La Diputació de Barcelona ha entregado al Ayuntamiento de Abrera un estudio sobre el patrimonio histórico del conjunto de Sant Hilari d'Abrera. Esta investigación ha descubierto restos de una domus romana en el centro de la finca, que se suman a los yacimientos de termas romanas que ya se descubrieron en las últimas excavaciones del lugar. Sant Hilari agrupa edificaciones históricas de varias épocas: una iglesia tardoantigua con toques románicos, restos de la antigua Roma y una masía ganadera construída en época medieval.
La Diputació de Barcelona ha realizado un Estudio histórico y documental del conjunto patrimonial de Sant Hilari, en Abrera. Los últimos estudios arqueológicos han confirmado que la iglesia de Sant Hilari está edificada sobre los restos de un edificio termal que se remonta a la época de los romanos. Así, este conjunto monumental estaría formado por unas termas romanas, una iglesia de origen prerrománico y una pequeña masía.
Ahora bien, el bagaje histórico de Sant Hilari no termina aquí. Con este reciente estudio de la Diputación, se ha descubierto que la finca todavía guarda más tesoros romanos: se ha constatado la existencia de una domus (una vivienda romana), justo en el centro de la propiedad, que incluía la capilla de Sant Hilari. De hecho, el actual mas de Sant Hilari es una construcción mucho más moderna (aproximadamente del siglo XVIII).
La última investigación de la Diputación también ha hecho posible generar una reconstrucción directa de cómo sería el conjunto en el siglo XIII, y además ha indagado en el árbol genealógico de los propietarios de la finca, pudiendo identificar algunos de sus dueños desde el mismo siglo XIII hasta la actualidad.
Las recientes investigaciones demuestran que la iglesia está edificada sobre restos de termas romanas. Según los arqueólogos, el edificio debió construirse durante la Antigüedad Tardía (entorno al siglo VIII). Esta pequeña iglesia tiene una única nave rectangular, con una longitud de 11,50 metros y una anchura de 6,65 metros, y sus muros interiores exhiben decoraciones pictóricas. Junto a la iglesia y los edificios termales, se encuentran varios espacios que se remontan a la época medieval, que debieron pervivir hasta entrado el siglo XIV. Estos espacios son ahora un conglomerado de yacimientos, pero son uno de los motivos detrás del interés patrimonial del conjunto. Ahora bien, sí que sigue en pie y aguantando el pequeño mas de Sant Hilari, junto a la iglesia. De hecho, la masía se ha ido ampliando y modificando con el paso de los siglos, dedicado a la ganadería hasta la actualidad.
Además de su interés cultural y patrimonial, la finca de Sant Hilari también tiene un gran valor natural y geológico: se extiende hasta el cauce del río Llobregat, y forma parte de la Red Natura 2000, del Parc Rural del Montserrat y de la Zona ZEPA.
Desde el año 2017, el Servicio del Patrimonio Arquitectónico Local (SPAL) de la Diputació ha financiado varios trabajos arqueológicos de excavación y conservación en la finca de Sant Hilari, con el impulso del Ayuntamiento de Abrera y el apoyo de la Generalitat. Este reciente estudio, que la Diputación ha entregado al consistorio esta misma semana, también ha corrido a cuenta del SPAL, todo realizado con los propios medios de la Diputació.
Tras los primeros trabajos de excavación, en el año 2019 se redactó un primer estudio para decretar los posibles usos de Sant Hilari, a petición del Ayuntamiento, en el que ya se planteaba la necesidad de realizar un análisis histórico sobre el terreno. Poco después, en 2020, el conjunto fue declarado Bien Cultural de Interés Local (BCIL) de manera unánime, en el Pleno municipal de Abrera. Desde entonces, el yacimiento todavía ha generado más interés entre el mundo académico: de hecho, las excavaciones en la finca forman parte de un gran proyecto cuadrienal de investigación de la Universitat de Barcelona (UB), ‘Esglésies, cementiris i hàbitats (segles VIII al XI) Sidillà, Sant Hilari d’Abrera, Olèrdola’ (ECLOC/2022-2025).