Pasados los años, analizar cuáles fueron las causas y los porqués de lo sucedido resulta una tarea difícil. Entonces, sin teléfonos móviles, sin redes sociales, los hechos fundamentales de lo acontecido en España en el decenio posterior a 1975, hoy hemos de buscarlos en publicaciones escritas cada vez más olvidadas en las hemerotecas.
Las vivencias personales y los jirones de la transición nos podrían aportar datos para analizar mejor ese periodo. Mucha de la información circunstancial, irremediablemente, está condenada al olvido tras la desaparición de aquellos que las protagonizaron.
La narración histórica sobre cualquier época siempre es una aproximación a lo que realmente sucedió. Es difícil que un texto consiga transmitir todas las sensaciones vividas por quienes protagonizaron una época. Cierto es que la narración de lo ocurrido describe un periodo, pero para tener una opinión cabal sobre el porqué de los hechos que se sucedieron sería necesario agregar todo tipo de datos, sumar las visiones de los protagonistas, conocer cuáles fueron los planos alternativos a la realidad oficial que quedó escrita y pasó a la Historia. Sería conveniente conocer los hechos que se convirtieron en jirones de la Historia; que hechos fueron arrancados de la narración oficial; por qué se perdieron, ocultaron o despreciaron.
Cuanta más información se disponga, más acertados serán los análisis futuros.
Con ánimo de contribuir a la suma de informaciones sobre el periodo de la transición española, hemos considerado de interés reeditar una publicación de 1982: La juventud española, de la dictadura a la democracia (1975-1981).
Una recensión de este ensayo se publicó en la primavera de 1981, en el número tres de la revista de pensamiento del PSOE: Leviatan.
Su autor, Javier Pérez Llorca, ejerce como abogado en Barcelona desde 1987 y, aunque en 2003 se desvinculó de toda actividad política, en su juventud vivió con intensidad los avatares de la transición. Con 18 años, se incorporó a la organización clandestina del PSOE en Barcelona(1); el PSOE no fue legalizado por el gobierno de Adolfo Suárez hasta el 10 de febrero de 1977. En el primer congreso celebrado legalmente por las Juventudes Socialistas de Cataluña (PSOE), convocado el 18 y 19 de Marzo de 1977 en el instituto Can Serra de L'Hospitalet, fue elegido secretario general de la organización. En julio de 1978, año en que se celebró el congreso de unidad de los partidos socialistas catalanes, tras los pactos de unificación de las organizaciones juveniles (7 y 8 de octubre de 1978 en el Orfeó de Sants) pasó a ser secretario de organización de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC). En el primer congreso de la JSC (1 y 2 de noviembre de 1980, celebrado en la sede central de UGT entonces en calle Tarragona, de Barcelona), Pérez Llorca fue elegido Primer Secretario de la JSC(2). Un año después, convocó el segundo congreso de la organización y presentó su renuncia (28 y 29 de noviembre de 1981 en la sede del PSC en la Rambla del Poblenou). Con 25 años, dio por terminada su militancia juvenil, escribiendo el ensayo que ahora reeditamos.
También hemos rescatado de la hemeroteca siete opiniones del mismo autor, publicadas en años posteriores; unas con referencias a la transición española, y otras de análisis político general.
(1) Fundación Pablo Iglesias: https://fpabloiglesias.es/entrada-db/perez-llorca-javier/
(2) Ejecutiva de la Joventut Socialista de Catalunya (JSC), surgida de su primer congreso (1 y 2 de noviembre de 1980) celebrado tras el congreso de unificación. Ejecutiva integrada por: Javier Pérez Llorca, Ferran Daroca Esquirol, Carlos Elias Llop, Eladi Torres, Ángel Ojeda Pérez, José Luis Hernández, Joan Sala, Ricardo Ortiz, Felipe Ballesteros, Rafael Pascual, Felipe Tojero, Andrés Castellón, Andreu Castellet, entre otros.