El Llobregat

El reciclaje en el Baix y L'Hospitalet está muy por debajo de la exigencia europea: Qué está pasando

Laura García Martínez | Sábado 11 de enero de 2025
Los resultados cuantitativos del reciclaje de residuos en el Baix Llobregat y L’Hospitalet están lejos de las exigencias de la UE. La media metropolitana ronda el 40%, 15 puntos por debajo del objetivo europeo para 2025 y muy lejos del 60%. fijado para 2030

La radiografía de la recogida selectiva en los distintos municipios del Baix Llobregat, muestra desequilibrios pero la nota media es... ¡Un suspenso general! A pesar de que Santa Coloma de Cervelló se sitúa, por nota, en el segundo lugar del conjunto de municipios metropolitanos donde solo nueve ciudades aprueban, seis de ellas en el Baix.Descompensan la balanza los 15 municipios del Baix que suspenden, con L’Hospitalet ocupando el penúltimo lugar de la lista metropolitana, porque es el segundo que menos recicla. Con todo, la media metropolitana se sitúa en el 40%, lo que significa que está 15 puntos por debajo del objetivo marcado por la Unión Europea para el año 2025 (55%). Estas cifras actuales todavía están más lejos de las previsiones de recuperación de residuos fijadas para el 2030 (60%) y el 2055 (65%).

El 40% de los residuos que actualmente se reciclan en el área metropolitana suman 577.278 toneladas. A pesar de que la cifra supone un nuevo récord en los registros anuales solo aumenta un 0.7% respecto a 2022. Se da la coincidencia de que los municipios que en los últimos años han adoptado un cambio en el sistema de recogida superan ampliamente el objetivo y llegan hasta el 79%, demostrando así la efectividad de evolucionar el modelo. Además, en términos económicos, también hay grandes diferencias entre municipios: el coste de tratamiento es menor en los que tienen recogida selectiva individualizada.

Sin sistemas individualizados

Así que reciclar solo un 0,7% más se debe a que muchos municipios que aún no han adoptado sistemas individualizados, como el puerta a puerta o los contenedores cerrados. Como afirma David Prieto Cabeza, asesor de movilidad y ecología en el Área Metropolitana de Barcelona y 4º teniente de alcalde y concejal de medio ambiente y agricultura de Santa Coloma de Cervelló, “se necesita que todos los municipios incorporen recogidas individualizadas, incentivos fiscales, campañas de concienciación, cambio de hábitos, mayor conocimiento de la cantidad de residuos que generamos y del coste que significa la recogida y el tratamiento, mayor implicación por parte de los productores”. Son muchos los factores a mejorar y por tanto el margen de crecimiento es amplio.

Prieto atribuye la lejanía de los resultados con los objetivos de Bruselas a múltiples motivos vinculados al sistema de recogida imperante: “Gran parte de la conurbación de Barcelona sigue recogiendo los residuos en contenedores abiertos, un sistema que se ha demostrado incapaz de conseguir índices altos de recogida selectiva”, asegura. También se adolece de incentivos fiscales (se recurre a la recogida selectiva aumentan para evitar penalizaciones) y “no existe conciencia del impacto medioambiental y económico de una incorrecta gestión de los residuos”, subraya el edil de Santa Coloma. Además, toda Cataluña sigue a la espera de una Llei de Residus “que debe impulsar una economía circular y un uso eficiente de los recursos, además de obligar a los grandes productores a superar, por ejemplo, los envases de un solo uso”, recuerda Prieto.

En el 2023, el AMB generó 1.490.000 toneladas de residuos, el equivalente a 444,3 kilos por habitante y año. Esta cifra ha menguado ligeramente respecto al año anterior, que alcanzó los 445 kg /hab. y año. No obstante, los residuos metropolitanos se han reducido un 10% desde 2010, pero los registros siguen lejos del volumen marcado por la UE, a pesar de que la recogida selectiva ha ido aumentando progresivamente y cada vez más municipios mejoran los sistemas de recogida. El ritmo actual es insuficiente para lograr el objetivo a tiempo.

Análisis de municipios

Según el análisis de la AMB, L’Hospitalet es el segundo municipio metropolitano que menos recicla, con un índice de recogida selectiva en 2023 del 28,5% lejísimos del 55% europeo. Otros municipios del Baix también copan la parte baja del ranking: Cornellà (33,8%), Viladecans (35,3%), Sant Vicenç (36,8%) y El Prat (38%). Los que sí aprueban son Santa Coloma de Cervelló (76,5%), Corbera (71,6%), Torrelles (71,1%), Sant Just Desvern (59,9%), El Papiol (59,3%) y Begues (58,4%). Además, Santa Coloma es el segundo municipio con mayor índice de reciclaje de toda el área, gracias a su sistema de recogida, con contenedores cerrados que le ha permitido pasar de un 41,5% a un 71,8% en solo tres meses.

David Prieto presume de que Santa Coloma ha implantado un eficaz “sistema individualizado de recogida de los residuos conocido como porta a porta. Recogemos los residuos depositados por la ciudadanía en la puerta de casa, en un horario concreto y siguiendo un calendario establecido para las distintas fracciones (orgánica, resto, papel y cartón, envases y textil sanitario). Esta selección nos permite además optimizar costes”, añade el concejal. En el cambio ha resultado “fundamental” que la nueva contrata municipal se ha adaptado al nuevo sistema, redirigiendo las inversiones al nuevo operativo. Aunque “lo más significativo ha sido el cambio de hábitos de la ciudadanía”, un esfuerzo recompensado con el número 2 en el ránking de municipios que han hecho los deberes”, aplaude Prieto. Y es que el 76,5% de reciclaje consolidado supera con creces los objetivos marcados por la UE.

El objetivo del municipio es mantener la actual línea y seguir progwresando. Este 2025 se va a aplicar “una tasa por generación que bonificará a los participantes en el porta a porta (un 25% de descuento sobre la actual tasa de recogida) y una penalización en el caso de que no se participe”, avanza David Prieto. Lo triste es que el ejemplo de Santa Coloma de Cervelló es difícil de seguir por las ciudades con alta densidad de población, pues todo el sistema se torna más complejo.

Diversidad de factores

La participación en la recogida selectiva depende de muchos factores sociales, económicos, urbanísticos y es innegable que en municipios grandes y con alta densidad de población, conseguir buenos resultados es difícil. Algunos municipios, como Torrelles de Llobregat, llevan décadas desarrollando el cambio de modelo y, año tras año, sus resultados están muy por encima de las exigencias europeas de recogida de la UE. Otro buen ejemplo de mejora del reciclaje es el de Corbera de Llobregat, que ha logrado dar el salto del 49,2% al 80,4%. Solo hay que replantearse el modelo y ponerse.

“En el sector de la gestión de residuos hay consenso en reconocer que el sistema de contenedores abiertos en la calle ha llegado al límite de su efectividad. Mientras los municipios no desplieguen sistemas de recogida con identificación de usuario, los niveles no podrán crecer significativamente, y no se alcanzarán los objetivos de la UE.” insiste David Prieto. Además, el teniente de alcalde de Santa Coloma de Cervelló está convencido de que añade que “la falta de incentivos fiscales, tanto de bonificación a quien separa correctamente los residuos, como de penalización a quien lo hace mal, tampoco ayuda a cambiar los hábitos. La clave está en los nuevos sistemas de recogida”. Por eso “es imprescindible que los municipios, que tienen la competencia de la recogida, den un paso adelante y decidan apostar por estos sistemas”, aconseja el edil. El AMB está definiendo conjuntamente con las ciudades qué sistemas se adaptan mejor a cada una y está ayudando en el proceso de implementación de estos nuevos sistemas. Esta colaboración permitirá que durante este mandato muchos municipios se animen y “los implanten”, augura Prieto.

Más facil para los pequeños

Los municipios pequeños, con menos densidad de población, tienen más facilidades para implementar modelos personalizados y específicos de recogida selectiva y disponer de más contenedores por habitante. Ese es uno de los motivos por los que la segunda ciudad de Cataluña está a la cola en reciclaje, solo por detrás de Santa Coloma de Gramenet. “En L’Hospitalet hay una tendencia positiva. Pero con un 28,5% del total de residuos reciclados, somos conscientes que estamos lejos de la media del área metropolitana y más aún de los objetivos de la UE y, por tanto, ponemos por delante nuestro compromiso con el medio ambiente”, relata el teniente de alcaldía de Calidad Urbana de L’Hospitalet, David Gómez.

El teniente de alcalde de Santa Coloma de Cervelló, David Puerto, admite que “la inversión inicial para adoptar un nuevo sistema individualizado de recogida de residuos no tiene un menor coste. Más bien al contrario. Sin embargo, a corto y medio plazo el tratamiento de los residuos compensa esa inversión inicial”. Y es que, hay tres tipos de costes, el puramente económico y dos tipos de costes ambientales: el impacto en gases de efecto invernadero y el energético. La mejora del reciclaje tiene, indudablemente un mayor coste económico, pero un menor coste ambiental y una mayor valorización energética de los residuos, porque de los residuos “no solo se puede producir compost sino también energía”, subraya Puerto.

Por eso resulta determinante separar bien los residuos a la hora de reciclar. Cuando la fracción orgánica se deposita de forma errónea en el contenedor de residuos, se encarece de manera considerable el coste de su tratamiento. Como referencia, y para que nos hagamos una idea de la magnitud de las cifras, según el informe de AMB, el tratamiento de una tonelada de residuos sin separar supone un coste de 130,20 euros mientras que si se separa bien la materia orgánica el gasto se reduce a 62,90 euros.

Un ahorro de 20 millones de euros

El Área Metropolitana también se marca sus propios objetivos. El programa PREMET25 (2019-2025) de prevención y gestión de recursos y residuos enmarca el próximo año como límite para superar el 55% de reciclaje y pone el foco en cinco ejes: Prevención, recogida, tratamiento, educación y buena gobernanza. Según calculan, con sistemas de recogida selectiva más eficientes el coste económico podría reducirse en 20 millones de euros el próximo año. El impuesto que cobra la Agencia de Residuos de Cataluña sobre el vertido controlado o la incineración sirve para financiar la propia recogida selectiva y las instalaciones de tratamiento de residuos. El coste según el tipo de recogida acaba repercutiendo a los habitantes de los distintos municipios, oscilando entre los 60 y los 140 al año por hogar.

En el caso de los 36 municipios del Área Metropolitana de Barcelona el tratamiento corre a cargo de la propia AMB. Existen una serie de infraestructuras como los Ecoparcs, diseñados para tratar y gestionar los residuos sólidos urbanos de forma eficiente, promoviendo su reciclaje, valorización y reducción de impacto ambiental. Su objetivo principal es maximizar el aprovechamiento de los residuos y minimizar la cantidad que se envía a vertederos y plantas de valorización energética. Precisamente en estas plantas de valorización energética se puede producir electricidad. De esas 1.490.000 toneladas generadas en 2023, el 42% acabaron en instalaciones específicas para el reciclaje y un 27% se valorizaron energéticamente generando 220.328 MWh de electricidad.

La importancia de reciclar es obvia: los residuos tienen un impacto ambiental claro y una mayor eficiencia de la gestión y tratamiento de los residuos tienen un menor coste económico. Ahora bien, en la actual situación es clave poder reducir estos residuos y por eso es importante cambiar el modelo de producción y no derivar la responsabilidad última en la ciudadanía.



Nueva contrata gradual de residuos para L’Hospitalet

En L’Hospitalet, David Gómez, teniente de alcalde de Calidad Urbana, explica las complejidades de la ciudad, de más de 270.000 habitantes: “La densidad demográfica de algunos barrios de la ciudad complica la implantación de sistemas más personalizados en sistemas de recogida fraccionada. Por otro lado, la elevada ocupación del espacio público en determinados barrios de la ciudad dificulta la instalación en la calle de más baterías de contenedores para fracciones que complican el reciclaje. En L’Hospitalet seguimos trabajando para mejorar las oportunidades de reciclaje en la ciudad, teniendo en cuenta nuestras características”.

El sistema actual se basa en contenedores abiertos para cinco fracciones: reciclado, orgánico, papel y cartón, envases y vidrio. También hay almacenes móviles que complementan el sistema para facilitar el reciclaje de algunos residuos concretos y evitar su traslado al almacén. Se ofrece un servicio de recogida de muebles y residuos (electrodomésticos, alfombrillas, etc.), gratuito y bajo petición. Y también hay una recogida específica para textiles y aceite. “El nuevo contrato de recogida y eliminación de residuos entrará en funcionamiento de forma general en 2025 y se implantará de forma gradual. Se renovarán todos los contenedores de la ciudad. Algunos de ellos, en zonas más densas, incluirán un sistema inteligente de sensores para mejorar el seguimiento y saber cómo de limpios están para mejorar la recuperación. Con estos contenedores inteligentes podremos saber cuándo están llenos, cuantas veces se llenan al día y hacer un seguimiento de los datos para una mejor programación personalizada de los residuos. También se introducirá el puerta a puerta en zonas comerciales específicas o en determinados negocios y se instalarán contenedores especiales para productos orgánicos destinados a grandes productores (mercados, tiendas, restaurantes...). Mejoraremos la recogida selectiva de textiles y aceite vegetal a través de puntos específicos y, por otro lado, se incrementará la concienciación ciudadana con campañas específicas de educación ambiental. El nuevo contrato también implicará la renovación de la flota de vehículos con modelos más sostenibles medioambientalmente que permitan una mejor recogida de los contenedores de fracciones, lo que posibilitará un mayor reciclaje”.

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