Los Mossos d’Esquadra han desmantelado una banda de narcotráfico que enviaba marihuana y hachís escondida en congeladores a países del norte de Europa. Los investigadores ha conseguido identificar a tres implicados, pero los agentes solo han podido detener, por ahora, a un hombre de 31 años.
Los Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de Sant Feliu han desmantelado, este miércoles 16 de octubre, una banda de narcotráfico, que enviaba su mercancía escondida en congeladores rumbo a varios países del norte de Europa. Durante la operación, los agentes han podido detener a uno de los implicados: un hombre de 31 años, acusado de pertenecer a un grupo criminal y de un delito de tráfico de drogas.
La investigación ha comenzado en este mes de mayo, cuando los agentes descubrieron un palé que contenía droga, preparado para enviarse al norte del continente, en una empresa de transportes internacionales de la Zona Franca. Al registrar el sospechoso palé, los agentes encontraron un congelador, cuyo interior había sido manipulado: las ranuras diseñadas para la espuma que contiene el frío del aparato, ahora guardaban once bolsas llenas de droga. Entre la mercancía, había siete kilos de marihuana y cinco quilos de hachís, lo que equivale a unos 70.000 euros en el mercado ilegal de droga.
Durante los primeros días de la investigación, los agentes descubrieron que esta misma empresa ya había realizado 14 envíos de este estilo anteriormente, una vez cada quince días. Y todos los pedidos iban a nombre de la misma persona: un hombre que recogía los palés en un parking del barrio de Horta-Guinardó (Barcelona). Una vez en el parking, la siguiente para era una empresa internacional, con sedes en distintos países del norte europeo.
Según los investigadores, este transporte ilícito es obra de un grupo criminal, que ya lleva un largo tiempo en el ‘gremio’, formado por varias personas aliadas y sincronizadas para cometer reiteradamente un delito de tráfico de drogas de ámbito internacional. La banda elegiría este destino final de la droga, según han corroborado los agentes, por un mero interés ‘comercial’: en los países norteños, el precio de la venta al por menor se triplica (e incluso cuatriplica en algunos casos). Así, el tráfico ilegal sale más rentable en el mercado extranjero, aumentando drásticamente los beneficios de la organización catalana.
Durante la investigación, los agentes han ido recopilando indicios suficientes para incriminar a tres personas implicadas. Según han descubierto los investigadores, estos sujetos manipularían primero un congelador en el interior del parking (que habían alquilado), para esconder dentro toda la droga. Una vez asegurada la mercancía, los tres investigados embalaban el congelador, y llamaban a la empresa de transportes para realizar este envío internacional.
Poco después de encontrar el palé que incitó toda la investigación, los agentes han habilitado varios dispositivos de vigilancia, para seguir indagando. Así, pocos días después, los criminales ya estaban preparando un nuevo envío, a finales del mes de mayo. Los agentes han logrado comisar este segundo (o, más bien dicho, decimosexto), una vez estaba ya en manos de la empresa de transporte internacional. Al interceptar este congelador, los agentes han encontrado un botín todavía mayor: 14 bolsas envasadas al vacío, con 35 kilos de hachís (distribuidos en 350 tabletas). Unos 229.000 euros en el mercado ilícito europeo.
A raíz de este segundo hallazgo, los investigadores han logrado identificar a los tres miembros de la banda criminal. El día 2 de octubre, los agentes han realizado una entrada y cacheo en este mismo parking donde preparaban los envíos, en el que han encontrado otros tres congeladores, listos para reutilizarse como medio de transporte de droga. De hecho, según han descubierto los investigadores, los criminales habrían ‘reciclado’ congeladores que ya habían enviado a Europa en viajes anteriores, que volvían de nuevo al origen del crimen.
Este miércoles 16 de octubre, los agentes han podido detener a uno de los tres implicados en su propio domicilio (en Mollet del Vallès), acusado de un delito contra la salud pública (por tráfico de drogas) y de pertenencia a un grupo criminal. Durante el cacheo del domicilio, los agentes han incautado una alta suma de dinero, todo en efectivo, y han encontrado varios indicios de su participación en la banda, como mascarillas que habría usado para manipular estas sustancias estupefacientes.
El hombre ha pasado a disposición judicial este viernes 18 de octubre. La investigación sigue en marcha, para localizar y detener a sus dos secuaces.