Opinió

Adolfo Suárez y el Baix Llobregat

Miguel-Angel Ibáñez | Miércoles 23 de julio de 2014

Podría parecer que hablar de la figura del fallecido ex presidente de gobierno Adolfo Suárez en el periódico comarcal está fuera de lugar, pero nada más lejos de la realidad pues los cambios necesarios para poder construir la España, la Cataluña, las comarcas y las ciudades de hoy se las debemos en gran parte a él como impulsor de la Transición; una transición que reconcilió a los Españoles, que consiguió incluso que Manuel Fraga y Santiago Carrillo se diesen la mano en el club Siglo XXI, que restableció la democracia, que consagró el Estado de las Autonomías, que restableció la Generalitat de Cataluña y que impulsó una Constitución que ha permitido el mayor período de democracia, estabilidad y bienestar en toda España.



Adolfo Suarez resistió presiones incluso de su propio partido y de sus propios compañeros y siguió trabajando por su país y para sus ciudadanos; todo un ejemplo de lo que debe ser la política: un trabajo al servicio de la sociedad y no al servicio del partido. 

Ostentando un cargo importante dentro de la estructura franquista, fue capaz de reconocer que la sociedad había cambiado y que también debía cambiar la manera de gobernar y de hacer política; convencido de que debía ir hacia una democracia, trabajó para conseguirlo, siendo capaz de cambiar el sistema desde dentro sin dejar por ello de respetar las leyes y la legalidad, eso sí las cambió de arriba abajo y de izquierda a derecha, transformando un sistema autoritario en una incipiente democracia.

Si queremos que el Baix Llobregat, Cataluña y España puedan tener un futuro de prosperidad en paz y libertad debemos trabajar todos unidos para conseguirlo desde el más absoluto respeto a las leyes y la Constitución, pero utilizando los mecanismos legales que tenemos para ello.

Si entonces en circunstancias muy difíciles fuimos capaces de ponernos de acuerdo para diseñar un futuro de prosperidad y de libertad, también ahora con una situación política, económica y social complicada, unidos seremos capaces de encontrar el camino que nos permita a todos juntos diseñar las condiciones para un futuro de estabilidad, justicia y solidaridad: unidos debemos solucionar los problemas de España y de Cataluña, la solución nunca es seguir caminos diferentes ni saltarse las leyes, pues sin Estado de Derecho no puede haber democracia.