El Ayuntamiento de Castelldefels anunció, a principios de año, un proyecto de remodelación de la avenida de la Pineda, en el tramo comprendido entre la avenida de la Constitución y la calle del Molinot. Según los vecinos de Castelldefels, ya han comenzado los preparativos para poner en marcha los trabajos, aunque el grueso de las obras arrancará en septiembre.
Según el consistorio, esta reforma pondrá solución a un ‘punto negro viario’ en mal estado, debido a un hundimiento en la calzada que en peligro a los vehículos. Además, los últimos trabajos en la vía (ejecutados por el anterior gobierno de Castelldefels) incluyeron la construcción de un paso elevado para peatones, justo antes del paso inferior que cruza la autopista C-32, que ha sido contraproducente. Durante los episodios de lluvias torrenciales, la infraestructura se convertía “en un dique y una balsa que provocaba inundaciones en los bajos de las viviendas próximas”, según las declaraciones de Pedro Paredes, concejal de Movilidad del Ayuntamiento.
El consistorio también ha asegurado que las obras ayudarán a calmar el tráfico de vehículos que salen del centro urbano hacia la autopista C-32. Sin embargo, estas obras de la avenida Pineda han causado controversia durante los últimos meses: el proyecto incluye la eliminación del carril bici actual, que conecta el casco urbano con la playa, para convertir la vía en una calzada de uso compartido para vehículos y bicicletas.
Por lo tanto, estas obras no cuentan con el favor de la oposición ni de la plataforma 'L'Avinguda de la Pineda no es toca', que ha publicado un comunicado oficial recientemente, tras los primeros atisbos de que los trabajos están poniéndose en marcha. Recientemente, ha compartido imágenes de la señalización en el cruce entre la avenida y la calle Molinot, en las que “se aprecian marcas en el suelo que indican una reducción de la acera”, según ha denunciado la plataforma.
La plataforma se opone rotundamente a las obras y a la desaparición del carril bici segregado: “las personas que circulan en bicicleta estarán totalmente desprotegidas, obligadas a circular por la misma calzada que los coches y las motocicletas”. Según la plataforma, “las consecuencias de la circulación compartida serán nefastas en términos de accidentalidad en la avenida”.