La ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat ya amenaza con convertirse en la piedra en el zapato del reluciente nuevo Govern de la Generalitat que encabeza el socialista Salvador Illa. Hace tres años la Generalitat –entonces en manos de ERC- desdeñó una mareante inversión de 1.700 millones de euros del gestor público-privado AENA para hacer del aeropuerto barcelonés un hub de vuelos intercontinentales ampliando la tercera pista (la más próxima al mar), para regocijo de ecologistas, parroquianos del independentismo y también de la izquierda radical. Así que nada más acceder al cargo, Illa, se ha propuesto desencallar este proyecto (que le reclaman buena parte de la sociedad civil y del tejido económico catalán, encabezado por la patronal Foment del Treball, entre otros) y ha anunciado una inminente reunión de la comisión Generalitat-Estado para abordar la ampliación del aeropuerto lo que choca con los postulados de los comuns y de ERC, las dos formaciones que han avalado su investidura.
“No podemos tener esta cuestión dormida o apartada”, ha declarado este martes del President, quien apuesta sin rubor por una mejora de la capacidad del aeropuerto pratense–lo que conlleva casi de forma inevitablemente la ampliación de la tercera pista, afectando a la laguna protegida de La Ricarda. Illa también ha avanzado que el proyecto de ampliación que debería estar definido antes de finales de este año.
El objetivo es que la comisión Generalitat-Estado elabore “una propuesta técnica con el máximo rigor” después de evaluar “las diferentes posibilidades”, ha precisado la consellera de Territori y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, que tiene previsto reunirse en breve con el ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, para abordar este tema.
Si la propuesta de la comisión cuenta con el respaldo de los socios de investidura, lo que prácticamente supondría la cuadratura del círculo, debería estar perfectamente definida antes de septiembre de 2026 para que el Consejo de Ministros la pueda incluir en el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) del cuatrienio 2027-2031. Si se consiguiera este hito, las obras de ampliación del aeropuerto podrían comenzar en 2027
Como la afectación de la laguna de La Ricarda sigue siendo un tema tabú, y una línea roja para el Ayuntamiento de El Prat, el nuevo Govern tiene clara su postura (o prefiere no revelarla) y se mueve entre la indefinición y la ambigüedad. Así se entiende que hasta la nota de prensa emitida el martes por el Govern tras la reunión del Consell Executiu se aventuraba que el futuro de la infraestructura pasaba “por un alargamiento de la pista al mar, cuya longitud vendrá determinada por criterios técnicos y ambientales ".
Tras el revuelo levantado por la declaración de intenciones de Illa, el Govern salió al paso inmediatamente y se apresuró a rectificar. Todo se debía a “un error” en la redacción de la nota de prensa, lo que no deja de ser llamativo porque prueba lo volátil que es cualquier posicionamiento sobre la ampliación de El Prat si se tocan la tercera pista y la laguna de la Ricarda.
El presunto fallo ya era -de saque- garrafal en términos técnicos, pues no se contempla alargar la tercera pista hacia el mar (es un sinsentido), sino en paralelo al mar (siguiendo su actual trazado). Salvo que lo que se pretendiera explicar era que, en realidad, se apuesta por prolongar la pista cruzada (poco operativa) adentrándola de lleno en las aguas, una obra no solo muy compleja sino descabellada.
Para deshacer el entuerto, Paneque precisó que el Govern todavía no había tomado una decisión al respecto: “Es prematuro hablar de cuestiones concretas". Pero hay unas premisas ineludibles, ha asegurado la consellera: el respeto a “la biodiversidad, la convivencia con los vecinos y las directivas ambientales europeas" y, por ende, “los espacios protegidos" de la zona, léase la Ricarda.
Pese a la corrección y los matices de Paneque, el Ayuntamiento de El Prat no ha tardado en reaccionar y en acallar cualquier intentona de prolongar la pista a costa de la integridad de la laguna de la Ricarda. “Mejorar el aeropuerto pasa necesariamente por descartar una propuesta de ampliación propia del siglo pasado que destruiría espacios naturales protegidos”, ha declarado el alcalde, Lluís Mijoler dejando más que claras cuáles son sus intenciones: vetar cualquier prolongación de la tercera pista.
Mijoler todavía ha ido más lejos en sus críticas y ha puesto en duda la legitimidad de la propuesta que pueda surgir de la próxima comisión Generalitat-Estado. “Es evidente que esta comisión es insuficiente: a ambas bandas de la mesa sientan los mismos interlocutores (dos gobiernos socialistas”, algo que deja fuera del debate a lo que el alcalde pratense denomina como “la voz del territorio”.
Lluís Mijoler ha pedido a Illa que se mire en el espejo progresista del alcalde laborista de Londres, Sadiq Kan, y “descarte” ampliaciones del aeropuerto -como se promueve desde la capital británica con las instalaciones de Heathrow-, por respeto al territorio- Y más en el actual contexto “de emergencia climática”, ha remarcado. Además, Mijoler le ha recordado a Salavador Illa que no tiene la mayoría necesaria en el Parlament como para tirar adelante un proyecto de estas características y de esta envergadura sin el apoyo de los comuns. “Reclamo al presidente de la Generalitat que se emancipe del lobby del ladrillo”, ha disparado el primer edil de El Prat, adviertiéndole de que acabará imponiéndose “el posicionamiento mayoritario de la ciudad de El Prat”, que cuenta con el apoyo inquebrantable de los ecologistas.
ERC también se ha sumado al frente opositor de El Prat y ha calificado una hipotética prolongación de la tercera pista del aeropuerto barcelonés como “una línea roja” que no puede traspasarse porque su ejecución “malograría los espacios naturales”, ha matizado la secretaria general adjunta y portavoz de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, Vilalta ha recordado que el acuerdo de investidura con Illa habla de “modernizar” el aeropuerto, algo que no debe confundirse con “alargar la pista”, algo “incompatible con la protección del entorno”. Y que además supondría un aumento de las emisiones. “Se deben respetar la biodiversidad y la red Natura 2000", ha subrayado Vilalta, en la línea de los postulados republicanos que impidieron la anterior ampliación.
Con el apoyo de sus socios de investidura o sin él, el Govern de Illa parece empecinado en tener lista una propuesta de ampliación del aeropuerto de Barcelona, como máximo, dentro de cuatro meses, con la finalidad última de que ésta se convierta en los cimientos del nuevo plan director del aeropuerto, un documento que el Ministerio de Transportes pretende comenzar a tramitar durante el primer trimestre de 2025.