos. El Omoda E5, un SUV mediano totalmente eléctrico, es un ejemplo de su compromiso con la movilidad sostenible. |
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