Mal que les pese a muchos nacionalistas, Barcelona es mucho más que la capital de Cataluña. Barcelona es una capital global. Pero es una ciudad demasiado pequeña en sí misma para convertirse en una de las más pujantes del mundo. Lo logrará si sigue los modelos de San Francisco, Singapur o Ciudad del Cabo, que no son grandes centros financieros y empresariales, pero que destacan por su atractivo clima, tecnología, industria y arquitectura y por tener a su alrededor una metrópoli pujante.
Gracias al área metropolitana, Barcelona dispone de todo lo que en su momento le ha ido faltando. El Baix Llobregat ha contribuido con notable generosidad a la forja de una fama ganada a pulso desde los Juegos Olímpicos de 1992 para el turismo y como escenario de ferias y congresos. La histórica cesión de terrenos de L’Hospitalet para que naciera la actual Zona Franca de Barcelona, la ubicación del aeropuerto en El Prat o el más reciente desvío de la desembocadura del Llobregat para ampliar el puerto, son sólo tres ejemplos de la servidumbre metropolitana que nuestra comarca ha jugado y juega en favor de la gran y cosmopolita Barcelona, a la que inexorablemente estamos unidos.
Barcelona sigue siendo capaz de seducir al mundo como destino turístico y de congresos, pero tiene el reto de crear una marca mucho más ligada a los negocios y a la creación de riqueza para triunfar en la Champions League de la economía global. El mundo conoce a Barcelona por su diseño, el Barça, su cultura, la arquitectura modernista, Gaudí… Naturalmente, todo esto es muy bueno, pero no es suficiente. Está bien que millones de personas de todo el mundo piensen en Barcelona para pasar unas buenas vacaciones o para asistir a una convención, pero todavía no hemos logrado la reputación de ciudad de negocios que ayudaría a salir de la crisis En su haber, Barcelona tiene innovación, es ciudad de emprendedores, con tradición industrial, pero no es suficientemente visible si queda reducida a destino turístico. Un destino en el que sus habitantes correrían el riesgo de quedar relegados al mero papel de extras de un mayúsculo parque temático.
Huir del nacionalismo urbanoHay que huir del narcisismo o nacionalismo urbano. Ese orgullo de pertenencia que practican los que halagan a su ciudad como si fuera una mujer. Durante décadas, la sociedad barcelonesa se jactaba de haberse hecho a sí misma sin necesidad del poder de Madrid. Barcelona ha avanzado a golpe de grandes acontecimientos, como la Exposición Universal de 1888, la Exposición Internacional de 1929, los Juegos Olímpicos de 1992 y el fiasco del Fórum Universal de las Culturas. Ahora flirtea con otra gran cita, los Juegos de Invierno del año 2022, cuya candidatura se decidirá el año 2015 en Kuala Lumpur.
La dimensión de Barcelona va más allá del constante intento de ponerla al servicio del proyecto nacionalista, porque la ciudad supera la mera extrapolación de la Cataluña profunda. Es mucho más, como el Barça. Desde estas líneas cabe preguntarse si L’Hospitalet es Cataluña, o Cornellà, o Sant Boi, o… todo el Baix Llobregat. No hay duda de que así es y que también Barcelona es nuestra capital.
Del antaño “modelo Barcelona” basado en un urbanismo inversor en plazas e infraestructuras, hemos pasado a la necesidad de crear la “marca Barcelona”. No se trata de poner la ciudad en venta. La cuestión es que lo público y lo privado colaboren más estrechamente en la reactivación económica, objetivo prioritario en estos tiempos de recesión que nos ha tocado vivir. Y eso pasa por gestionar lo público con criterios de eficiencia, competitividad y rentabilidad. Unos objetivos que, sin embargo, deben estar orientados hacia el bien común, que hoy en día pasa por ser la más egoísta de las aspiraciones individuales.
El Ayuntamiento de Barcelona ha dado un paso de gigante en ese sentido de construir marca, aliándose con el sector privado en su estrategia de promoción económica. Tras crear la Fundación Mobile World Capital, de mayoría pública pero con la colaboración de Telefónica y Damm; otro ejemplo de colaboración público-privada se está produciendo en Barcelona Centre Logistic, organismo presidido ahora por el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet, que ha dado entrada a su dirección empresas intensivas en exportación, encabezadas por Seat y Damm. En todo ello, L’Hospitalet y el resto de poblaciones del Baix Llobregat también juegan un papel fundamental, cada uno aportando y especialidad, sus mejores prácticas. Una complementariedad que también debe ser correspondida por el Cap i Casal.
Barcelona es Messi y el Baix Llobregat su equipoOtro proyecto, denominado Barcelona Growth, irrumpe en la hoja de ruta para convertir la ciudad en una marca global de negocios. Se trata de un nuevo consorcio integrado por Fira, Cámara de Comercio, Barcelona Centre de Disseny, Acció10, la agencia de promoción económica de la Generalitat, el propio Ayuntamiento y Barcelona Global, un lobby creado por la rica empresaria andorrana Maria Reig y que ahora preside Emili Cuatrecasas. Aunque el proyecto Barcelona Growth se encuentra en una fase embrionaria, bueno sería que desde sus inicios se fijara anchura de miras e incluyera en su base a los municipios que integramos la gran y cosmopolita Barcelona, es decir, su área metropolitana.
Como dijo Greg Clark, presidente del Foro de Agencias de Desarrollo y Estrategias de Inversión, dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Barcelona es el Messi del área metropolitana. Pero al igual que el jugador considerado mejor del mundo necesita un equipo para brillar con más luz, Barcelona requiere del juego de L’Hospitalet, que sería Jordi Alba o Víctor Valdés, ambos hospitalenses de pro; Cornellà encarnada en Sergio Busquet; Sant Boi en el capitán Puyol y así hasta completar el primer equipo de lo que todo el mundo reconoce que es más que un club. Al igual que Barcelona es más que la capital de Cataluña.
Votar a un alcalde metropolitano, como en LondresGreg Clark, que ha trabajado en los programas de desarrollo y liderazgo local para ciudades como Sao Paulo, Hong Kong, Nueva York, Moscú y Johannesburgo; reclamó en su reciente visita a L’Hospitalet un gobierno metropolitano fuerte que coordine las 36 ciudades de la corona barcelonesa, entre las que destacan las del Baix Llobregat. De no hacerlo, “el fracaso tendría un coste muy alto”, según el experto invitado por la alcaldesa Núria Marín, que también ha asesorado a entidades y empresas como el Banco Mundial, Siemens y JP Morgan.
¿Fusión de municipios? Para Clark, “ningún área metropolitana tiene un sistema perfecto, pero habría tres opciones: continuar con los 36 ayuntamientos, pero con un alcalde fuerte, elegido directamente, como ocurre en Londres; un área metropolitana con 36 municipios, como ya existe, o reducir a cuatro o cinco la cifra de ayuntamientos, como ha hecho Moscú, lo que resulta caro”.
En ese sentido, el experto internacional defiende la complementariedad de las ciudades de Barcelona y su área metropolitana, así como la necesidad de trabajar conjuntamente para su futuro. Clark ha participado en el proceso L’Hospitalet On, que pretende recoger la opinión y propuestas de diversos expertos en diferentes ámbitos para diseñar el futuro de la ciudad, pero orientado hacia la recuperación económica. La tesis de Clark es que una gran ciudad como Barcelona no puede prosperar sin la ayuda y la potencia de otras ciudades, empezando por L'Hospitalet, la segunda de Cataluña por su número de habitantes.
El estudioso presentó la relación de grandes ciudades con su área metropolitana, como Londres y el Lee Valley Corridor; Nueva York y Brooklyn; París y La Plaine-Saint Denis; y Hong Kong y Kowloon East. Casos todos ellos en los que las grandes capitales se han apoyado en sus áreas metropolitanas para elevarse internacionalmente en lo que hoy son. Clark recuerda que para fortalecer su papel como ciudades globales, estos municipios han potenciado la complementariedad, la especialización, las ventajas comparativas y la gestión de la rivalidad.
L’Hospitalet se inspira en BrooklynClark también explicó el caso concreto de Brooklyn, que fue una ciudad independiente de Nueva York y en la cual L'Hospitalet se quiere inspirar. Brooklyn ya no es un barrio dormitorio en beneficio de Manhattan, si no que ha recibido importantes inversiones económicas y empresariales que lo han convertido en un importante centro de negocios. Este ejemplo, dijo Clark "puede servir para L'Hospitalet. Es una ciudad bien comunicada, que puede crecer en tamaño, no como Barcelona, y con un futuro muy positivo ". "Las dos ciudades se necesitan". Y es que Clark apuesta por el objetivo de que las ciudades del Baix Llobregat "sumen esfuerzos con Barcelona para beneficiarse mutuamente". Si se dan la espalda o Barcelona comete el error de ignorarlas, la ciudad “empobrecerá como le ha ocurrido a Milán, que ya no figura entre las diez principales ciudades europeas ", advierte.
Para el experto, la Generalitat debería liderar esta integración en un área metropolitana más fuerte y eficiente que el actual organismo administrativo existente. Por eso anima, y yo lo hago también desde estas líneas, a que se profundice el modelo actual, al tiempo que se unifican las marcas para que no existan 36 enseñas que invierten recursos y esfuerzos en publicitar “Ven a Sant Boi”, “Ven a Castelldefels”, “Ven a Cornellà”, como ocurre ahora, porque así el mercado se confunde y pregunta ¿qué es L’Hospitalet?, ¿qué es Viladecans? Comparto completamente la opinión de Clark en el sentido de que Barcelona acoja en su target, en su marca, todas las ofertas que el Baix Llobregat atesora, desde el clúster de salud mental de Sant Boi a la Catalunya en Miniatura de Torrelles y sus cerezas, el Parc Agrari, las playas, Collserola, Garraf, el río Llobregat, el campus de la Politécnica en Castelldefels y, afortunadamente, un largo etcétera que contribuye a que Barcelona sea efectivamente una capital global.
Fiesta de disfraces de personajes de cuento para Sant Jordi
Con el permiso de David Aliaga, compañero y sin embargo amigo que habita en páginas vecinas, voy a dedicar la recta final de este espacio a la singular fiesta que para Sant Jordi han organizado en Torrelles las Asociaciones de Vecinos de Can Sostres y Cesalpina, con la colaboración del Casal de la Gent Gran, su Ayuntamiento y las editoriales Cavall Fort, Diëresis, Mecenix y Barcanova, entre otras. Han convocado para la mañana del domingo 21 de abril en el parque de Can Sostres una fiesta de disfraces inspirados en personajes de cuentos, cómics o literarios. Los organizadores aseguran que todos los niños que acudan a esta fiesta disfrazados de sus personajes favoritos recibirán regalos de libros o revistas ilustradas, mientras que optarán a premios de lotes de libros aquellos atuendos que sean más originales por categorías de edad.
En tanto Can Sostres será ese día el escenario del original preámbulo de Sant Jordi, en la Masovería del mismo parque se llevará a cabo, a las 12 horas del mismo domingo 21 de abril, las presentaciones de dos libros y de una editorial. Mecenix es el nombre de la editorial nacida precisamente en Torrelles de manos de Ambar, S.L., cuyo gerente es el periodista y escritor Jesús A. Vila. Gracias a Mecenix, publicar un libro sin tener el dinero para la edición ya no resulta un problema. En el sistema de micromecenazgo se encuentra la solución.
Si el objetivo de un autor es que su libro se lea y el de un lector adquirir un libro que le interese, Mecenix pone en contacto a ambos directamente, sin intermediarios y, por lo tanto, sin beneficios externos más allá de los que representan la pura fabricación del instrumento de lectura que es el libro. La iniciativa pretende que el lector adquiera el libro antes de ser editado en lugar de después. La diferencia se basa exclusivamente en la confianza sobre el autor, porque el precio es el mismo. En este sistema el que compra el libro con el sistema Mecenix.com no paga hasta saber seguro que el libro existirá.
De esta forma, cualquier autor puede enviar su libro a
www.mecenix.com, donde harán un presupuesto y sobre ese importe crearán una estación de mecenazgo con distintas modalidades, que van del simple libro al patrocinio, pasando por el ejemplar dedicado, la cita en los agradecimientos, etcétera. Una vez lanzado el proyecto en la estación de mecenazgo, el autor podrá enviarlo a sus amistades, conocidos y aquellos interesados en el libro. La editorial hará lo propio con su banco de datos. El volumen se edita así a través de los propios lectores, que son los que financian la edición.
Libro del periodista comarcal Manel TorresMecenix presentará en la fiesta de Can Sostres el libro “Si no ho escric rebento. Notes i apunts pel fet de viure”, del periodista Manel Torres (Barcelona, 1965). El volumen reúne los artículos publicados por este periodista de la comarca en El Far del Llobregat entre los años 1992 y 2012. Se trata de una selección de 75 artículos agrupados en cinco capítulos: Del tiempo que nos ha tocado vivir, Parábolas laicas, La vida no es cosa seria, Héroes de nuestro tiempo y ¿Y si no calláramos?
Manel Torres informó durante muchos años desde las páginas del Diario de Barcelona, El País y La Vanguardia, como corresponsal de esta zona del área metropolitana de Barcelona. Una época en la que nuestra comarca sufrió una importante transformación. Al mismo tiempo, a lo largo de esas dos décadas, Torres compartió con los lectores de la comarca "sus filias y fobias" a través de artículos de opinión publicados en El Far. "Ahora, al verlos juntos, me he dado cuenta de que, a pesar de que veinte años es tiempo suficiente para que una persona recorra el camino de la evolución, no me he movido mucho en el terreno de las convicciones", señala el autor, que participará en la fiesta literaria de Torrelles.
Barcelona, una ciudad de películaBarcelona es mucho más que la capital de Cataluña. Es personaje literario y también cinematográfico. El plato fuerte de la fiesta de anticipo de Sant Jordi en el parque de Can Sostres la protagoniza “Barcelona, una ciutat de pel.licula”, la primera guía dedicada a la capital catalana como escenario cinematográfico. Su autor, el profesor Eugeni Osácar, invitará a los asistentes a la presentación del libro a seguir los pasos de las estrellas del cine por la ciudad. La obra, totalmente ilustrada, ofrece 15 rutas con 250 espacios que permitirá a los amantes del cine y de Barcelona descubrir paseos por una ciudad más cinematográfica que nunca. Osácar es profesor de la Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo CETT-Universidad de Barcelona y experto en marketing, patrimonio, turismo cultural y turismo cinematográfico.
El libro-guía, de Editorial Diëresis, cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Barcelona y adentra a los lectores a encontrar las huellas dejadas en la ciudad por los grandes actores, desde Mary Pickford y Ava Gardner hasta el Robert de Niro o Javier Bardem, descubriendo anécdotas desconocidas sobre la Barcelona que vivieron: los hoteles y casas donde residieron, los restaurantes donde cenaron, los rincones donde se enamoraron... Quienes se acerquen el domingo 21 a Torrelles descubrirán los exteriores de la ciudad escogidos para algunas de las superproducciones de Hollywood y obras maestras del cine de autor.
Desde hace más de 50 años, Barcelona ha vivido grandes rodajes internacionales empezando por "El Fabuloso mundo del circo ", con John Wayne, y llegando hasta la reciente" Vicky, Cristina, Barcelona ", con Scarlett Johansson, que fue testigo del reencuentro de Penelope Cruz y Javier Bardem desde que rodaron “Jamón, jamón” con Bigas Luna. Bajo la dirección de Woody Allen y con Barcelona de escenario nació el amor en la pareja del cine español más internacional. ¡Feliz Sant Jordi 2013!