El 13 de octubre, en un control de alcoholemia en Sant Feliu, los Mossos han descubierto un coche, conducido por un joven de 23 años que jamás se ha sacado el carnet. En el coche estaba su madre, propietaria del vehículo, que le habría dejado conducir a pesar de no tener licencia. Los Mossos han denunciado penalmente a ambos.
Este domingo, 13 de octubre, los Mossos estaban realizando sus habituales controles preventivos de alcoholemia, en la carretera B-23 de Sant Feliu. Alrededor de las 21h, los agentes han frenado a un vehículo para comprobar la documentación de su conductor, un hombre de unos 23 años.
A pesar de su mayoría de edad, el joven que estaba al volante durante el control de la policía no había obtenido ningún tipo de permiso de conducir. Junto a este joven sin carnet, circulaban en el vehículo varios familiares del conductor, entre ellos la madre.
La madre, de 44 años (y, además, titular del coche), sabía perfectamente que su hijo no tenía ningún permiso de conducción, le habría dejado ponerse al volante. Por eso mismo, los agentes han denunciado penalmente a madre e hijo: al joven por conducir sin carnet; a la madre, por ser cómplice necesaria en la comisión de un delito (es decir, por haberle dejado conducir sin carnet).