A los tradicionales calçots de Valls, les ha salido un duro competidor que no se cansa de cosechar éxitos: los cultivados en el Parc Agrari del Baix Llobregat. Prueba de ello es que este pasado fin de semana en la tercera edición del certamen gastronómico San Miguel GastroFest Km0, celebrado en el Poble Espanyol de Barcelona, se ha batido el récord barcelonés de consumo de estas peculiares verduras con salsa romesco gracias a que los comensales han devorado durante dos días consecutivos más de 16.000 cebollinos procedentes de los cultivos del Delta, en especial de payeses de Gavà y Viladecans. Así, el calçot deltaico -pese a no ser una Indicación Geográfica Protegida (IGP) como el vallense- se ha coronado como el protagonista “de la calçotada más grande de Barcelona”, como han corroborado desde la organización del GastroFest 2025.
El éxito de los cebollinos del Baix Llobregat no es fruto de la coincidencia. Y es que toda la verdura servida y degustada en el Poble Espanyol procedente de la gran despensa verde barcelonesa cuenta con “el sello de Producto Fresco del Parc Agrari, lo que les da una certificación de calidad”, han destacado los organizadores.
La elección de los calçots de Viladecans y Gavà para el Gastrofest tampoco es anecdótica pues la comarca está muy vinculada con el festival gastronómico. De hecho, los contenidos y el programa de esta edición del certamen fueron presentados en la masía pratense de Can Comas, ubicada en mitad del Parc Agrari del Baix.
El San Miguel GastroFest Km0, que rinde culto al producto local y de proximidad, y en especial con Denominación de Origen Protegida (DOP) o con IGP, ha reunido a 5.000 visitantes, lo que significa un promedio de tres cebollinos del Delta por cabeza, aunque seguro que los comensales de la pantagruélica calçotada de récord no se conformaron con una cantidad tan nimia.
Junto a los calçots también ha triunfado en la tercera edición del GastroFest otra de las joyas gastronómicas del Baix Llobregat: el pollo y el capón de la raza Prat (IGP), el popular pota blava. Y es que el chef Fran López, que tiene un su haber dos Estrellas Michelín (una por el restaurante Xerta de Barcelona y otra por el hotel-restaurante Villa Retiro de Xerta), se ha alzado con el premio a la mejor receta del festival (en la categoría “tradición y producto”) gracias al platillo Canelón Pota Blava XL, una reinvención de los tradicional canelones de carne rustida 100% de pollo y capón de la raza Prat, aderezados con bechamel trufada y su demiglace. López ha compartido las mieles del éxito en la categoría ex equo con el Restaurante l’Hac de Vilanova i la Geltrú y sus ‘croquetas de rustido IGP Gall negre del Penedès, con vino Merlin y una geleé de peras al vino’. La extraordinaria y singular alcachofa del Delta del Llobregat (variedad blanca de Tudela) también optaba al galardón por la propuesta Carxofa Prat Ramen Bowl, presentada por el Gran Mercat Restaurant de Barcelona.
El GastroFest es un evento creado dar visibilidad a la calidad del producto de Km 0 y de proximidad catalán que este año contaba con el aliciente añadido de que Cataluña ha sido escogida Región Mundial de la Gastronomía. Durante los dos días del evento, los amantes de la buena mesa han podido degustar 22 platillos de reconocidos restaurantes catalanes elaborados con productos autóctonos de reconocida calidad, lo que convierte al certamen en unos de los grandes acontecimientos gastronómicos de referencia en Cataluña y de los que más apuesta por la vinculación con el territorio. Además, los asistentes pudieron disfrutar de música en directo y de dos intensas jornadas completas de charlas, aulas de cocina y showcookings.