El Llobregat

¡Escándalo! Los alumnos extranjeros de ciclos superiores de FP, atrapados sin poder hacer prácticas

Anabel Castillo Ruiz | Viernes 04 de octubre de 2024

Dos estudiantes del INS Esteve Terradas de Cornellà relatan la pesadilla que sufren muchos foráneos porque no tienen el NIE. El problema comenzó a primeros de año cuando el Ministerio de Trabajo obligó a incluirlos en el sistema de la Seguridad Social.



Es curioso cómo una política pública, diseñada con el propósito de convertirse en la solución definitiva para un problema social concreto, acaba convirtiéndose en una pesadilla para algunos individuos. Es el caso de todos los estudiantes extranjeros que no poseen los documentos de identificación necesarios. Juan Avellán, de 24 años, y Alejandra Benavides, de 25, ejemplifican esta realidad. Ambos estudiantes procedentes de Ecuador y Colombia, respectivamente, están cursando un ciclo superior en Asistencia a la Dirección en el INS Esteve Terrades i Illa de Cornellà, y se enfrentan a un obstáculo inesperado: la falta de un NIE (Número de Identidad de Extranjero) que les permita realizar prácticas y cotizar a la Seguridad Social.

“Una de las razones por las que elegimos el ciclo superior fue para poder tener esa experiencia práctica en una empresa”, explica Alejandra Benavides, que aún espera que pasen los dos años necesarios para poder empezar a tramitar el NIE. Su compañero, Juan Avellán, se encuentra en una situación similar. Aún no ha podido tramitar el NIE y está a la espera de hacerlo durante los próximos meses. Pero solo en su centro, el instituto Esteve Terrades de Cornellà se han detectado ya “ocho casos de alumnos afectados por esta situación” tal como ha indicado el profesor encargado de la gestión de esta problemática, Luis del Castillo.

Sin reemplazo a la experiencia real

“El instituto nos ha propuesto realizar un proyecto de entre 250 y 300 horas, que servirían para convalidar las horas de prácticas”, comenta Juan Avellán. Sin embargo, tanto los alumnos como los profesores reconocen que esto no reemplaza la experiencia real de trabajar en una empresa, una de las grandes ventajas de la formación profesional. “Muchos estudiantes llegan a la FP con la esperanza de que las prácticas sean una puerta de entrada al mercado laboral, pero sin NIE, esa puerta permanece cerrada”, explica del Castillo. “Esta situación nos ha cogido por sorpresa”, añade. “Lo que intentaremos es, a través de un convenio de innovación que cubre el seguro escolar, ofrecer a los estudiantes la oportunidad de colaborar de manera voluntaria y gratuita en una protectora de animales, una ONG o alguna entidad pública del Ayuntamiento de Cornellà. La idea es que puedan dedicar varias horas de apoyo en estas instituciones y, al finalizar, elaborar una memoria que sintetice el trabajo realizado para convalidar las 250 horas requeridas”, concluye el profesor.

El centro educativo de Cornellà ha proporcionado una posible solución para los afectados, pero no existe una guía común para todos los institutos, por lo que se desconoce si ésta puede ser la vía. “No hay un plan de actuación general, cada instituto se busca la vida”, explica del Castillo.

Reforma del sistema de pensiones

El problema empezó a principios de año, cuando entró en vigor el último decreto, promovido por el Ministerio de Trabajo, que permitía a todos los alumnos que realizen prácticas formativas, remuneradas o no, estar incluidos en el sistema de la Seguridad Social. Esta medida, que forma parte de la última fase de la reforma del sistema público de pensiones, tenía como objetivo mejorar las condiciones de todos los alumnos e introducir una mayor protección social para ellos.

Tal como se expone en la sede electrónica de la Seguridad Social: “Se trata de una extensión de derechos que beneficia a los más jóvenes que, de este modo, podrán comenzar una carrera de cotización que les permitirá generar derechos a futuro”. Se presentaba así como una política pública de mejora de condiciones para el sector más joven de la sociedad. Asimismo, “una extensión de derechos que beneficia a los más jóvenes” no incluye a un grupo concreto: los alumnos que no poseen un NIE.

Escolarización permitida

Cabe recordar que la normativa actual permite la escolarización de cualquier persona, independientemente de si cuenta o no con la documentación identificativa correspondiente. Hasta enero de 2024, todos los estudiantes sin papeles regularizados podían realizar prácticas curriculares o extracurriculares sin mayores inconvenientes, aunque no remuneradas. No obstante, la situación ha empeorado aún más para Juan, Alejandra y sus compañeros afectados, ya que ahora ni siquiera podrán acceder a prácticas no remuneradas debido a que, por su situación administrativa, tienen vetada la posibilidad de cotizar en la Seguridad Social. Al menos antes podían incluir esa experiencia en su currículum.

“El problema es que muchas veces las leyes nuevas entran en vigor sin una comunicación previa clara con los centros educativos. Esto hace que los estudiantes se matriculen sin conocer que tendrán problemas para hacer prácticas si no disponen del NIE”, concluye el profesor Luis del Castillo.

Buscar soluciones alternativas

Las políticas públicas siempre tienen ganadores y perdedores, nunca son perfectas y nunca logran acoger a todo el mundo. Siempre hay alguien que queda fuera. Por eso, es esencial buscar soluciones alternativas, evaluar resultados y ajustar la idea central de cualquier proyecto. A menudo, se desarrollan respuestas prácticas para incluir a aquellos grupos que no se beneficiaban completamente del aparente avance o mejora. Y mientras tanto, Alejandra y Juan continúan esperando. III

Dos aspirantes por plaza remunerada
La Formación Profesional (FP) está en auge, con un notable aumento en la demanda en los últimos años. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de retos que complican la sostenibilidad de esta opción educativa. El acceso de los alumnos a las prácticas remuneradas se vuelve cada vez más complicado. “En la actualidad, nos sobran prácticas no remuneradas”, explica Luis del Castillo, “pero nos faltan plazas para la formación dual, que es la remunerada”. Esta modalidad permite a los estudiantes trabajar en empresas mientras continúan con sus estudios, lo que la convierte en una opción altamente demandada. No obstante, la oferta es limitada: “Solo podemos cubrir alrededor del 50% de la matrícula de segundo curso. Si tenemos 120 alumnos, solo disponemos de 60 plazas en empresas que ofrecen prácticas duales. El resto debe conformarse con prácticas no remuneradas”, expone el profesor del instituto de Cornellà..
Esta situación ha generado un exceso de oferta en prácticas no remuneradas. “Hay muchas empresas que buscan becarios o estudiantes en prácticas sin ofrecer retribución, y tenemos tantas ofertas que, en ocasiones, debemos rechazar algunas”, añade del Castillo. El aumento de la demanda de FP también ha llevado a la necesidad de adaptación de los centros educativos. “Antes teníamos clases de 20 o 25 alumnos, pero ahora estamos alcanzando los 30 por clase, como si fuera la ESO”, comenta el profesor.
Los ciclos formativos cotizan al alza, pero su capacidad de adaptación a las necesidades del mercado laboral y la situación administrativa de los estudiantes también tiene complicaciones. Las prácticas, un pilar fundamental de la FP, se ven amenazadas por obstáculos burocráticos, falta de plazas remuneradas y algunas deficiencias en la gestión de las políticas educativas. Mientras no se encuentren soluciones, alumnos como Juan y Alejandra seguirán en el laberinto de un sistema que, a pesar de sus buenas intenciones, no siempre ofrece salidas a todos.

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