Buenas nuevas para los usuarios del aeropuerto de Barcelona-El Prat que utilizan el transporte público ferroviario para desplazarse hasta o desde la vieja terminal T-2. El Consejo de Ministros ha dado luzverde este martes a la firma del convenio suscrito entre el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible -a través del gestor público de infraestucturas (Adif)- y la empresa pública de la Generalitat de Catalunya, Infraestructures Ferroviàries de Catalunya (Ifercat), que conlleva la ejecución de una conexión que permitirá el trasbordo entre la estación ferroviaria de Rodalies y la estación de línea L9 del metro barcelonés de la T-2, que hasta ahora vivían de espaldas pese a estar separadas por pocos metros..
El proyecto, que ha sido recientemente licitado por 4,1 millones de euros (IVA incluido) que serán aportados íntegramente por el ministerio, supondrá de hecho la construcción de un nuevo acceso ferroviario al aeropuerto y con la reforma de la actual estación de Rodalies, que será soterrada y accesible. Desde el vestíbulo reformado del apeadero se construirá una galería subterránea de enlace que conectará con la parada de metro y con la T-2.
Las actuaciones incluyen la instalación de escaleras mecánicas que conectarán los andenes y el vestíbulo –situados a diferente nivel-; la adecuación de los andenes y la implementación de una galería de nivel intermedio –con puertas sectorizadas respecto a los andenes. Además, se habilitará una nueva sala para el Centro de Gestión de Estaciones (CGE) y sus instalaciones técnicas asociadas.
También está prevista una reordenación de las actuales instalaciones de la estación, con la colocación de nuevo mobiliario y la mejora estética con nuevos acabados (se repavimentará y colocarán nuevos revestimientos y falsos techos y se renovará la señalética). La actuación se completa con la instalación de máquinas de control de accesos y dispensadores automáticos de venta de billetes en el área de conexión de la terminal y la estación de Rodalies.
Según fuentes ministeriales, el objetivo de la actuación es “incrementar la multimodalidad y la conexión entre los diferentes modos de transporte” que confluyen en el aeropuerto barcelonés: aéreo, Metro (L9) y ferrocarril (Rodalies). El proyecto también tiene un componente medioambiental y de sostenibilidad “de calidad” y de mejora de la seguridad según las mismas fuentes.