Cornellà

Desarticulada una banda criminal: se hacían pasar por policías para asaltar a otros delincuentes

Redacción | Viernes 16 de agosto de 2024
Una operación conjunta de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra desarticuló una banda criminal en Cataluña que robaba armas haciéndose pasar por policías. Se detuvo a seis personas, implicadas en varios robos violentos. La investigación, que duró más de un año, reveló un plan bien estructurado y con información privilegiada sobre las víctimas.

Una operación conjunta entre la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra ha logrado desarticular una banda criminal que actuaba por varias comarcas de Cataluña, entre ellas el Baix Llobregat. Los miembros de la organización se hacían pasar por policías para robarle armas de fuego a otras organizaciones criminales, lo que se conoce como “vuelco”.

Desde el 16 de julio al 2 de agosto, la operación policial ha logrado la detención de cinco hombres y una mujer, de entre 35 y 49 años, acusados de cuatro robos con violencia e intimidación. A los cuatro varones también se les imputan varios delitos de lesiones y robos de vehículos.

La investigación conjunta entre los cuerpos lleva más de un año en marcha. El 8 de junio de 2023, tres desconocidos abordaron a una persona en las calles de Cornellà, haciéndose pasar por policías. Tras asaltarlo con violencia, los criminales trasladaron a su víctima hasta Barcelona, donde le sustrajeron dinero en efectivo y paquetes de tabaco que almacenaba en su vehículo personal. A raíz de este suceso, comenzó la investigación.

Sumando crímenes

Varios meses después, el 14 de noviembre, estos ‘falsos policías’ volvieron a las andadas: cometieron un nuevo asalto en la ciudad de Cerdanyola, en el que también participó la mujer detenida. A medida que han ido sumándose crímenes, también han avanzado las investigaciones. Según han determinado los investigadores, los criminales se desplazaban con vehículos de alquiler y probablemente cambiaban las matrículas para hacerlas coincidir con la Policía Nacional. Además, la banda disponía de tres aparcamientos en Santa Coloma de Gramenet, donde cambiaban las matrículas y ocultaban el material para llevar a cabo sus delitos.

El 25 de mayo de este año, la banda cometió un robo con violencia e intimidación en un chalet de la localidad de Tortosa, en el propietario del domicilio resultó herido por un disparo. Este hecho ha marcado un antes y un después para la banda: los Mossos d’Esquadra lograron detener a dos de los implicados, de 31 y 40 años, mientras que otros tres consiguieron huir. Los fugitivos se ocultaron durante varios días, hasta que a principios del mes de julio volvieron a atacar.

Un grupo criminal organizado liderado por un expolicía

Según las investigaciones, la banda tenía programado un nuevo ataque: un asalto violento en un domicilio en el Vallès Occidental. Pero el propietario no estaba en casa: el asalto no dejaba de posponerse. Las autoridades policiales aprovecharon este ‘incidente’ para preparar su dispositivo especial, que ha culminado con la detención de cinco miembros de la banda.

Los detenidos formaban parte, pues, de un grupo criminal organizado, cuyo líder era un agente de policía que había sido expulsado del cuerpo hacía ya años. Cada miembro de la banda tenía su función: selección y vigilancia de los objetivos de sus asaltos, copia y cambio de matrículas de vehículos y, por último, los asaltos. Los criminales empleaban un arma de fuego y se hacían pasar por policías para cometer sus delitos, que estaban perfectamente planeados y estructurados.

Los criminales conocían los secretos de sus víctimas

Los detenidos conocían toda la información de sus víctimas, incluso información privilegiada, gracias a la exhaustiva labor de vigilancia que realizaban previamente. Al conocer los antecedentes policiales o la actividad delictiva de sus víctimas, los criminales daban por sentado que su víctima no denunciaría los hechos por miedo a caer con ellos.

Durante la operación policial, los cuerpos han realizado varias entradas y registros en los domicilios de los implicados. En total, las autoridades han intervenido 40.185 euros, una máquina electrónica contadora de billetes, 478 gramos de hachís y básculas de precisión, teléfonos móviles, ordenadores portátiles y tablets electrónicas. Además, los agentes han encontrado material policial variado, como chalecos policiales de alta visibilidad, grilletes, lanzadestellos, un equipo emisor de acústicos policiales, divisas y placas de policía, balizas GPS o equipos de transmisión de radio portátiles, probablemente pertenecientes al líder de la banda. También han intervenido las matrículas falsificadas, así como cableado y luces que les permitían modificar los vehículos y darles apariencia policial.

Investigación abierta

La investigación sigue abierta, pues no se descarta que haya más personas implicadas en los crímenes del grupo.

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