El sistema integral de seguridad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que se aplicará en L’Hospitalet y en buena parte del Baix Llobregat) empieza a ser una realidad, gracias a la aplicación del Plan de Actuación Metropolitano (PAM) 2024-2027, aprobado por el Consejo Metropolitano el pasado 30 de abril. El vicepresidente ejecutivo del AMB y alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, ha recordado este viernes que “las primeras iniciativas que empezamos a poner en marcha dentro del PAM incluyen actuaciones en materia seguridad, desarrollando las competencias de la AMB en el ámbito de la cohesión social y la convivencia”.
Las primeras bases para la definición de un sistema de seguridad integral para toda el área metropolitana de Barcelona se presentaron a los concejales del ámbito de todos los ayuntamientos en marzo del 2023 y en noviembre del mismo año, Balmón ya presentó una propuesta firme para ser desarrollada con el horizonte del 2027. Este enero, el Consejo Metropolitano acordó crear una comisión de estudio que fije el despliegue “de un sistema tecnológico de prevención y seguridad de alcance metropolitano, en forma de canal de comunicación bidireccional entre la ciudadanía y las administraciones. En los próximos meses se dará a conocer “la arquitectura de funcionamiento de este servicio que se construirá a partir del diálogo con el territorio y a partir de la cooperación publico privada”, han asegurado fuentes del AMB.
Los primeros pasos en este sentido ya se están dando. Balmón ha avanzado que el camino hacia el sistema integral de seguridad metropolitano va a incorporar nuevas medidas que “mejorarán las condiciones de vida de los ciudadanos de la metrópolis Barcelona, “pero también de todas aquellas personas “que hacen uso del territorio de forma cotidiana, ya sea por motivos laborales, de ocio o de turismo”, ha apuntado el alcalde de Cornellà.
El vicepresidente ejecutivo del AMB ha avanzado que se va a poner a disposición de todos los ayuntamientos “las nuevas herramientas tecnológicas y digitales”, que permiten mejorar la prestación de los servicios y ha revela que “la perspectiva de género y la convivencia, tanto en el espacio público como en el transporte público, son los primeros ámbitos sobre los que vamos a incidir”.
El AMB es una extensa región en la que residen 3,3 millones de habitantes con una realidad social, demográfica, económica y cultural propia. En el territorio es frecuente el uso común y compartido de los servicios, lo que obliga a la administración a generar mucha información y a reforzar la colaboración y la cooperación entre los consistorios y el AMB.
Uno de los ámbitos en los que se impone la necesidad de vertebrar una actuación conjunta es el de la seguridad, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía metropolitana “por el efecto que tiene en la convivencia cotidiana”, han reconocido fuertes del AMB. “La sensación de inseguridad va ligada con frecuencia a la desinformación ante situaciones que generan incertidumbre, por lo cual, la comunicación entre los actores públicos y la ciudadanía tiene una importancia vital hoy en día”, han reconocido fuentes metropolitanas.
Según los resultados de la encuesta ómnibus sobre seguridad en el AMB, realizada por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP), casi un 60% de la población metropolita cree que la seguridad en su barrio o en su ciudad “es buena”. Aun así, un 23,9% de los encuestados que cree que es mala, en la línea de la encuesta de hace dos años. No obstante, desde el AMB advierten de que “los factores sociales e individuales, el diseño de los espacios urbanos, las desigualdades de género y la pertenencia a determinados grupos sociales o colectivos pueden incidir en la percepción y la sensación de seguridad de las personas”.
Lo más llamativo del estudio es que un 87,5% de las personas entrevistadas sostiene que es necesario impulsar un sistema metropolitano de seguridad, frente al 83,1% que lo defendía en el 2022. También llama la atención que las medidas puestas en marcha para mejorar la seguridad cuentan con el visto bueno de los vecinos: erradicación de los rincones inseguros (87,6%), refuerzo del alumbrado público (83,0%), app móvil de alarma inmediata (85,2%), servicios de vigilancia nocturna en las calles (82,9%), paradas ‘a demanda’ a los autobuses nocturnos (81,1%) y despliegue de cámaras (65,0%).