Por si no lo tenían suficientemente complicado para obtener la nacionalidad o la residencia en España, los extranjeros que quieren regularizar su situación o renovar sus permisos se enfrentan a un nuevo contratiempo: conseguir citas en las oficinas de extranjería o en las comisarías de policía para trámites o papeleo. Las ‘horas’ se solicitan de forma telemática y, según el testimonio de varios afectados que han contactado con El Llobregat, conseguir un hueco es casi una misión suicida. Así que a los foráneos los les queda más remedio que tirar del boca a oreja y conseguir unos mágicos números de teléfono desde los que comprar el resguardo de una cita personalizada que les garantiza la atención inmediata. Los trapicheos en este mercado negro cuestan hasta 250 euros, aunque lo habitual es adquirir un boleto por 60 o 65 euros.
Harta de no conseguir por internet una cita previa para un trámite relacionado con el NIE, Nadia, de L’Hospitalet, se dejó caer por una comisaría de policía para pedir explicaciones. Allí le explican que tal vez la página esté bloqueada y le recomiendan que vuelva a intentarlo un jueves a las 15.00 horas porque es cuando se actualiza la web y se abre la lista. Pero tampoco lo consigue. “Antes era difícil conseguir hora para una cita previa pero ahora es imposible”, denuncia Nadia.
Al final, y a la vista de que se agota el plazo para la renovación y no consigue turno por las vías convencionales, nadie tira de contactos. Un conocido le recomienda que vaya a un colmado del barrio regentado por un pakistaní. Allí le facilitan un móvil que le abre la puerta de los cielos: llama, da su nombre y sus datos y al día siguiente se cita con su interlocutor, quien le entrega el resguardo de una cita personalizada para solo dos días más tarde que resulta ser auténtica, pues consigue cumplimentar el trámite. El precio del servicio: 50 euros. ¿Magia?
Un vecino de origen latinoamericano quedó a la salida del metro con un contacto conseguido en un locutorio que le cobró 60 euros por una cita. “No sé cómo lo hacen, pero te consiguen lo que les pidas, aunque por internet salga que no hay citas disponibles”, confirma este ciudadano. “En las comunidades de extranjeros estos números de teléfono van de mano en mano, porque te consiguen cita ese mismo día o en 24 horas”. Osvaldo, un conocido suyo, compró una cita para el NIE a través de una frutería por solo 25 euros “porque no era urgente”.
Pero la que resulta peor parada por caer en la red es una joven europea del este, Krystynà. La chica necesitaba una gestión urgente con el NIE y un tercero le facilita un número de WhatsApp de Ucrania en cuyo perfil aparece el logo de ICASIS (siglas de International Consultation and Support in Spain SL), una empresa de servicios de extranjería (Spain Service Immigration, reza en su web) con base en el barrio de La Mallola, en Esplugues.
Krystynà contacta con su gestor furtivo, quien le pide en inglés sus datos, el motivo de la cita y un email y a cambio le facilita un número de cuenta para que haga una transferencia de 250 euros. En español, le responde: “Hola, ya tomé su cita. Estoy esperando pago”. A los dos días recibe un PDF con un comprobante nominativo de su inminente ‘reserva’ para renovar el permiso. También era auténtico. Resolvió el trámite sin problemas.
El Llobregat ha intentado contactar con ICASIS marcando todos los números que aparecen en su web (incluido el de Ucrania) y en ninguno ha obtenido respuesta. Solo ha podido comprobar que como razón social de la SL consta el local 19 del nº 76 de la calle Nord y que empezó a operar en 2018. Krystynà asegura que denunció lo que le había pasado a la policía, pero que le respondieron “no puede ser”. El correo con el PDF de la cita y la transferencia testifican lo contrario. III