El Hospital de Bellvitge ha realizado una exitosa cirugía para extirpar un tumor cerebral en un ajedrecista, preocupado por no perder sus habilidades como jugador con la operación. Ante el deseo de su paciente, el Hospital ha impulsado un estudio de investigación para analizar la actividad del cerebro durante una partida de ajedrez e identificar las áreas más importantes, para preservarlas durante la operación como el mayor tesoro de su paciente. Gracias a este protocolo, el hombre ha podido salir de una operación con su cerebro y talento para el ajedrez intactos.
En el ajedrez la pieza más importante es el cerebro del jugador: hay que tener claras las reglas, las posibles consecuencias de cada movimiento y cada decisión, una estrategia firme y saber leer a tu contrincante mejor que a ti mismo. Sin un cerebro sano y hábil, el trepidante juego del ajedrez se vuelve todavía más desafiante. Por eso mismo, cuando el Hospital de Bellvitge se ha enfrentado al reto de extirpar un tumor cerebral a un jugador de ajedrez, no se lo ha tomado a la ligera. El equipo de cirugía sabía que necesitaba minimizar al máximo los riesgos de la operación para no afectar a su rendimiento y habilidades.
Ante este gran desafío en el tablero de la cirugía, el Hospital Universitario de Bellvitge (HUB) ha colaborado con los investigadores del Grupo de Cognición y Plasticidad Cerebral (formado por profesionales de la Universidad de Barcelona y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, el IDIBELL) y con el Centro de Visión por Computador (CVC) para elaborar un complicado estudio respondiendo a este reto. El estudio, ingeniosamente titulado 'Can the knight capture the queen?' (del inglés, "¿Podrá el caballero capturar a la reina?"), se ha publicado recientemente en Cortex, una prestigiosa revista científica de referencia internacional que recopila artículos de análisis del sistema nervioso y su papel en los procesos mentales.
El paciente de Bellvitge que ha ‘protagonizado’ este estudio, es un ajedrecista aficionado con una puntuación ELO de 1.950. Según este sistema de puntuación, que aplica la Federación Internacional de Ajedrez, el paciente estaría a un palmo de la maestría (se consideran ‘maestros’ del ajedrez aquellos con una puntuación de 2.000 o superior). Este hombre se enfrentaba a un tumor cerebral en el lóbulo parietal izquierdo, que amenazaba con arrebatarle su talento. Antes de su operación, el paciente expresó su deseo de preservar su rendimiento como jugador de ajedrez tras someterse al bisturí. Y el Hospital de Bellvitge ha hecho todo lo posible por cumplir con el deseo de su paciente.
El trabajo de los investigadores ha empezado mucho antes de la cirugía. Con el paciente despierto y sometido a una resonancia magnética funcional (IRMf), combinada con un mapeo de estimulación eléctrica eléctrica (ESM), los investigadores del estudio han analizado los procesos cognitivos que el paciente aplica durante sus jugadas. El ESM consiste en la estimulación del cerebro con un electrodo mientras que el paciente realiza una determinada tarea. En este caso, el hombre ha echado una partidita de ajedrez mientras analizaban el funcionamiento de su cerebro: han entrado en juego procesos como la búsqueda visual, necesaria para examinar el tablero y localizar todas las piezas, la recuperación de las reglas del ajedrez, para analizar si un movimiento es ‘legal’ o no, así como la capacidad de predicción de la próxima jugada, las consecuencias o el jaque mate.
Esta estimulación eléctrica se ha combinado con la resonancia magnética, que ha revelado actividad cerebral en las proximidades del tumor a extirpar. Los resultados del ESM, sin embargo, han sido claves para el éxito en los deseos del paciente: ha permitido localizar un punto en la circunvolución supramarginal izquierda del cerebro que resulta clave para retener la habilidad para jugar bien al ajedrez, especialmente en la labor de recuperación de las reglas.
Una vez encontrada esta región cerebral del ajedrez, el siguiente paso era tratar de salvarla durante la operación. El tratamiento habitual para extirpar un tumor cerebral es la neurocirugía, que se suele realizar con el paciente despierto para preservar el máximo posible todas las áreas relacionadas con funciones básicas del cerebro, pero extremadamente sensibles. En esta operación en concreto, el equipo de Bellvitge tenía una zona todavía más sensible a preservarse: el ‘punto del ajedrez’.
Pero con todo el bagaje obtenido a partir del estudio combinado de los investigadores, el equipo de cirugía ha hecho una jugada maestra. La intervención quirúrgica ha sido más que exitosa: el paciente ha podido mantener su rendimiento como ajedrecista y su puntuación ELO.
Así, este estudio del Hospital de Bellvitge ha demostrado la viabilidad de aplicar protocolos de este estilo para evitar afectar las capacidades cognitivas superiores tras la extirpación de tumores cerebrales. Dado el éxito que ha tenido en este caso en concreto, un jugador de ajedrez con miedo a perder su talento y pasión, este estudio abre las puertas a utilizar, en un futuro, protocolos similares previos a una intervención quirúrgica, para lograr preservar habilidades complejas en pacientes con tumores cerebrales.
El Hospital Universitario de Bellvitge es un centro sanitario referente en el tratamiento de tumores cerebrales, gracias a su apuesta por la investigación. De hecho, el Hospital tiene en marcha el proyecto ‘La Simfonia dels Herois’, que potencia la investigación sobre el cáncer cerebral mediante conciertos musicales y otras actividades solidarias.
Los avances del Hospital de Bellvitge son una doble buena noticia, por su contribución al mundo de la medicina quirúrgica que ha logrado 'salvarle la vida' a un ajedrecista con una gran pasión, y porque han sido muy bien recibida por los organizadores de El Llobregat Open Chess Tournament. Dos veces nombrado Mejor Torneo Abierto en España (2022 y 2023), el Open Chess es uno de los mayores orgullos de 'El Llobregat'. Este año, el torneo celebra su quinta edición, en el complejo de Can Massallera de Sant Boi, del 29 de noviembre al 8 de diciembre de 2024.