Llevaban la droga perfectamente oculta en el aparato digestivo y pegada al cuerpo con esparadrapo, pero se pusieron nerviosos a la hora de pasar el control de pasajeros del Aeropuerto de Barcelona-El Prat y han sido detenidos por la Policía Nacional de la terminal –en dos operaciones diferentes- y puestos a disposición judicial. En total, el operativo se ha saldado con cuatro detenidos, todos ellos viajeros procedentes de Sudamérica con un billete en los denominados ‘vuelos calientes’, porque son utilizados por los narcos para entrar droga a Europa, normalmente desde los países sudamericanos, pero en verano también desde otros puntos, lo que obliga a los agentes policiales a incrementar los registros aleatorios.
Los dos primeros detenidos son los que en argot se denominan ‘mulas’ porque cargan con bellotas de droga (en este caso cocaína) en su intestino que se han tragado previamente. Al pasar el control, los dos sospechosos mostraron “gran nerviosismo” e incurrieron en “incongruencias” al justificar los motivos de su viaje, según fuentes policiales. Al sospecharse de ellos, y tras una pequeña entrevista, se inspeccionó de forma más exhaustivas sus pertenencias en el Servicio de Aduanas de la Agencia Tributaria. Después de registrar a fon el equipaje se decidió realizarles una placa radiológica por parte del servicio de radiología del Aeropuerto de El Prat.
La radiografía confirmó las sospechas policiales: los dos pasajeros presentaban en el interior de su organismo objetos extraños compatibles con las cápsulas reforzadas resistentes a los jugos gástricos que suelen contener droga en su interior. Tras el hallazgo, los dos viajeros fueron detenidos y traslados al Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) en L’Hospitalet, donde se esperó a que los dos arrestados expulsaran los objetos ingeridos.
Al final, las dos mulas evacuaron la sorprendente cifra de 106 y 80 bellotas cilíndricas, respectivamente, todas ellas con cocaína de alta pureza en su interior. Ambos sujetos pasaron entonces a disposición del Juzgado de Guardia de El Prat.
Dos días más tarde, en un control aleatorio, dos ciudadanos –un hombre y una mujer- llamaron la atención de la policía porque su comportamiento era compatible con el de las personas que intentan traficar ilegalmente con droga oculta entre sus pertenencias. Al cachear de forma superficial a la pareja, los agentes de la Policía Nacional confirmaron sus sospechas: llevaban varios paquetes de cocaína adosados a las piernas y sujetos con cinta aislante. El hombre portaba 2,516 kilos de cocaína y la mujer 3.055 kilogramos de cocaína pegados a su cuerpo.
Esta forma de introducir estupefacientes por los aeropuertos es conocida policialmente como ‘las momias de la droga’ porque camuflan la sustancia estupefaciente bajo las prendas de vestir, con paquetes pegados al cuerpo con esparadrapo o cinta adhesiva (que quedan completamente ocultos) y que recuerdan al vendaje de una momia egipcia.