La bandera de Sant Boi es roja, blanca y azul, pero en sentido metáforico a partir de ahora el color insignia del municipio pasa a ser el verde. Y es que la ciudad ha presentado este viernes, de la mano de la alcaldesa Lluïsa Moret y la consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Silvia Paneque, y del equipo técnico que lo ha redactado un ambicioso proyecto estratégico, denominado Sant Boi Respira + Verd (SBR+V,) que va a transformar completamente el municipio, renaturalizando sus espacios naturales existentes y creando una red de nuevas zonas verdes interconectadas que empezará a construirse este año y que debería estar en perfecto estado de revista en 2025.
La iniciativa que funcionará como “una gran infraestructura verde, una columna vertebral que atravesará Sant Boi de punta a punta”, en palabras de Moret y que “mejorará ambientalmente la ciudad y, a la vez, la calidad de vida y la salud de los vecinos”, ha explicado la alcaldesa. El proyecto tiene un presupuesto de más de 4 millones de euros, de los que 3,7 millones (aproximadamente el 90%) provendrán de los fondos europeos Next Generation que serán aportados a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
El proyecto SBR+V es un paso más en las políticas sostenibles y saludables que fundamentan desde hace años la acción del gobierno samboyano desde un punto de vista integral, como se comprueba repasando el Plan de Acción Municipal (PAM) y la agenda urbana local. “Sostenibilidad y salud van de la mano”, ha señalado Lluïsa Moret, en una operación que también supone un avance en la lucha contra el cambio climático desde el ámbito municipal, un camino “para el que no hay un plan B. la reindustrialización y el progreso o serán verdes o no serán”, ha advertido Paneque.
La actuación afectará a 65.000 metros cuadrados de suelo urbano, asentada en dos pilares básicos: la creación de 26.000 m2 de nuevos espacios verdes y la mejora de 39.000 m²de parques existentes a lo que se sumará un refuerzo de la plantación de árboles en las calles y “la naturalización (con arbolado y zonas de sombra) de los patios de 14 escuelas públicas (donde actualmente predomina el pavimento duro) como refugios climáticos”, ha avanzado la alcaldesa y presidenta de la Diputación de Barcelona. Todas estas piezas encajadas crearán “un corredor de biodiversidad”, ha destacado Moret, que conectará el casco urbano con el 60% restante del municipio que es zona forestal, fluvial o agrícola, al que la alcaldesa ha definido como “el gran tesoro” local.
Durante la presentación del proyecto, la directora de la Fundación Biodiversidad ha aplaudido la propuesta samboyana porque “apuesta por la biodiversidad y la renaturalización urbana con un enfoque social”, pues la futura red verde interconectará todos los barrios.
La más llamativa de las nuevas zonas verdes previstas es la recuperación de la riera de Can Soler (principal conector ecológico de Sant Boi entre la montaña y el río) que será restaurada con el fin de recuperar hábitats de fauna y flora ligados al curso natural del agua y a los espacios de riera, lo que significa recuperar ambientalmente el margen que limita con la Colònia Güell.
La segunda actuación de nuevo corte será la apertura de un eje renaturalizado que conectará Molí Nou y Ciutat Cooperativa, gracias a la apertura de la calle del Primer de Maig. También se creará una zona verde en la Riera Roja -que se ha concebido pensando en su uso por parte de los adolescentes de las ciudad-, se ampliará el parque del Llor (ampliando el popularmente conocido como Parc de la Sargantana) y se hará un tratamiento específico para hacer más verde la carretera del Bori. Además, se mejorarán parques existentes, como los de la Torre del Sol y el Puig del Castell (introduciendo vegetación más adaptada al nuevo contexto de cambio climático) o como el parque con lago de Marianao, que recuperará la vegetación y la fauna característica de los hábitats de ambientes de agua dulce.
Entre las acciones que se llevarán a cabo dentro del proyecto SBR+V también destacan la promoción de los huertos urbanos y la instalación de un laboratorio experimental con un invernadero “altamente tecnificado en un equipamiento municipal”, ha apuntado Joan Pino, director del Centre de Recerca i Aplicacions Forestals (CREAF).