La Residencia Sant Ricard del Parc Sanitari Sant Joan de Déu (Sant Boi) ha incorporado una innovadora cabina de hidroterapia, ‘Lucía’, que combina hidromasaje y terapias sensoriales para lograr un bienestar físico y psicológico del paciente. Este nuevo dispositivo ha llegado gracias al jovencísimo Proyecto AIDA, una iniciativa que promueve el uso de tecnología avanzada para mejorar la atención a personas con diversidad funcional, discapacidad intelectual y trastornos de salud mental.
El Parc Sanitari Sant Joan de Déu de Sant Boi está impulsando, desde el último cuatrimestre de 2023, el Proyecto AIDA (‘Atención Integral a personas con Diversidad funcional. Modelo Avanzado’), gracias apoyo altruista de los familiares de una de las pacientes de la Residencia Sant Ricard, que acoge a 18 usuarios con trastornos mentales graves y/o discapacidad intelectual. El Proyecto plantea una revolución terapéutica a partir del uso de tecnologías de última generación basados en la estimulación multisensorial, que contribuyen a mejorar el tratamiento de los pacientes, tanto a nivel de rehabilitación física como de bienestar emocional. Esta tecnología potencia la estimulación física y cognitiva de las personas atendidas, para lograr una mejora en su calidad de vida durante su estancia en las unidades de la Red de Salud Mental.
Gracias al impulso del Proyecto AIDA, la Residencia Sant Ricard ha incorporado recientemente una innovadora cabina de hidroterapia, basada en este nuevo modelo de rehabilitación avanzada. Este nuevo dispositivo, de nombre ‘Lucía’, es una bañera que combina el hidromasaje, que consigue relajar la musculatura del paciente, con varias terapias sensoriales, que contribuyen a una sensación de tranquilidad y bienestar.
Durante su baño, el paciente puede disfrutar de varios olores y aromas naturales (aromaterapia), en una cabina iluminada con hasta cuatro colores pensados para equilibrar sus emociones (cromoterapia) y con sonidos relajantes que ayudan a mejorar el estado de ánimo y reducir los dolores (musicoterapia). La combinación de todos estos elementos logra una estimulación sensorial integral del paciente, para aligerar todas sus tensiones, tanto físicas como psíquicas.
Los pacientes visitan a ‘Lucía’ cinco días a la semana, con sesiones de 20 o 50 minutos, según el programa elegido. Según ha asegurado la coordinadora de los Servicios de Atención en Salud Mental para Personas con Discapacidad Intelectual del Parc Sanitari, Silvia Ángel, en los pocos meses desde su instalación, este nuevo dispositivo ha obtenido resultados muy positivos. “Tiene beneficios que impactan en todo el cuerpo”, ha explicado Silvia Ángel, “tanto en el ámbito articular como en el motor, porque favorece la flexibilidad y reduce la rigidez muscular”. Este hidromasaje, sumado a la combinación de terapias sensoriales, “genera un bienestar tanto físico como psicológico a la persona atendida”, ha concluido la coordinadora.
“Los usuarios también tienen una tablet y unos auriculares, con los que pueden elegir qué escuchar y qué ver en cada sesión”, ha explicado Arantxa Bolivar, técnica en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) de la Clínica Sant Ricard, “para completar aún más está experiencia tan relajante y agradable”.
Esta nueva cabina, creada por la empresa ISENSI, es el segundo dispositivo que aplica este modelo de tratamiento en el Parc Sanitari. La primera de ellas lleva años instalada en el Hospital de Atención Intermedia de Esplugues, destinada a prevenir el deterioro físico, cognitivo, sensorial y social de los pacientes con afectaciones motoras. Con la implantación de ‘Lucía’ en la Residencia Sant Ricard, el hospital ha sabido aplicar esta terapia, inicialmente motora y física, al tratamiento de pacientes con problemas de salud mental y discapacidad intelectual.
El Proyecto AIDA contempla, además, seguir incorporando estos tratamientos con última tecnología, de manera escalonada, para lograr su mayor objetivo a largo plazo: crear un modelo de rehabilitación avanzado referente en la atención a la diversidad funcional. Entre las propuestas de futuro, el proyecto prevé el impulso de más actividades terapéuticas y de ocio en las que también se impliquen las familias de los pacientes de la Red de Salud Mental.