Los alcaldes de cinco municipios del Baix Llobregat (Sant Esteve Sesrovires, Sant Andreu de la Barca, Olesa de Montserrat, Esparreguera y Abrera) y tres del Anoia (Piera, Masquefa y Hostalets de Pierola) han constituido un frente común para evitar el cierre de la planta de Leventon y el despido de 121 de los 129 trabajadores actuales. Los primeros ediles han pedido por carta, rubricada por todos ellos, a la empresa que dé marcha atrás en su decisión de clausurar la factoría del polígono insusterial Can Margarit de Sant Esteve Sesrovires o que en su defecto “haga los esfuerzos necesarios” para reubicar a los empleados afectados en otras fábricas del Grupo Welfen, del que forma parte Leventon, una compañía especializada en instrumental médico y líder en el desarrollo y fabricación de dispositivos de infusión intravenosa de un solo uso.
Los representantes de los municipios, igual que el grueso de la plantilla, creen que el actual contexto económico global y los retos competitivos a los que han de hacer frente la empresa minan su futuro y su viabilidad. No obstante, sostienen que el hecho de que la factoría sea relativamente nueva (fue inaugurada en 2017) y que sus instalaciones sean modernas y con un gran potencial, debería abrir la puerta a que el Grupo Welfen (cuyo accionista mayoritario es la familia Rubiralta) derive a la planta de Sant Esteve la fabricación de otros productos.
Esta opción permitiría “mantener la actividad productiva y los puestos de trabajo”, según los alcaldes. Es una vía “que no ha sido bastante explorada. Se puede aprovechar la infraestructura existente para la producción otros productos”, sostienen los alcaldes que han firmado la carta entrega a la dirección de Leventon: Marc Giribet (Sant Andreu de la Barca), Jordi Parent (Olesa de Montserrat), Enric Carbonell (Sant Esteve Sesrovires), Eduard Rivas (Esparreguera), Jesús Naharro (Abrera), Roger Vàzquez (Masquefa), Daniel Vendrell (Hostalets de Pierola) y Carme González (Piera).
La preocupación en el Baix Nord y en el sur del Anoia por la crisis de la empresa de Sant Esteve es muy grande, porque Leventon “está muy arraigada al territorio”, con más de 40 años de actividad, lo que amplifica el ya de por sí devastador impacto económico del ERE. Y es que despedir a la práctica totalidad de la plantilla, “formada mayoritariamente por mujeres de entre 20 y los 62 años, supone una afectación severa para las familias y para el tejido social” de los ocho municipios, han recalcado los alcaldes. Además, “la incertidumbre y la preocupación” entre la ciudadanía del territorio “es máxima”, han afirmado las máximas autoridades municipales de las ciudades afectadas.
Los alcaldes también han exigido a la empresa que, en el supuesto de que sea “absolutamente inviable económicamente mantener la actividad de la empresa”, los despidos previstos por el expediente de regulación de empleo (ERE) “se lleven a cabo con todas las garantías y derechos legales cubiertos, asegurando el máximo apoyo a los afectados.
Los alcaldes también se han mostrado dispuestos a colaborar con Leventon, el Grupo Werfen y la familia Rubiralta “para encontrar alternativas que permitan la continuidad de la actividad industrial y la preservación de los puestos de trabajo”. Este viernes finaliza el plazo legal de 30 días para que empresa y trabajadores lleguen a un acuerdo sobre las condiciones de los despidos, por lo que urge alcanzar “una solución rápida”, ha insistido el alcalde de Sant Andreu de la Barca, municipio donde residen 70 trabajadores de la factoría.