El Plan de información y vigilancia contra incendios forestales (PVI) de la Diputación de Barcelona, y que se ha desplegado en las zonas boscosas del Baix Llobregat desde el 19 de junio hasta el pasado 2 de septiembre ha permitido evitar que las conductas imprudentes de 7.566 personas en la comarca acabaran provocando un fuego, lo que supone un incremento próximo al 15% respecto a la campaña del 2003. Y es que como ha recordado Jordi Fàbrega, diputado delegado de prevención de incendios y gestión forestal, “la mayoría de incendios tienen las imprudencias, los descuidos o los accidentes. Es decir, tienen a las personas como causa”.
A nivel provincial, el plan, dotado de un presupuesto de dos millones de euros, ha informado a 57.956 personas en toda Barcelona, 10.000 personas más que el año pasado (57.956). Estas intervenciones preventivas en toda la provincia han permitido que las cifras de incendios forestales, agrícolas o periurbanos (135) y de hectáreas quemadas (26,9) haya estado “bajo control”, según Fàbrega, y no difieran demasiado de las del año pasado y no se hayan multiplicado exponencialmente como consecuencia de la sequía.
La comarca que ha concentrado la mayoría de hectáreas quemadas ha sido el Anoia (14,5 ha) mientras que el Baix se sitúa a la cola, en parámetros entorno a una hectárea afectada. Durante la campaña de incendios de 2023, se declararon en Barcelona 132 fuegos forestales que devastaron un total de 15 hectáreas.
Las personas informadas –pero no sancionadas- durante la campaña estival fueron detectadas en urbanizaciones, masías, caminos, pistas, bosques, monumentos, miradores, zonas urbanas, polígonos y áreas de esparcimiento de toda la comarca. El aumento es fruto del nuevo modelo puesto en marcha el año pasado y que “intensifica la información y la disuasión de conductas imprudentes” y, a la vez, “mejora de la vigilancia y de la rapidez de la primera intervención gracias a las agrupaciones de defensa forestal (ADF)”, ha explicado el diputado provincial.
Además, de informar a los imprudentes, los agentes forestales han detectado más del doble de vertidos –con riesgo de provocar incendios- y de caminos bloqueados y el triple de incidencias en los tendidos eléctricos. El resto de actuaciones de la campaña provincial del 2024 han sido disuasorias, la mayoría por el encendido de barbacoas que no cumplían la normativa, por el uso de herramientas que generan chispazos o por la quema de rastrojos y otras actividades peligrosas.