Años y años atrás, con el auge de la ciencia ficción y los primeros robots, las mentes futuristas ya fantaseaban con distopías robóticas, donde humanos y robots convivieran casi como iguales. Aunque aún parece muy lejano un mundo donde puedas encontrarte con un amigo robot en el Metro, sí puedes ir a comer a un restaurante con un camarero robot. O, al menos, un brazo de robot. Y es que el Aeropuerto de El Prat ha inaugurado SELF, el primer restaurante robotizado con inteligencia artifiical del mundo en abrir sus puertas en un aeropuerto.
La multinacional Areas, líder en restauración viajera en España, ha creado un pionero proyecto que ha revolucionado el mundo de la comida en los aeropuertos, con una experiencia gastronómica insólita. Después de años y años de estudio e investigaciones sobre la necesidades y gustos de los pasajeros, y varias pruebas y avances tecnológicos, este ambicioso plan por fin ha cobrado vida.
SELF ha aterrizado en la Terminal T1 de El Prat, y ha abierto las puertas de su establecimiento (de 137 metros cuadrados) junto a la puerta de embarque B24. El restaurante está diseñado para ofrecer una experiencia completamente nueva a los viajeros, además de un servicio más que ágil. Y es que su camarero es un brazo robotizado con una mano y cinco dedos (casi como un humano) que gestiona y entrega los pedidos.
Todo el proceso de atención al cliente está 100% informatizado: el viajero selecciona sus productos y hace su pago en un sistema de easy orders y recibe un ticket con un código QR identificativo. Mientras espera a que se prepare su comida, el cliente puede ver como el brazo robot SELF prepara una bandeja y organiza todo el pedido, e incluso le notifica cuando esté listo a través de una pantalla. SELF es capaz de controlar y preparar seis pedidos a la vez, tanto para servicio en el comedor del restaurante como en pedidos para llevar.
SELF está equipado con inteligencia artificial (IA) y tiene una cámara de visión artificial, que aprende constantemente y toma decisiones óptimas en tiempo real, casi como un camarero en periodo de pruebas. Así, a más pedidos gestionados, mejor atenderá y funcionará este robot aeroportuario. SELF es, pues, más que capaz de adaptarse a sus clientes y su entorno para mejorar incansablemente la calidad y la rapidez de su servicio.
El robot funciona de manera autónoma, pero en colaboración con un equipo de profesionales humanos, que combinan la rapidez de SELF con la cálida atención personalizada a los clientes, que a veces también necesitamos en un viaje, más allá de la agilidad de una máquina).
El nuevo restaurante del Aeropuerto abraza lo robótico, pero sin perder nunca su ‘toque’ humano. Y, de hecho, han sido los humanos los que han inspirado el menú del restaurante, 100% basado en los estudios de consumo en el aeropuerto. La oferta gastronómica se ha confeccionado con los productos más demandados por los viajeros en los últimos años: cafés, bocadillos, zumos, ensaladas y poke bowls, bollería y postres, refrescos y varias recetas únicas. Todos los productos se preparan al día, para asegurar calidad y frescura.
SELF ha cobrado vida gracias a la ingeniería española, de la mano de las firmas IJRRobótica y AEV, en colaboración de grandes partners tecnológicos internacionales, como Mastercard, KUKA e ICG. También han colaborado en este proyecto algunas marcas populares (Mahou San Miguel, Coca Cola, Frit Ravich, Lavazza, Montaraz, Gufresco, Danone, Evian, García de Pou) y firmas expertas en diseño y arquitectura, como GAC 3000 y Espluga+associates.
Según el CEO de Areas Iberia, Sergio Rodríguez, este proyecto que acaba de ver la luz “ha marcado un antes y después en la restauración en ruta”, y es una prueba del “espíritu emprendedor, la innovación y la vocación” de la empresa, siempre abierta a “transformar y liderar las nuevas tendencias del sector”. Este tipo de “proyectos pioneros” distinguen a Areas en el sector, ha añadido Rodríguez, “siempre dispuesta a ofrecer la mejor experiencia posible, con nuevos modelos de servicio y soluciones tecnológicas avanzadas”.