Viladecans ha celebrado un acto de homenaje para el ciclista paralímpico Sergio Garrote, doble campeón en los Juegos Paralímpicos de París. De nuevo en su ciudad natal con más medallas colgando del cuello, el deportista ha pasado un rato con el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz, que le ha entregado una camiseta deportiva personalizada. Después, el atleta se ha asomado al balcón a saludar a sus vecinos y agradecerles todo su apoyo.
Viladecans ha celebrado un homenaje especial a su campeón paralímpico Sergio Garrote, este jueves 3 de octubre en la plaza de la Vila. Con sus dos medallas al cuello, Garrote ha entrado al Ayuntamiento, donde le ha recibido el alcalde, Carles Ruiz, con más de una sorpresa: una camiseta deportiva con su nombre en la espalda (junto al de Viladecans) y una firma en el Libro de Honor de la ciudad. Así, Sergio Garrote se ha convertido en casi una ‘leyenda’ para Viladecans y, desde luego, todo un orgullo.
Garrote es uno de los grandes referentes del ciclismo paralímpico, con un amplio palmarés internacional. Sus dos victorias en los Paralímpicos de la capital francesa (una de oro en la contrarreloj y una de plata en la prueba de ruta) lo han convertido en uno de los mejores de su disciplina a nivel mundial. De hecho, la ceremonia de bienvenida y homenaje no se ha podido celebrar antes porque la ciudad estaba esperando, expectante, a que le atleta volviera del Campeonato Mundial de Ciclismo en Ruta de Zúrich, que se ha celebrado del 22 al 29 de septiembre. Y ha vuelto con más victorias que celebrar, un nuevo triunfo para Viladecans: una medalla de oro y dos de bronce.
Y esta es la prueba de su esfuerzo y dedicación al deporte, que lo han llevado tan lejos por el mundo y lo han traído de vuelta a su ciudad natal, en la que se ha encontrado con el cariño y vitoreo de sus vecinos. Acompañado por el alcalde, el campeón se ha asomado al balcón del Ayuntamiento a saludar a sus conciudadanos y agradecerles todo su apoyo antes, durante y después de los Juegos Paralímpicos. Después, ha bajado a la plaza a estar todavía más cerca de los vecinos de Viladecans y a hablar de su experiencia en los juegos de París. Con este pequeño gesto, la ciudad ha sido aún más partícipe de la victoria de Garrote, que ha llevado el nombre de Viladecans hasta la cima del mundo.