El Baix Llobregat se ha convertido en la quinta comarca catalana que más productos de producción propia suministra a Caprabo, desde que se puso en marcha hace una década el programa de proximidad de la cadena de alimentación. Así, las cooperativas agroalimentarias de la comarca aportan el 4% del ‘mercat’ de la marca, una línea de productos frescos autóctonos que el año pasado supuso para la cadena unas ventas de 38 millones de euros, un 5% más que en 2023 y el doble de la facturación de 2014, año en el que se puso en marcha, y que ascendió a 16 millones de euros.
Las comarcas que más productos de proximidad aportan a Caprabo son, por este orden: Maresme (7,4%), Segrià (5,2%), Vallès Oriental (4,6%) y Vallès Occidental (4,3%). Según Fernando Tercero, responsable de Proximidad de la cadena, la pionera iniciativa ha permitido introducir en las tiendas “los mejores productos del territorio, contribuyendo al desarrollo del entorno social y económico”, del Baix Llobregat. Tercero ha destacado que el programa es además “una apuesta por la sostenibilidad, el consumo local, el apoyo a los pequeños productores y el reconocimiento de la riqueza agroalimentaria de Cataluña”.
El programa cuenta además con el respaldo de la Conselleria d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, la Federació Catalana DOP-IGP y la Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC). Según fuentes de la cadena de alimentación, la oferta de cada uno de los supermercados se trabaja de forma específica en cada comarca para que los productos autóctonos que se ponen a la venta cobren un mayor protagonismo y ofrezcan “un valor añadido” que reconoce la calidad de la producción agroalimentaria del propio territorio.
Caprabo fue también la primera cadena en ‘marcar’ con un distintivo especial (el sello oficial de Venta de Proximidad) desde 2013 los productos procedentes directamente del campo, un reconocimiento avalado por la conselleria y que acredita la reducción del proceso de intermediación entre el agricultor y los expositores, lo que redunda en un beneficio tanto para los productores como para los consumidores. Además, al aumentar el beneficio de los agricultores, se favorece la viabilidad de sus cultivos y la economía local. El sello es un indicativo de “frescura, calidad y mínima huella ecológica”, han destacado fuentes de Caprabo.
La cadena de supermercados también ha utilizado uno de los productos estrella de la huerta del Delta del Llobregat –la alcachofa- en sus afamadas Jornadas Gastronómicas de Productos de Proximidad, que se celebran desde 2015, y que pretenden hacer difusión de la gastronomía y la cocina con productos agrícolas del territorio.
En estas jornadas han dejado constancia de sus singulares recetas chefs de la talla Carme Ruscalleda, Sergi Artizeta, Nandu Jubany, Harry Wieding, Pep Nogué, o Fran López.
El apoyo de la cadena de alimentación a la cultura local va más allá del plano puramente económico y abarca también un compromiso con el ámbito cultural. Con esta filosofía en 2022 se crearon dos capgrossos (bautizados como Ola y Biel), que simbolizan a dos trabajadores de Caprabo vestidos con su uniforme de trabajo y que arraigan directamente con esta centenaria tradición catalana. Los personajes, diseñados por el escultor Ramon Aumedes, del taller Sarandaca, fueron construidos siguiendo fielmente las técnicas tradicionales y utilizando materiales como el poliéster y la fibra de vidrio. Los nombres de los cabezudos, protagonistas de las ferias de productos autóctonos que organiza la marca, fueron elegido por los propios clientes de Caprabo a través de las Redes Sociales.