El verano ha llegado con marea roja de olas de calor y las temperaturas no prometen bajar durante los próximos días. Aunque Protección Civil de la Generalitat ha desactivado la alerta de riesgo de incendios en la madrugada del lunes 12 de agosto, las altas temperaturas siguen teniendo sus peligros.
Según un estudio de la empresa de dispositivos con geolocalización SaveFamily, las desapariciones de personas mayores de 65 años tienden a dispararse durante los meses más calurosos y, sobre todo, durante las olas de calor. Según cuenta el CEO de la compañía, Jorge Álvarez, “las altas temperaturas provocan deshidratación, mareos, y confusión, lo que puede llevar a que las personas mayores se desorienten y terminen desaparecidas”. Además, “en gran parte de los casos, estas personas padecen enfermedades como el Alzheimer, que puede agravar estos síntomas debido a las altas dosis de medicación”, ha añadido.
Así, aunque el buen tiempo anima a la población a salir a la calle y disfrutar del aire libre, las personas mayores o con dificultades cognitivas resultan todavía más vulnerables durante los meses de verano. De hecho, los mayores de 65 años y las personas afectadas por alguna enfermedad son los dos grupos más susceptibles a una posible desaparición, según el informe anual del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES). En el año 2023, durante los meses de verano, España registró un total de 972 personas desaparecidas mayores de 65.
Y este riesgo es especialmente pronunciado en Cataluña, la comunidad autónoma que más desapariciones de gente mayor ha registrado en el pasado verano de 2023, con 223 personas desaparecidas (el 22,94% del total de todo el país). Cataluña ha registrado, pues, más denuncias por desaparición que Andalucía (173 personas; 17,79%) y Madrid (159; 16,35%).
Ahora bien, no todo es oscuro. Desde las denuncias, se han podido cerrar un 93,52% casos de desaparición, solo unas pocas búsquedas siguen activas. Además, según ha descubierto SaveFamily, la mayor parte de las personas mayores desaparecidas son hombres (el 70%), mientras que las mujeres parecen menos afectadas por este fenómeno.
Para prevenir este tipo de situaciones, cada vez es más común que estos dos grupos de personas vulnerables adquieran dispositivos dotados con GPS que permitan a sus seres queridos conocer su ubicación real en cualquier momento. Dispositivos como relojes inteligentes son especialmente prácticos para las personas mayores que viven solas, que pueden someterse a esta situación de riesgo si salen a la calle a hacer recados o en esos ratitos libres en los que deciden ir a dar un paseo o disfrutar de las actividades de ocio de los municipios.
A raíz del aumento de las desapariciones, también han aumentado las ventas de este tipo de relojes un 30% durante el último año. Según el CEO de SaveFamily, principal distribuidora de estos smartwatch, “las familias y seres queridos de estas personas vulnerables no siempre pueden estar pendientes de la localización y el bienestar de sus mayores, por el estrés de la rutina, que no para en verano”. Estos dispositivos suelen tener otras funciones más allá de la ubicación en tiempo real, como un botón de emergencia, un sistema de llamadas e incluso un detector de caídas. Por esto mismo, muchos hacen de estos dispositivos sus mejores aliados, “porque pueden velar por sus seres queridos y estar tranquilos”, ha añadido Jorge Álvarez.