Las críticas que ha suscitado la medida son compartidas por las secciones locales republicanas, así como por entidades ecologistas y organizaciones agrarias y cooperativas, entre ellas la Agropecuaria de Gavà, la Cooperativa Agrícola del Prat y Unió de Pagesos. Estas entidades observan que la nueva ZEPA afecta de manera negativa a la actividad agraria en el Baix Llobregat, sin que esta restricción impida una posible ampliación del aeropuerto del Prat. Esta inversión también enfrenta un rechazo claro por parte de ERC en el sur de la comarca.
Los motivos detrás de esta postura indican que la ampliación se habría gestionado en contra de lo estipulado por la Ley 3/2019 sobre los espacios agrarios, dado que carece de un análisis sobre las afectaciones agrarias. En lugar de basarse en datos técnicos objetivos, el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural ha delegado en la ciencia ciudadana la responsabilidad de establecer los criterios técnicos para esta nueva delimitación. A lo largo de todo el proceso previo, ha faltado una participación real y efectiva de los actores involucrados, lo que ha llevado a que el territorio se sienta ignorado. Esta problemática persiste desde hace demasiados años.
El Delta del Llobregat presenta, entre otros problemas, carencias en la modernización de las infraestructuras para el regadío y en la mejora de la eficiencia en el uso del agua destinada al riego. Además, se observan déficits en las infraestructuras de drenaje, lo que provoca inundaciones que ocasionan significativas pérdidas en los cultivos del parque agrario durante episodios de lluvias intensas y prolongadas. Por otro lado, el mal mantenimiento de la limpieza de rieras y corredores contribuye a agravar los daños causados por estas inundaciones.
Los republicanos de la región están al tanto de la carta de emplazamiento emitida por la Comisión Europea en 2021, que exigía a la Administración del Estado y a la Generalitat de Cataluña que intensificaran las medidas para proteger las aves y el medio ambiente debido al impacto que las ampliaciones del Aeropuerto del Prat y del Puerto de Barcelona podrían tener. Sin embargo, subrayan que esto no debería utilizarse como una excusa para disminuir y perjudicar el espacio agrario del Delta del Llobregat. Este delta, un valioso patrimonio agrícola con una rica historia, representa un verdadero tesoro en medio de la trama periurbana y no debería ser víctima de una planificación deficiente relacionada con grandes infraestructuras, que ha pasado por alto las necesidades y características propias del Delta del Llobregat. Se trata de un entorno frágil, crucial en términos de biodiversidad, equilibrio ambiental y producción agroalimentaria.
Debido a lo mencionado, las secciones locales de ERC en el Baix Llobregat sur, reflejando el descontento evidente en la región, demandan al Gobierno de la Generalitat que anule la medida y se esfuerce por establecer un consenso auténtico y dinámico con los agricultores y las organizaciones conservacionistas de la comarca. Este consenso debería llevar a un mejor equilibrio con el medio ambiente y asegurar el futuro de las producciones agrícolas. Además, hacen hincapié en la necesidad de priorizar la elaboración del Plan territorial sectorial agrario específico para el Parque Agrario del Baix Llobregat, así como la revisión del Plan de gestión y desarrollo de dicho parque, considerando estos procesos como fundamentales y delimitadores. Todo esto debe realizarse teniendo en cuenta las contribuciones de los agricultores y las entidades ecologistas que conocen bien la zona.