En este año 2024 en Martorell se han localizado un total de 454 nidos en sesenta edificios, la mayor parte concentrados en la zona de la Vila por su proximidad al río, un factor esencial para la construcción de estos. Martorell se encuentra dentro de las diez poblaciones que más nidos activos de golondrina tiene registrados en el Projecte Orenetes. En Cataluña el año pasado se registraron 27.369 nidos en total.
El concejal de Medio Ambiente y Bienestar Animal, Jordi Amat, explica que “esta especie aporta muchos beneficios, sobre todo en la erradicación de los mosquitos. Es por eso que hay que contabilizar, conservar y proteger todos los nidos de golondrina que tenemos en los edificios, para seguir colaborando con el Instituto Catalán de Ornitología y proteger estas aves, que tantos beneficios nos aportan”.
La golondrina cuablanca es una especie protegida y, según la normativa vigente, no se puede llevar a cabo ninguna intervención que pueda afectar o destruir ningún lugar de nidificación de aves protegidas. En caso de que se quiera realizar alguna actuación que pueda afectarlas, es necesario solicitar primero una autorización excepcional a la Generalitat de Cataluña. Además, hay que recordar que los nidos también están protegidos fuera de la época de cría, aunque no estén ocupados.
Para ayudar a proteger mejor los nidos de las aves, el Instituto Catalán de Ornitología informa que está prohibido: Retirar los nidos dentro o fuera del período reproductivo (primavera - verano), aunque no hayan puesto huevos; Inhabilitar cavidades cuando se estén utilizando para la cría o el refugio; Retirar huevos, crías o adultos; Poner impedimentos al acceso a los lugares de nidificación o refugio que estén utilizando.
Las personas que tengan nidos de golondrina de cuelliblanco –y de cualquier otra especie, golondrina común (Hirundo rustica) o vencejo negro (Apus apus)– pueden informar a la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Martorell (mediambient@martorell.cat) e indicar la dirección exacta para poder registrarlo en el 'Projecte Orenetes'.
Es fundamental conservar los nidos, año tras año, porque son un patrimonio natural que tenemos en las ciudades. Cuidar de la naturaleza y de las especies que conviven con nosotros a menudo es mucho más sencillo de lo que pensamos y nos aporta muchos más beneficios de los que puede parecer a simple vista.