El 'Black Friday' atrae a compradores, pero también a ciberdelincuentes que aprovechan nuestra ansia por las compras para estafarnos sin que nos demos cuenta. En estas fechas, hay que extremar las precauciones a la hora de hacer compras online. Lo más aconsejable es evitar hacer click en enlaces de dudosa procedencia, desconfiar de precios excesivamente bajos y analizar las páginas web en busca de pequeños errores que delaten a los delincuentes. En caso de fraude, cambia contraseñas y contacta con tu banco inmediatamente.
Ya está aquí el último viernes de noviembre con el ‘Black Friday’, el día internacional de las compras. Con el bombardeo de publicidad, descuentos y ofertas, es difícil resistirse a hacer una que otra compra, aprovechando el momento. Y en los tiempos que corren, con la era digital a pleno rendimiento y el monopolio de las redes sociales, cada vez son más habituales las compras online por estas fechas. Irse de compras sin moverse del sofá es mucho más cómodo que lidiar con la avalancha de ‘cazaofertas’ en las tiendas físicas, pero también puede ser mucho más peligroso.
Las redes sociales se han convertido en la escena del crimen perfecta para los ciberdelincuentes, toda una puerta de difusión de estafas a través de enlaces a páginas web fraudulentas o con anuncios de artículos llamativos que ni siquiera existen ‘vendidos’ a un precio de escándalo al que es casi imposible decir que no. En vista de todos estos peligros a tan solo un click, la Policía Nacional ha compartido varios consejos para evitar que tu cuenta bancaria se vista de luto por el 'Black Friday'.
Lo primero de todo: hay que comprobar mil veces antes de hacer click en un enlace que te llegue por correo electrónico o en redes sociales. Los ciberdelincuentes aprovechan la ocasión especial para vestir sus webs fraudulentas de gala, disfrazándolas como una página web real, incluso llegando a clonar comercios y marcas reconocidas. Estos correos suelen incluir un enlace que te redirige rápidamente a una página web, muchas veces sin mostrar el hipervínculo, para robarte tu información personal y financiera. Por eso mismo, lo más seguro es no hacerle click directamente al enlace desde el correo o la publicación en redes, sino teclear tú mismo la dirección en tu navegador para comprobar que la web es segura.
El principal anzuelo de estos delincuentes es, ahora más que nunca, los precios. Si te aparece un anuncio con artículos populares o de marcas de alta gama a un precio casi regalado, tan bajo que parece falso, probablemente lo sea. De nuevo, los estafadores crean páginas webs falsas que incluso llegan a desaparecer una vez te han ‘vendido’ este chollazo para quedarse con tu dinero sin darte tiempo a reclamarlo.
El auge de la tecnología ha hecho más fácil que nunca ‘inventar’ nuevas formas de estafarte sin que te des cuenta. Por eso, ten cuidado a la hora de teclear la dirección web que estás buscando y verifica más de una vez el nombre en la URL. Muchos ciberdelincuentes aprovechan erratas comunes para crear páginas web duplicadas (cambiando, por ejemplo, una < b > por una < v >) muy poco seguras, un fenómeno que ya se conoce mundialmente como typosquatting. En la misma línea juega el QRishing, un tipo de phishing a través de la manipulación de un código QR que te redirige a la descarga de un software malicioso para infectar tu dispositivo y robarte todos tus datos más sensibles.
En todos estos casos, fíjate bien en el diseño de la página web. Los ciberdelincuentes son más que capaces de crear páginas con apariencia de ser seguras, hasta el punto en que puede aparecer el ‘candadito’ delante de la URL y ser una página web todo menos fiable. Por eso mismo, incluso aunque a primera vista pueda parecer fiable (incluso un ‘calco’ de una web conocida), fíjate bien en los detalles. Si una web contiene imágenes de mala calidad, textos mal redactados, faltas de ortografía a más no poder o traducciones que no tienen ni pies ni cabeza, deben saltarte todas las alarmas. Sal de ahí de inmediato. Otro detalle que delata es la ausencia de CIF o domicilio fiscal de la ‘tienda’ a la que te redirigen: si no hay información, no hay comercio.
Si por un casual consiguen engañarte y ya has llegado al proceso de pago, asegúrate de que la web cuenta con pasarelas de pago seguras. Es más, si tienes tiempo, contrasta las opiniones de los usuarios en sitios web destinados a valorar este tipo de comercios electrónicos.
Si durante la maratón de compras del ‘Black Friday’ (o en cualquier momento del año) has sido víctima de un fraude de este tipo, lo más importante es recuperar tu seguridad. Antes que nada, cambia todas las contraseñas posibles (incluso la clave de tu app del banco), cancela tu tarjeta de crédito de inmediato y alerta a tu entidad bancaria de la situación. Una vez realizados todos estos trámites, puedes poner una denuncia en cualquier comisaría.
Así pues, para disfrutar plenamente del mejor día para darte ‘caprichitos’ o para hacer las compras adelantadas de Navidad, lo más importante es tener un cuidado minucioso con lo que ves en redes y con los enlaces a los que entras. Un despiste puede costarte mucho más caro que una cafetera (ahora, rebajada) en Amazon.