Baix Llobregat

Los cinco mejores destinos europeos para vivir un cuento de hadas de otoño

Las calles de Edimburgo (Escocia) teñidas con la paleta de colores otoñales
Naomi Adell | Viernes 11 de octubre de 2024

El otoño es la estación ideal para irse de escapada en busca de la tranquilidad y disfrutar de los tonos rojizos durante largos paseos. Para elegir el mejor escenario para vivir al máximo la experiencia otoñal, la empresa Civitatis ha compartido las cinco ciudades europeas con mayor encanto durante esta época del año, destinos perfectos para quienes quieran (y puedan) escaparse de la realidad durante los meses de otoño y vivir en un cuento de hadas sin salir del continente.



Con el puente del Pilar a la vuelta de la esquina y la llegada del clima otoñal, apetece una pequeña ‘escapadita’. Pero ya no nos valen los destinos de playa, sol y arena: es el momento del año perfecto para visitar aquellas ciudades encantadoras con un toque mágico y casi nostálgico, en las que se puedan admirar los tonos rojizos y anaranjados del otoño. Para hacer más sencilla la búsqueda del destino perfecto, la plataforma online de visitas guiadas y excursiones, Civitatis, ha compartido un ránking de los cinco destinos europeos con un aura más otoñal, para disfrutar de una corta pero inolvidable ‘escapadita’ antes del frío de invierno.

Según Civitatis, el destino que encarna el otoño es la capital escocesa Edinburgo. El ambiente de la ciudad, con sus colinas y parques teñidos de dorado, es perfecto para los fanáticos de esta estación del año. Lo más recomendable es perderse por la famosa Royal Mile, un paseo con increíbles vistas al Castillo de la ciudad que te embelesará con su magia otoñal. Para los amantes de la naturaleza, también hay varias rutas de senderismo, como la caminata por Arthur’s Seat, uno de los lugares con mejores vistas a la ciudad, desde donde podrá admirarse el cuadro de colores otoñales que pinta Edinburgo.

La ciudad de Brujas, en Flandes (conocida como ‘la Venecia del Norte’) se convierte en un paisaje de cuento de hadas durante el otoño. Llena de canales y de vegetación, con hojas que se pasean por las aguas, visitar Brujas durante esta estación del año es una excusa perfecta para una escapada tranquila, lejos del barullo del día a día. Además de sus canales, que pueden visitarse incluso en barco, esta ciudad belga guarda pequeños tesoros, como su famoso chocolate o sus históricas cervecerías. De hecho, los meses de octubre y noviembre son el momento perfecto para los más cerveceros, porque la ciudad celebra su ‘Festival de la Cerveza’, en el que podrás catar un sinfín de cervezas artesanales locales, con sabores inéditos y un regusto tradicional.

Brujas

Un viaje digno de postal: Praga y Viena

Otro destino perfecto, según Civitatis, es Praga (República Checa), que se convierte en un epicentro de festivales y eventos culturales durante los meses de otoño. Con la llegada de la estación, sus calles empedradas y sus puentes que esconden mil historias se inundan de un ambiente de ensueño con el cielo grisáceo y los colores de octubre, que resaltan todavía más el aire histórico de su arquitectura. Una visita que no puede faltar es, por supuesto, el Castillo de Praga, uno de los mayores palacios del mundo, que todavía es más deslumbrante con la atmósfera mística del otoño.

También es un sello obligatorio en el pasaporte otoñal la capital austríaca Viena. Sus elegantes y espectaculares jardines y avenidas se convierten en un lienzo de colores otoñales que te hacen pensar que estás paseando en una postal. Además, la ciudad también se llena de actividades durante esta estación, como los conciertos de música clásica en la Ópera Estatal. Para vivir la experiencia otoñal en Viena al máximo, Civitatis recomienda asistir a una de sus catas de café vienés, acompañándolo con los mejores dulces típicos de la ciudad (como el strudel de manzana o la tarta sacher).

Praga

La inolvidable experiencia de las aguas termales de Budapest

Budapest (Hungría) es otro de los destinos predilectos de otoño. Con sus aguas cálidas termales, en los baños Széchenyi, no hay mejor lugar para disfrutar calentito del paisaje otoñal, gracias al contraste entre la calidez y confort de los baños con la brisa y el frescor de la estación. Según Civitatis, es sin duda una experiencia que hay que vivir antes de morir.

Budapest

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