El Ayuntamiento de L’Hospitalet ha informado este martes del inicio de las obras de reurbanización del entorno de la plaza de Les Palmeres, concretamente en las zonas interiores de la calle de Badalona. El proyecto se convierte así en la primera en ponerse en marcha de las tres actuaciones que conformarán el futuro eje verde de refugios climáticos del barrio de Santa Eulàlia, que enlazará la plaza Europa con el Parque de la Torrassa. La actuación, que tiene un presupuesto de 2,32 millones de euros -aportados parcialmente por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB)-, afecta a una superficie de 22.375 m².
El proyecto de renovación de la Plaza de Les Palmeres es un complemento de las obras de mejora del espacio que se realizaron como consecuencia de la construcción y entrada en servicio en 2019 de la estación de Provençana, en la línea L10 Sud del metro barcelonés. La intervención, que se prevé que esté lista para revista en un plazo de 14 meses, seguirá los mismos “criterios de salud y calidad ambiental” que se van a aplicar en las tres futuras islas del corredor verde del barrio y que combinan un plan de usos del espacio público “que responda a las necesidades ciudadanas y de unas acciones de movilidad que garanticen itinerarios más amables y saludables”, según fuentes municipales.
La renovada plaza dispondrá de tres áreas de estancia y sombra en la que se concentrarán los árboles (que serán plantados de nuevo) y las especies vegetales, con el objetivo de que proporcione a los usuarios confort térmico episodios de temperaturas extremas. En el área central, justo la que se sitúa frente a la Escola Pompeu Fabra, se instalará una extensa zona de juegos infantiles mientras que las otras dos contarán con una pérgola.
Los peatones serán los grandes beneficiarios de la intervención, porque ganarán espacio y prioridad, ya que la calle Rosell, una parte de la calle Narcís Monturiol y los espacios entre edificios de la calle de Badalona se conviertan en vías de plataforma única. Además, se ampliará la acera de la calle Mestre Carbó, a la altura de la Pompeu Fabra. De esta forma, “se potenciará la accesibilidad, se pacificará el tráfico y se mejorará la relación de la escuela” con el nuevo espacio han destacado las mismas fuentes.
La intervención en la plaza, las calles aledañas y el espacio libre entre los bloques se completa con la renovación del mobiliario urbano (bancos, papeleras y elementos bio-saludables), el área de juegos infantiles y el alumbrado público, que se dotará de tecnología LED y ampliará el número de puntos de luz, y con la adecuación de la red de riego y de la señalización.